Ángel Ricardo Rodríguez: “Combinar una adecuada nutrición con el ejercicio crea un círculo virtuoso” - Educa-med

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El ejercicio físico y la nutrición son fundamentales para mejorar la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes oncológicos, una realidad que se confirma al integrar estas herramientas en los tratamientos. De todo ello hablamos con Ángel Ricardo Rodríguez, médico especialista del Grupo de Trabajo de Ejercicio y Cáncer de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y del Departamento de Oncología Médica del Complejo Hospitalario Universitario Insular (CHUIMI), en Gran Canaria. Como docente de la I edición del Curso de Ejercicio y Nutrición en Cáncer para Clínicos, que se celebra el próximo 15 de enero, subraya también la importancia de la formación continua para garantizar una atención integral y mejorar la coordinación entre los profesionales sanitarios.

Educanews.- ¿En qué medida podemos decir que existe evidencia científica de que el ejercicio físico puede influir en la calidad de vida de los pacientes con cáncer?

Ángel Ricardo Rodríguez.- La evidencia disponible demuestra que el ejercicio físico influye en la calidad de vida de los pacientes. Mejora su condición física, lo que se traduce en mayor autonomía y menor dependencia de cuidados. Además, ayuda a controlar síntomas como el dolor, la ansiedad y la depresión. También contribuye a mejorar la composición corporal, la salud psicológica y la autoestima. Además, está comprobado, mediante evidencia de alta calidad y estudios en constante desarrollo, que el ejercicio contribuye a una mayor supervivencia: los pacientes no solo viven mejor, sino que también viven más.

No obstante, reunir una evidencia rigurosa en este ámbito es complicado debido a las diferencias y la heterogeneidad entre los pacientes, en términos de edad, género, naturaleza de sus enfermedades y hábitos previos. Esto puede hacer que la evidencia no parezca tan sólida o abundante como la de un tratamiento farmacológico. Sin embargo, hay razones más que suficientes para integrar el ejercicio como terapia complementaria en el abordaje del paciente con cáncer.

¿Qué importancia tiene la nutrición en el tratamiento integral del paciente oncológico?

En cuanto a la nutrición, ocurre algo similar. Aunque ya está más integrada en los cuidados y consejos al paciente oncológico, sigue siendo un área en la que el paciente puede tener mayor control. Una dieta inspirada en el modelo mediterráneo resulta adecuada. Esto incluye un alto consumo de frutas, verduras y carbohidratos de absorción lenta, como las legumbres, sin descuidar el aporte de proteínas. En caso necesario, este aporte puede suplementarse con batidos proteicos avalados por estudios que demuestran su eficacia en prevenir el desgaste metabólico asociado al cáncer. Así, combinar una adecuada nutrición con el ejercicio crea un círculo virtuoso que mejora diversas esferas de la experiencia del paciente.

¿Cuál será en particular la temática que abordará en el marco del I Curso de Ejercicio y Nutrición en Cáncer para Clínicos, que tendrá lugar el 25 de enero de 2025?

Mi enfoque particular en I edición de esta formación, se centrará en cómo prescribir ejercicio desde la consulta de oncología médica el ejercicio físico en un minuto. Para ello, es crucial contar con redes de apoyo formadas por profesionales como rehabilitadores, fisioterapeutas, psicólogos, enfermeros, auxiliares, trabajadores sociales y especialistas en deporte. Además, la colaboración con atención primaria, empresas privadas, municipios y voluntarios es clave para establecer circuitos de derivación. Estos circuitos permiten indicar el ejercicio adecuado al paciente o crear redes propias de colaboración basadas en experiencias exitosas.

En este sentido, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha creado un observatorio y un mapa en constante desarrollo para identificar espacios hospitalarios y extrahospitalarios donde los pacientes puedan realizar ejercicio adaptado y supervisado por profesionales con experiencia y sensibilidad en este tipo de cuidados.

¿Cuáles son, por tanto, las principales estrategias de comunicación con el paciente?

La relación médico-paciente en la consulta es algo prioritario. Es fundamental que las administraciones apoyen a los oncólogos, no solo con recursos financieros, sino también reduciendo la carga administrativa, para dedicar más tiempo a una conversación terapéutica basada en la escucha activa, el apoyo y la empatía hacia el paciente y su familia.

Esta formación es esencial para equipar a los profesionales sanitarios con conocimientos actualizados y herramientas que les ayuden a optimizar la atención integral de sus pacientes. ¿Qué aspectos considera más importantes para mejorar precisamente la atención integral de los pacientes con cáncer

Este curso es una formación básica que puede situar a todos los profesionales, tanto sanitarios como no sanitarios, en el mismo nivel de conocimiento sobre las características singulares del paciente oncológico y sus necesidades en cuanto al ejercicio terapéutico.

¿Cuáles son los principales desafíos al asesorar a pacientes con cáncer sobre ejercicio y nutrición?

Uno de los principales desafíos para asesorar a un paciente con cáncer sobre ejercicio y nutrición es que, durante la consulta, debemos dedicar una gran cantidad de tiempo, como es lógico, a explicar el diagnóstico y la necesidad de realizar otras pruebas antes de decidir el mejor tratamiento o el orden en que deben aplicarse.

Es fundamental recopilar más información mediante escáneres, biopsias y analíticas, además de debatir el caso en un comité de tumores con expertos en radiología, cirugía, medicina nuclear y radioterapia. Posteriormente, debemos transmitir esa decisión al paciente y a sus familiares, detallando el orden de los tratamientos, qué implican estos, los posibles efectos secundarios, cómo afrontar la enfermedad y cómo sobrellevar la intensidad del tratamiento, siempre poniendo el foco en objetivos como cronificar la enfermedad o curarla.

También derivamos a los pacientes a otros profesionales si lo necesitan, como psicólogos, o trabajadores sociales si presentan vulnerabilidades o carecen de recursos. Por ello, el principal desafío es que, debido a la sobrecarga asistencial y la urgencia del día a día, resulta muy difícil no dejar de lado aspectos fundamentales del cuidado integral, como el ejercicio y la nutrición.

¿Qué papel cree que juegan los programas de formación continua, como este curso, a la hora de mejorar la calidad de vida de los pacientes?

Programas de formación continua como este curso son esenciales para que todos los profesionales implicados en el cuidado del paciente hablen el mismo idioma. Oncólogos, entrenadores, enfermeros, fisioterapeutas, y otros especialistas pueden unificar criterios centrados en el paciente con cáncer, quien tiene sus propias necesidades y vulnerabilidades particulares.

Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son sus expectativas para la oncología en los próximos diez años? ¿Qué avances o innovaciones cree que tendrán un mayor impacto en la práctica clínica?

De cara al futuro, mis expectativas para la oncología en los próximos 10 años incluyen la integración de la inteligencia artificial para aliviarnos por ejemplo de tareas burocráticas, especialmente en la consulta médica. Además, la IA podría apoyar la toma de decisiones mediante la incorporación de nueva evidencia y avances en ejercicio, nutrición y farmacología, permitiéndonos personalizar y adaptar los planes de tratamiento concreto a cada paciente de manera más eficiente.

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