18 Mar 2024
Como consecuencia del mal control de la diabetes, se produce una disminución en el riego sanguíneo de las piernas (vasculopatía) y una afectación de los nervios de las piernas y de los pies (neuropatía), a esto es lo que llamamos pie diabético. Cuando nos encontramos ante una diabetes descompensada de larga evolución, las posibilidades de que aparezcan lesiones en los pies aumentan.
¿Qué es el pie diabético?
La diabetes mellitus es un proceso crónico que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que genera. El pie es una de las partes del cuerpo que puede verse más afectada por esta enfermedad, dando lugar a lo que conocemos como “pie diabético”.
El pie diabético es una alteración clínica que se produce por mantener unos niveles de glucosa más elevados de lo habitual. Se caracteriza por:
- una disminución de la sensibilidad en el pie (neuropatía).
- una disminución de la circulación de la sangre (isquemia).
Ambos factores pueden predisponer la aparición de una ulceración en el pie. Alrededor del 15% de los pacientes diabéticos desarrollan alguna úlcera en el pie a lo largo de su vida.
Consejos para cuidar el pie diabético
La diabetes es la causa más frecuente de amputación del pie en países desarrollados y se estima que el número de pacientes diabéticos diagnosticados va a aumentar significativamente. Muchas de estas amputaciones se podrían evitar, en la medida de lo posible, si se realizasen las acciones preventivas necesarias. A continuación, te exponemos una serie de consejos.
1. Realiza el cribaje neuropático y vasculopático
Se recomienda realizar una vez al año el cribaje neuropático y vasculopático para comprobar el estado y la evolución del pie diabético. Hay que destacar que, en pacientes de riesgo, como las personas mayores, es recomendable hacerlo cada seis meses. Siempre es necesario recordar que la podología para personas mayores es diferente que a otras edades.
2. Observa a diario el pie diabético
Es aconsejable que todos los días observemos con detenimiento los pies prestando especial atención a la punta del dedo gordo, al resto de dedos, sobre todo por la parte de abajo, al talón y a la planta sin olvidar tampoco la zona exterior del pie. Si vemos que aparece alguna rozadura, herida o enrojecimiento lo ideal es acudir a un especialista porque, como se suele decir, “más vale prevenir que curar”.
Hay que prestar atención a 5 zonas del pie: punta del dedo gordo, parte interior del resto de dedos, talón, planta y zona exterior del pie.
3. Cuidado al cortar las uñas
El corte debe ser recto utilizando un cortaúñas o un alicate recto, e intentando no dejar nunca esquinas ya que esto nos puede generar una lesión en la piel. En pacientes con diabetes, una pequeña herida a la que podríamos no darle importancia puede ser el punto de partida de una posible infección. Por ello, te aconsejamos que hagas una visita al podólogo si es necesario para evitar este tipo de problemas, especialmente si no sabes cómo cortar las uñas de los pies correctamente. Puede parecer algo banal pero no lo es.
4. Presta especial atención a la higiene
En un paciente diabético es importante lavar todos los días los pies y mantenerlos muy limpios. Es recomendable hacerlo con agua tibia y jabón. Cabe recordar que muchos pacientes no tienen sensibilidad en esta parte del cuerpo y no sentir el agua demasiado caliente puede generarle una quemadura. Por este motivo, también tendremos que evitar calentar los pies con bolsas de agua o colocarlos cerca de estufas y radiadores.
Secar bien los pies también será fundamental al igual que hidratarlos con cremas de pies específicas, cuidarlos para evitar la aparición de callosidades o durezas o aplicar un talco para el sudor.
5. Un calzado de calidad con unos calcetines sintéticos
Los mejores zapatos son los de piel. Es recomendable revisar su interior todos los días ya que una pequeña piedra, por ejemplo, puede causar una herida. Así pues, hay que extremar las precauciones en cuanto al calzado. A continuación, detallamos los aspectos más relevantes en cuanto a sus características:
- escoger un calzado que no oprima ni desajuste y sea ligero.
- la talla del piebasada en la anchura del antepié.
- la pala debe ser amplia y alta (licra preferentemente).
- el interior no debe llevar costuras.
- la suela tiene que ser de goma y antideslizante.
- el tacón debe tener 2 o 3 centímetros.
- calzado acordonado o con velcros.
- contrafuerte semirrígido.
- los materiales del corte del calzado deben ser traspirables como la piel.
Si estrenamos calzado, zapatos o zapatillas, hay que intentar llevarlos por la tarde y menos de una hora al día. Además, por casa no hay que caminar descalzos sino con unas zapatillas cómodas. Tampoco por piscinas o playas.
