TECNIBERIA considera que es imprescindible revisar el sistema de cálculo de los gastos generales que se incluyen en las cláusulas de los contratos públicos de servicios de ingeniería, ya que son considerablemente inferiores a los reales, lo que impacta negativamente en la viabilidad y la sostenibilidad del sector. La supervivencia de las empresas de ingeniería depende de valorar correctamente en las licitaciones todos los gastos generales.
Según el estudio ‘Los gastos generales en las empresas de ingeniería’, elaborado en base a un análisis de las estructuras de costes de las ingenierías especializadas en diseño y supervisión de obra civil y edificación, el coste salarial básico -salario bruto más seguridad social- debería incrementarse en un 60% como rango mínimo para evaluar realmente el coste del servicio y, por tanto, reflejar los gastos generales reales para las empresas. El desglose de ese porcentaje se realiza en tres grandes apartados: horas de convenio no facturables, que representa el 22,3%; el coste de servicios generales de gestión de la empresa el20,3% y el coste de los equipos e instalaciones el 17,5%.
El informe resalta que este porcentaje choca frontalmente con la metodología tradicional, que aplica porcentajes del 13% sobre el coste salarial, heredada de las diferentes leyes de contratos públicos y que es aplicable al sector de la construcción, pero no para el de la ingeniería, donde el coste salarial es el de mayor peso en la estructura de costes para el funcionamiento de la empresa. En este sentido, el informe subraya que emplear coeficientes tan bajos como los que actualmente se proponen en los contratos públicos “obliga a que parte del coste de operación incida en la reducción del coste salarial y, por tanto, el efecto sea muy negativo en la retribución del personal de las ingenierías”.
El estudio define el concepto ‘gastos generales’ como todos los costes en los incurre una empresa que no pueden asociarse directamente a un proyecto. Incluyen costes asociados a la gestión de la compañía, salarios de los empleados de estructura, tecnología y equipos, formación, publicidad y marketing o investigación y desarrollo.
El informe de TECNIBERIA analiza los orígenes legales del coeficiente de gastos generales y su aplicación por diversas administraciones. Tras una revisión de distintas normativas, concluye que los gastos generales son de obligada inclusión para confeccionar un presupuesto, pero no se hace referencia a un cálculo o una horquilla: No existe referencia legal que cuantifique ni limite el coeficiente de gastos generales a aplicar en servicios de ingeniería, por lo que esta cifra debe ser ajustada a la realidad de las empresas y debe diferir de la contemplada por las leyes de contratos públicos, ya que se basan en el sector de la construcción y no en el sector de la ingeniería. A nivel europeo existen normativas que establecen una horquilla de entre el 15% y el 25% de costes indirectos e incluso mayores
Costes mayores que en otros sectores
No obstante, y con el objetivo de emplear un documento público e independiente de la propia patronal, el informe de TECNIBIERA analiza el informe ‘Tarifas base de personal para los pliegos de asistencia técnica y servicios de ingeniería y consultoría’ elaborado en 2021 por la Dirección General del Aguas del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. Este documento recoge que se deben tener en cuenta en las licitaciones de contratos públicos los costes adicionales al coste salarial, las horas no facturables y los gastos generales, cifrando este tercer factor en más del 13%, aunque en el cálculo global lo eleva hasta el 95% sobre el salario bruto más seguridad social. Esta era la referencia que se usaba tradicionalmente en los presupuestos de ingeniería de forma errónea al considerar la estructura de una empresa de construcción, cuando para esas empresas de ingeniería esa referencia es evidentemente baja.
Como conclusión, el informe de TECNIBERIA apunta que los costes generales de una empresa del sector de ingeniería son mucho mayores que los indicados en los contratos públicos y absolutamente diferentes a los de empresas de otros sectores, como la construcción. “Es evidente -subraya- que de forma errónea se asume que los gastos generales son exclusivamente los referentes a los equipos de gestión de las empresas, pero hay que añadir otros gastos como la reducción de horas facturables- la mayor parte de ellas exigidas por la legislación vigente- o los costes de los equipos y materiales que cada vez son de mayor exigencia como es el caso del software, que ha adquirido una importancia capital en la producción de cualquier contrato de ingeniería”.
Puedes acceder al informe «Los gastos generales en las empresas de ingeniería», en este enlace