La marca
Empecemos por la teoría estricta. Según la oficina española de Patentes y Marcas (OEPM): “La marca es un signo distintivo”. Su función es la de diferenciar e individualizar en el mercado unos productos o servicios de otros productos o servicios idénticos o similares, así como identificar su origen empresarial. Por tanto, sirve de indicador de calidad y como medio de promoción de ventas”.
En un mercado cada vez más competitivo como el legal, los despachos de abogados deben diferenciarse para atraer y fidelizar a sus clientes. Una de las estrategias más efectivas para lograrlo, sin duda, es a través del branding. El branding no solo se basa en un logotipo o un nombre atractivo, es mucho más: hablamos de una serie de elementos y estrategias que han de ayudar a construir una identidad propia, muy sólida y reconocible en el mercado.
¿Qué es el branding?
El branding es el proceso de crear y gestionar una marca. Incluye la definición de la identidad de la marca, el desarrollo de su voz y personalidad propia, y la forma en la que se comunica con su audiencia. Para un despacho de abogados, esto puede incluir:
- Nombre y logotipo: un nombre memorable y un logotipo profesional, adaptado a la identidad de la firma, que reflejen los valores del despacho.
- Mensaje de marca: una declaración clara y concisa que comunique la misión, visión y valores del despacho.
- Identidad visual: colores, tipografía y diseño que sean consistentes y que impregnen todos los materiales corporativos y canales de marketing. Es imprescindible guardar una unidad de criterio de marca.
- Experiencia del cliente: la manera en que los clientes perciben e interactúan con el despacho.
- Reputación: la visibilidad continuada en el tiempo, que da la notoriedad y que bien trabajada alcanza la ansiada reputación. Se trata de la percepción pública del despacho basada en su historial, testimonios y presencia en medios.
Beneficios del Branding para despachos de abogados
Diferenciación en el mercado
El branding podrá permitir que un despacho de abogados destaque frente a su competencia. A través de una identidad de marca fuerte y coherente, los despachos pueden resaltar sus diferenciales, oferta de servicios, sus valores o su enfoque distintivo en la atención al cliente, por poner algunos ejemplos.
Construcción de confianza y credibilidad
Un branding efectivo ayuda a construir confianza y credibilidad. Los clientes potenciales son más propensos a contratar los servicios de un despacho que proyecta una imagen profesional. Una marca bien establecida transmite seriedad, competencia y fiabilidad.
Aumento del reconocimiento y “top of mind”
Una marca bien trabajada facilita que el despacho sea reconocido y recordado. Elementos visuales consistentes y un mensaje claro permiten que los clientes potenciales recuerden al despacho cuando necesiten servicios legales. Se trata de que un despacho se sitúe en el “top of mind” de sus potenciales clientes ante una necesidad concreta, asociando a dicho despacho con determinados servicios.
Atracción de clientes ideales
El branding ayuda a atraer a los clientes ideales para un despacho. Al comunicar claramente quién es el despacho y qué ofrece, se pueden atraer a aquellos clientes que se alinean con los valores y áreas de especialización del despacho. Esto no solo mejora la calidad de los asuntos y por ende la rentabilidad de la firma, sino también la satisfacción del cliente.
Fidelización de clientes
Un branding sólido también contribuye a la fidelización de clientes. La consistencia en la comunicación y la experiencia del cliente crea un sentido de lealtad y pertenencia vitales para cualquier despacho. Los clientes satisfechos son más propensos a regresar y recomendar el despacho a otros clientes.
Soporte en estrategias de marketing
El branding proporciona una base muy sólida y necesaria para todas las estrategias de marketing a desarrollar en un despacho de abogados. Desde campañas en redes sociales hasta publicidad y relaciones públicas. Una identidad de marca clara y coherente asegura que todos los esfuerzos de marketing estén alineados y sean más efectivos.
Componentes clave de un Branding exitoso para despachos de abogados
1. Identidad visual
La identidad visual incluye el logotipo, los colores, la tipografía y otros elementos gráficos que representan al despacho. Estos deben ser profesionales, adaptarse a un estilo propio y reflejar la profesionalidad y competencia del despacho.
2. Mensaje de marca
El mensaje de marca debe ser claro y conciso, comunicando los valores, la misión y la visión del despacho. Debe resonar con el público objetivo y diferenciar al despacho de sus competidores.
3. Presencia online
Una presencia online fuerte es crucial. Esto incluye una página web profesional, perfiles en redes sociales y la optimización continuada en motores de búsqueda, que se denomina SEO (Search engine optimization). El contenido debe ser relevante, práctico y útil para atraer y fidelizar a los clientes.
4. Experiencia del cliente
La experiencia del cliente es fundamental en el branding. Desde el primer contacto hasta la resolución del caso, cada interacción debe reflejar los valores, el propósito del despacho la promesa de valor de la marca.
5. Testimonios y casos de éxito
Los testimonios y casos de éxito son poderosas herramientas de branding. Son un efecto reclamo a otros clientes que muestran la capacidad del despacho para resolver casos y satisfacer las necesidades de los clientes, construyendo credibilidad y confianza.
Implementación del Branding en un despacho de abogados
Para implementar una estrategia de branding efectiva, es muy recomendable que los despachos sigan estos pasos:
- Definir la identidad de la marca de la firma: clarificar la misión, visión y valores del despacho.
- Desarrollar elementos visuales: crear un logotipo, seleccionar colores y una tipografía que representen al despacho. Hablamos de una identidad propia, que se asocie a la forma de trabajar y pensar de los profesionales de una firma. La autenticidad en este punto juega un papel fundamental.
- Crear un mensaje de marca: redactar un mensaje claro y consistente que comunique la propuesta de valor del despacho.
- Establecer una presencia online: desarrollar una web profesional, mantenerla actualizada y nutrida con contenidos de calidad y perfiles en las redes sociales donde se encuentre nuestra audiencia, y mantenerlos actualizados a través de una estrategia ad hoc.
- Fomentar la experiencia positiva del cliente con el despacho: asegurar que cada interacción con el cliente refleje los valores del despacho y que la atención sea exquisita.
- Recopilar testimonios: pedir a los clientes satisfechos que compartan sus experiencias y utilizar estos testimonios en materiales de marketing como efecto reclamo. ¡Vivimos en la era de las reseñas!
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Paula Armada, consultora de Marketing y Comunicación de Diferencia Legal.