La herida del abandono es un tipo de dolor emocional profundo que surge como resultado de experiencias pasadas de abandono, rechazo o negligencia emocional en la infancia.
Es la herida de la infancia más profunda y puede dejar cicatrices emocionales que afectan la forma en que una persona se relaciona consigo misma y con los demás.
¿Por qué nos marca tanto esta herida? ¿Qué síntomas podemos tener si vivimos un conflicto constante de abandono? ¿Cómo miramos la vida a través de ella?
Se trata de una huella muy profunda, y por ello dedicaremos un artículo para hablar en profundidad sobre qué es la herida de abandono y qué procesos hemos de seguir para transitar las huellas que deja en cada una de nosotras.
Índice
¿Qué es la herida del abandono?
La herida del abandono es una herida emocional de la infancia que surge de una percepción de que no estuvieron cuando hizo falta. Esta herida es muy frecuente y tiene un impacto muy traumático en la vida de una persona.
Aparece en unas edades muy tempranas, cuando aún no estamos diferenciados de nuestros progenitores, y surge con mayor intensidad con el progenitor del sexo contrario.
La ausencia del otro, principalmente de la madre o del padre, en los primeros años deja una marca muy fuerte en el niño, que es difícil de sanar sin un acompañamiento adecuado.
Las personas que tienen una herida del abandono buscarán sentirse queridas, intentando por sus medios protegerse para que nadie las vuelva a abandonar. Para protegerse, no se comprometen con nadie para no volver a sentir el abandono.
Suelen identificarse con frases como éstas:
- “Siento que siempre me dejan de lado.”
- “Siento que no importo lo suficiente a nadie.”
- “Siento que voy a la deriva”:
- “Me cuesta mucho confiar en las personas.”
¿Cuándo aparece la herida del abandono?
Si una persona ha vivido una muerte cercana de alguno de los progenitores, uno de los padres ha tenido depresión o algún tipo de adicción o sus padres estuvieron mucho tiempo lejos por viaje, trabajo o situaciones similares, es muy probable que aparezca la herida del abandono.
¿Cuál es la emoción predominante detrás de la herida de abandono? La tristeza.
Cuando se experimenta el abandono, a veces se recurre a la soledad como una forma de evitar enfrentarse a la tristeza, y superar un duelo o una separación puede resultar extremadamente difícil para una persona con esta herida. Más adelante te daré algunos recursos para ayudarte a superar un duelo no resuelto.
Quién tiene una herida del abandono no puede conectar con su interior y, por lo tanto, no se permite entrar en la tristeza. Esto le conecta con la soledad y le impide superar dificultades de la vida como pueden ser los duelos o las separaciones.
La herida del abandono y su máscara: ¿qué comportamientos están asociados?
La herida de abandono puede provocar comportamientos de desvalorización. El sentimiento de no ser suficiente puede surgir como resultado de experiencias pasadas de abandono emocional o físico.
Esta sensación de no ser amada o querida puede generar inseguridad y dudas constantes sobre si alguien realmente nos ama o si aún nos quiere. Afecta a todas las parcelas de la vida: relaciones de pareja, relaciones laborales, amistades, familia, etc.
La necesidad de buscar constantemente afirmación y validación de amor puede ser una forma de protegerse contra el miedo de ser abandonado nuevamente.
Las preguntas como “¿Me quieres?” o “¿Me sigues queriendo?” pueden ser una expresión de esa inseguridad y una búsqueda de reafirmación de amor y afecto.
Estas son algunos comportamientos asociados a la herida del abandono:
- Intentar rellenar un hueco que nunca será suficiente. Esta herida se manifiesta en el “hacer y el tener para rellenar el hueco”. Esto quiere decir que la persona lo manifestará con acciones como pueden ser las compras compulsivas.
- Son personas con dificultad para establecer compromisos. Inconscientemente sienten que, si no se comprometen, no les pueden dañar.
- Hay una necesidad imperiosa de que les den la aprobación. Necesitan sentirse halagadas y queridas de alguna manera.
- Se autosabotean. Al no sentirse queridas -ni por ellas mismas- se ponen pegas y piensan que no serán capaces de lograr nada.
- Se autocastigan. Dudan de cómo actúan y sienten que lo hacen todo mal o como no es debido.
- Son dependientes emocionales. Sienten que son incapaces de funcionar sin la presencia de la otra persona. También suelen preguntar: “¿Has visto lo que he hecho?” porque buscan la aprobación. Necesitan escuchar que lo hacen bien.
