Un "Rolls-Royce" en Club de Mar-Mallorca - Club De Mar Mallorca

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Le realizamos en exclusiva una entrevista Jacques Clemens, el dueño de un Hutting 40, un velero conocido como el “Rolls-Royce of the Seas”

Club de Mar-Mallorca alberga más de 530 amarres, acogiendo todo tipo de barcos, yates y veleros. Paseando por sus amarres se pueden observar grandes yates de personalidades conocidas; pequeños veleros quienes sus dueños son amantes de mar; clásicos que aún compiten en regatas; barcos de expedición e incluso barcas tradicionales convertidas en yates de lujo. En definitiva, una amalgama de embarcaciones que hacen las delicias de aquellos y aquellas que les gusten estas obras de ingeniería flotante.

Sin embargo, para el ojo poco conocedor de la náutica se le puede “escapar” alguna joya, que brillan con luz propia. Este es el caso del “Parcival”, un Hutting 40 de 1999, construido en los famosos astilleros holandeses Hutting Yacht. Su dueño, Jacques Clemens, usuario del club desde hace más de 8 años, habla de él con un cariño especial, ya que este barco le ha acompañado desde hace años a diversos destinos, ha sido su hogar en alta mar y ha disfrutado de la navegación con él, quién dice que “en momentos de mala mar, Hutting 40 hace que no notes las olas a penas”.

El club ha tenido el privilegio de entrar en este barco en el que la buena calidad de los materiales de la nave, la ingeniera aplicada en el interior y las pocas unidades existentes en el mercado le ha concebido el apodo del “Rolls-Royce of the Seas”.

¿Por qué este barco se le conoce como el “Rolls-Royce of the Seas”?

Este barco es uno de los más especiales que fabrica Hutting, por su tamaño, su material y el escaso número de unidades que han salido al mercado desde 1972. El material utilizado en su casco, cubierta y superestructura es el aluminio, lo que le convierte en uno de los veleros más resistentes al paso del tiempo y a las inclemencias climáticas. Otro de los detalles a tener en cuenta es que, desde los 70, solo se han fabricado una veintena de piezas, por eso también es tan especial porque no hay muchos. Y por su puesto, un detalle muy importante, es la sensación que te da el velero a la hora de navegar, suave y liviana.

¿Por qué se interesó usted por este modelo?

En 1989, cuando cayó el muro de Berlín, el mercado náutico alemán se abrió al mundo. Ese mismo año, durante una travesía en vela por el mar Báltico pude ver por primera vez este barco y me encantó, dije “este es mi barco”. Desde aquel entonces comencé a buscar posibles vendedores, pero entre que hay pocas unidades en el mercado y que estos barcos tienden a pasar de generación en generación, debido a su calidad y buena conservación, me resultó imposible adquirir uno. Hasta que, en 2016, en la feria náutica de Dusseldorf pude encontrar a un interesado en venderme el barco y ese vendedor lo tenía aquí, en Club de Mar-Mallorca. Así que viajé hasta Mallorca, vi el barco y fue amor a primera vista.

Con este barco ¿Cuántos mares ha surcado?

Nosotros solo hemos navegado entre las Islas Baleares. Hemos recorrido Mallorca, y hemos navegado hasta Formentera y Menorca. Pero tenemos en mente un gran viaje por el mar Mediterráneo, conocer las islas griegas, Croacia, Italia…
Hay que tener en cuenta, que nosotros somos los segundos dueños que tiene este barco. Su primer dueño si recorrió más kilómetros de distancia, cruzando el Atlántico y navegando por el Caribe. No obstante, a pesar de las largas distancias recorridas, el barco está en plena forma.

Me han comentado que ahora vuelve a llevar al barco a su lugar de origen, a los Astilleros holandeses ¿Para qué, exactamente?

El barco actualmente tiene 25 años, y es hora de que pase un chequeo. Lleva en agua muchos años y tiene algunos desperfectos, pero muy leves. Por eso queremos llevarlo a los astilleros para que lo pongan a punto y así pueda durar 25 años más.

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