Por otro lado, los calcetines también tendrán un papel destacado. Te recomendamos que sean sintéticos, sin grandes costuras y que no aprieten ya que así la sangre circulará mejor. Ser diabético no implica que aparezca una ulceración o se vaya a tener que amputar el pie, pero es importante realizar las acciones preventivas necesarias para poder anticiparnos a la aparición de la úlcera.
Prevención del pie diabético.
Además de los consejos expuestos anteriormente, para prevenir los problemas a corto y largo plazo es aconsejable realizar un estudio neuropático y vascular que es lo que realizamos a los pacientes diabéticos en nuestras unidades especializadas en pie diabético. Pero, ¿en qué consiste este estudio?
Se realizan diferentes pruebas con el objetivo de determinar el grado de afectación en la sensibilidad del pie y el grado de aporte sanguíneo. Algunas de las pruebas son las siguientes:
1. Exploración de la sensibilidad (neuropatía diabética)
Mediante el uso de determinados aparatos se diagnostica el grado de afección de la sensibilidad en el pie que tiene el paciente. Se evalúa tanto la sensibilidad profunda como la superficial.
Es muy importante detectar de manera precoz la disminución de sensibilidad (neuropatía) para establecer planes de prevención que puedan evitar problemas en el paciente y para monitorizar la afección de la neuropatía en el tiempo. A través de un diapasón y monofilamento, se realiza la inspección profunda o propioceptiva.
2. Exploración vascular (vasculopatía diabética)
Esta exploración nos permite valorar el estado del aporte sanguíneo que recibe el pie con el objetivo de poder derivar el paciente al médico vascular en los casos necesarios. Se realiza utilizando un aparato llamado doppler.
3. Estudio baropodométrico
Nos ayuda a predecir lo que puede suceder (aparición de una úlcera, lesión e incluso amputación) al obtener el análisis estático y dinámico de las presiones plantares del paciente y diagnosticar potenciales problemas derivados de excesos de presión en determinadas zonas de la planta del pie.
Tratamiento para el pie diabético
Si sabemos que la causa principal de la ulceración es la presión mantenida en un punto concreto del pie y si somos capaces de detectar esos puntos de presión antes de que se forme la úlcera, mediante una plantilla personalizada podremos eliminar los puntos de sobrecarga minimizando en gran medida el riesgo de ulceración.
Para todo ello, utilizamos la metodología patentada de Podoactiva gracias a la cual obtenemos un molde virtual del pie con total precisión. Posteriormente, se diseña por nuestro equipo de ingeniería y se fabrica la plantilla de forma robotizada, usando materiales específicos que nos permitan eliminar los puntos de sobrecarga detectados en el pie. ¿qué conseguimos?
- Redistribución de las presiones
- Contención de deformidades
- Compensación de las alteraciones biométricas
Es importante entender que el hecho de sufrir diabetes no debe de relacionarse directamente con sufrir problemas de ulceraciones ni amputaciones en los pies, ni mucho menos. Lo importante es entender que los pies son una parte sensible en este tipo de pacientes y que es conveniente realizar las revisiones oportunas con los medios adecuados para poder realizar todas aquellas acciones preventivas necesarias para evitar cualquier complicación. Si aparece una herida aunque sea mínima, no debemos dudar, hay que acudir a consulta.
Caso clínico. Tratamiento de pie diabético con una úlcera en el pie izquierdo
Tratamos en clínica Podoactiva andorra a un paciente de 48 años de edad que acudió a nuestra consulta con una úlcera en el pie izquierdo derivado desde la unidad de diabetes del hospital Nostra Senyora de Meritxell.
El paciente fue diagnosticado de neuroartropatía de charcot – marie – tooth en el pie izquierdo, una alteración secundaria a una afectación por pie diabético. Comentar que la neuroartropatía de charcot consiste en una deformidad de los huesos y articulaciones del pie que cursa con inflamación. Se realizaron múltiples curas durante dos meses, pero no se obtuvieron resultados claros de mejora por lo que pidieron nuestra colaboración.
Se trata de una úlcera que se crea por no sentir dolor en el pie debido a la patología de la diabetes.
Valoración y cribaje del pie diabético
En primer lugar, se hizo una valoración y la úlcera presentaba estas características:
- localización en la zona de máxima presión del pie.
- buen aspecto con bordes bien delimitados, piel engrosada y de fácil sangrado.
- la piel envolvente con temperatura normal, seca y buen color.
- el lecho de la úlcera con tejido de granulación, limpio y sin apenas exudado.
Tras ello,