- Perciben un vacío muy grande. En ocasiones lo intentarán rellenar con comida, drogas, compras, etc. Tienen terror a que los dejen y, en consecuencia, a la soledad.
- Cuando están con alguien surge la duda de que en un determinado momento esa persona ya no estará ahí. Sufren por si los vuelven a abandonar. Viven en un estado de hipervigilancia; sospechan constantemente que les quieren dejar de lado o abandonar.
- Suelen controlar a la gente de alrededor y se comparan todo el tiempo. Por ejemplo, si hay muestras de afecto con otras personas y con ella no, se sentirán excluidas. También controlan todo el tiempo si los demás lo incluyen en planes o lo dejan de lado.
- Tienen tendencia a decir “me dejaron”. No se deja a una persona como tal, se deja un objeto en algún sitio.
- Nunca tienen suficiente.
Herida del abandono: síntomas
La herida del abandono deja huella en nuestro cuerpo. Así es cómo la biodescodificación explica los signos y síntomas que puede presentar una persona que ha sufrido el abandono:
- Forma del cuerpo: Suelen tener un cuerpo redondo, con los hombros caídos y los ojos tristes.
- Retención de líquidos (túbulo colector renal): El órgano que se afecta cuando hay sensación de soledad o pérdida de referentes es el túbulo colector renal. Los túbulos o tubos colectores son un conjunto de conductos existentes en el riñón que están formados por la unión de varios túbulos contorneados distales, procedentes de las unidades funcionales básicas del riñón. Cuando se pone en fase activa se cierra y produce un edema a nivel corporal, provocando una forma redondeada, y se producirá sobrepeso hídrico.
- Miedos: El mayor miedo es a no recibir cariño, cosa que expresan con la palabra “me dejaron”.
Síntomas físicos: el edema
Detrás de un conflicto de abandono encontraremos un síntoma físico muy específico: el edema.
El Túbulo Colector Renal (TCR) es una parte del riñón que se encarga de gestionar los líquidos. Su función es la de eliminar las toxinas y la orina. Cuando una persona vive un conflicto de abandono, el TCR se cierra y no deja que se eliminen los líquidos. Cuando eso ocurre, el exceso de líquido origina la retención de líquidos (el edema).
Este exceso de líquidos se verá reflejado como:
- Ojeras.
- Cara hinchada (bolsas).
- Retención de líquidos en partes específicas del cuerpo (brazos, piernas, tobillos, muñecas, etc.).
- Sobrepeso hídrico.
Síntoma comportamental: las adicciones
Si en lugar de ser un conflicto de abandono la persona experimenta más de dos de manera simultánea, entonces se produce un cambio de comportamiento en el que el resultado es la adicción:
- Comer en exceso.
- Beber en exceso.
- Adicción a las drogas.
- Adicción al sexo.
- Adicción al alcohol.
- Adicción al trabajo (workaholic).
- Síndrome de Diógenes.
Se establece un patrón de comportamiento en el que la persona necesita estar haciendo algo para llenar el vacío.
Además, en el caso de que estemos ante un trastorno del comportamiento, hemos de tener en cuenta que la adicción genera dependencia. La persona siempre querrá más y más.
Cómo sanar la herida del abandono con biodescodificación
Transformar la herida del abandono requiere un proceso de autoexploración, sanación y crecimiento personal.
Para acompañar a alguien con una herida profunda de abandono lo primero que haremos será identificar el patrón de comportamiento del consultante, es decir, qué actitudes y comportamientos tiene cuando contacta con esa herida. Esto nos permite tener un mapa mental de la persona.
Una vez localizado el patrón de la persona, iremos a buscar el conflicto programante (la primera huella del abandono) y lo descodificaremos. Trabajaremos con la herida con herramientas que permitan integrar el proceso y aportar recursos internos para la persona.
Es posible que en el proceso aparezcan duelos inconclusos y experiencias dolorosas sin procesar. El acompañamiento integrador tendrá en cuenta todos esos aspectos para, de esta forma, también acompañar a elaborar el duelo.
Es importante tener en cuenta que la herida del abandono suele ser profunda y puede requerir tiempo y esfuerzo para sanar. Trabajar en la construcción de una autoestima sólida y desarrollar una confianza saludable en uno mismo puede ayudar a superar el sentimiento de no ser suficiente y abordar la necesidad constante de buscar validación externa.
