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La recogida y reciclado de papel y cartón es un negocio antiguo, pero con una vocación de adaptación permanente a los nuevos retos y a los nuevos tiempos.
Estamos sin duda ante un sector muy maduro, desde las primeras iniciativas surgidas en China y Japón hace más de diez siglos, pasando por Inglaterra y los Estados Unidos a finales del siglo XVII, y la expansión de los negocios en España y Europa en la segunda parte del siglo XX. Todo y todos han contribuido a consolidar este negocio como una necesidad real de la sociedad y economía de cada momento.
En el entorno actual los acontecimientos suceden con muchísima rapidez, las tecnologías avanzan vertiginosamente, las leyes se modifican y cada vez tienen mayor incidencia en el devenir de nuestros negocios, las personas y su forma de ser, la forma de ver y abordar la relación laboral ha cambiado, los mercados se han internacionalizado.
Siguiendo un símil futbolístico, el terreno de juego es diferente, los jugadores tienen una nueva mentalidad y las normas del juego se han modificado. Y nos preguntamos cómo un negocio tan maduro como el nuestro puede subsistir ante tan mayúsculos cambios. Solo hay una respuesta: inteligencia y adaptación, que en este caso concreto convergen. Hace 40, 50, 60 o 70 años, este era un negocio necesario. Como siempre hemos dicho, el negocio cumplía una función, pero por llamarlo de alguna manera, era un oficio olvidado y un tanto al margen. Hoy la recuperación está en lo más alto y forma parte de la economía circular. Ahora la sociedad, los medios económicos y la clase política coinciden en que la recuperación y el reciclaje son fundamentales y es punta de lanza de la economía verde
Esto se ha conseguido adaptando el negocio, superando los numerosos cambios habidos en el camino, y enfrentándonos a los nuevos restos que todavía hoy son muy numerosos. El hecho de pasar de comprar papel y cartón a gestionar un amplio abanico de residuos en nuestras instalaciones, ha supuesto ampliar la cartera de servicios, y una búsqueda constante de nuevas soluciones de valorización y gestión para satisfacer las necesidades cambiantes de nuestros clientes. En la actualidad, las compañías de recuperación son empresas de servicios, con fuertes inversiones y un alto componente logístico.
De contar con una prensa como casi único activo, a invertir una gran cantidad de millones de euros en modernizar nuestras plantas, actualizar las flotas de camiones y otros elementos logísticos. Todo ello con una agravante, y es que en muchas ocasiones estas elevadas inversiones son extremadamente difíciles de asegurar. Esto supone un enorme riesgo que se asume exclusivamente por la propiedad.
De ser un negocio simple en su fondo y en su forma, a ser un negocio altamente regulado y legislado. Son constantes los cambios legislativos que nos afectan a diferentes niveles, como el último reglamento de envases y residuos de la UE. Esto supone conocer a fondo la legislación y aterrizarla en nuestro día a día. Hemos pasado de ser un sector olvidado a ser un sector puesto en la palestra de la tendencia socioeconómica actual. Europa, España, las comunidades autónomas, a todos los niveles, se pretende favorecer la economía circular. Ello supone saber gestionar esta enorme responsabilidad que se nos ha trasladado.
Hoy la recuperación necesita de talento, de personas muy preparadas, con profundos conocimientos técnicos y legales de medioambiente. Factor que implica seleccionar adecuadamente e incluso retener mejor a estas personas para que hagan carrera en nuestras empresas. Todo esto lo hacemos en la recuperación todos los días. ¿Qué pedimos humildemente pero con firmeza a los poderes públicos? Que se armonicen y simplifiquen las leyes y trámites administrativos en el ámbito español de las comunidades autónomas y en el marco de los países de la Unión Europea. Que no se añada más complicación innecesaria a un negocio que ha sido capaz de elevar las tasas de recogida y reciclaje a una de las más altas de Europa.
Como dejó escrito Séneca: “No hay nadie menos afortunado que el hombre al que la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba”. A los recuperadores de papel y cartón se nos ha puesto a prueba y nos hemos adaptado, y así lo continuaremos haciendo.
Carlos Ventós
Director Sales & Trading. Saica Natur.