La terapia y el apoyo emocional también pueden ser útiles para abordar estas heridas emocionales y trabajar en la curación emocional.
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Acompañar el duelo para superar una pérdida
Elaborar el duelo es un proceso importante y necesario para enfrentar y procesar una pérdida significativa en la vida que haya podido provocar una herida de abandono. Esto nos ayudará a sanar viejas heridas para permitir la transformación.
El proceso de elaboración del duelo puede presentar dificultades y requerir tiempo para sanar. Es esencial permitirse sentir y reconocer las emociones asociadas con la pérdida, buscar apoyo en amigos y familiares, cuidar el bienestar físico y emocional y encontrar nuevas formas de crecimiento y sentido en la vida durante este proceso.
Ejercicio para trabajar un duelo atascado
Te propongo un ejercicio para trabajar con tu cuerpo la herida del abandono.
Es un ejercicio para transformar duelos atascados, por lo que es necesario estar dispuesta a entrar en la escucha interna y explorar todas las emociones, incluida la tristeza.
Si lo sientes y quieres, esta es la propuesta:
- Cierra los ojos y reconecta con una situación en la que te sintieras abandonada recientemente. Por ejemplo, no te incluyeron en una celebración, tu pareja no estuvo contigo en un momento importante o sentiste que no tuvieron en cuenta tu palabra en el trabajo.
- Conecta con el momento específico en el que sentiste que no estabas incluida.
- Permite que se manifiesten las sensaciones corporales.
- Permite la emoción, no la cortes.
- Sostén la emoción unos segundos hasta que, poco a poco, las sensaciones corporales se transformen.
- Cuando sientas que has podido conectar y transformar, poco a poco vuelve a abrir los ojos.
- Escribe en una hoja todo lo que sentiste.
- Pon nombre a la emoción y agradécete este espacio de transformación.
Recomendaciones para trabajar el abandono
Más allá del trabajo que realizamos en consulta y la descodificación de las heridas profundas, es necesario que hagamos trabajo personal hacia un cambio de actitud para poder transformarlas.
Aunque cada persona es única y puede abordar esta transformación de manera diferente, te comparto unas recomendaciones que les doy a las personas que acuden a consulta para que cultiven su escucha interior:
1. Reconocimiento y aceptación
El primer paso es reconocer y aceptar que se ha experimentado una herida de abandono. Esto implica tomar conciencia de los sentimientos que hay asociados, como la tristeza, la ira o la falta de autoestima, y aceptar que estos sentimientos son válidos y comprensibles.
2. Permitirse sentir y expresar las emociones
Es importante permitirse sentir y expresar las emociones relacionadas con la herida del abandono. Esto puede implicar llorar, escribir en un diario, hablar con un amigo de confianza o buscar la ayuda de un terapeuta.
La expresión emocional saludable puede liberar la carga emocional y facilitar el proceso de curación.
3. Autoindagación y comprensión
Explorar las razones subyacentes detrás de la herida del abandono puede ayudar a comprender mejor cómo ha impactado en nuestra vida y en las relaciones. Reflexionar sobre las experiencias pasadas, los patrones de comportamiento y las creencias limitantes puede brindar claridad y perspectiva.
4. Cultivar el autocuidado y la autoestima
Fomentar el autocuidado es esencial en la transformación de esta herida. Esto incluye cuidar del cuerpo, la mente y el espíritu a través de prácticas saludables como la alimentación equilibrada, el ejercicio regular, la meditación, el descanso adecuado y la búsqueda de actividades que generen bienestar.
5. Trabajar en la confianza y las relaciones
La herida del abandono puede afectar la capacidad de confiar en los demás y establecer relaciones saludables. Es importante trabajar en el fortalecimiento de la confianza en uno mismo y en los demás, estableciendo límites saludables y comunicándonos de manera efectiva.
Además, buscar apoyo emocional en amigos, familiares o grupos de apoyo puede ser beneficioso para reconstruir la confianza en las relaciones.
6. Aprender y crecer
La transformación de la herida del abandono implica un proceso de aprendizaje y crecimiento personal. Esto puede implicar la adquisición de nuevas habilidades, la exploración de intereses personales, la búsqueda de oportunidades de desarrollo personal y el cultivo de la resiliencia.
El enfoque en el crecimiento puede ayudar a encontrar significado y empoderamiento después de la herida de abandono.
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