Cómo comenzar una novela. 8 pasos

Compatibilità
Salva(0)
Condividi

¿Cómo comenzar una novela? ¿Conoces los 8 pasos que puedes ir dando para así crear esa trama que ya tienes proyectada en tu esquema literario?

¿No tienes muy claro por dónde comenzar? Vamos a ir viéndolo, entonces, a continuación. Te mostraré qué 8 etapas puedes seguir para darle continuidad a la escritura.

Si nos centramos en el desarrollo una vez que has empezado con la escritura de la novela y has puesto a un personaje o a otro en un conflicto, tu lector ya estará interesado en la historia, al menos en esas primeras páginas.

Por eso es el momento de que comiences a desarrollar tu historia, dar forma al conflicto y a los personajes.

A partir de ese momento debes conjugar la tensión con la calma, la acción con la quietud. Y es que dosificando la información mantendrás el interés de tu lector, pues querrá seguir leyendo en busca de esa información.

Una vez que hayas encontrado el inicio en que has situado al personaje frente a un conflicto, llega el momento de continuarlo.

No puedes resolverlo en las primeras páginas porque entonces habrá concluido la historia y dejarás al lector con ganas de más, así que lo planteado al comienzo debes continuarlo en el nudo de la trama. 

Por tanto, tienes que continuar, si bien no puedes ser alargando de forma artificial en la narración, sino buscando la forma de que tu conflicto se complique y el personaje o personajes tengan que seguir enfrentándose a él.

Además de acercar el conflicto a tu lector, has de que acercarle también los personajes, que tu lector los sienta muy cerca, próximos.

El empleo de los hilos argumentales

En una novela no solamente habrá una historia, sino pequeñas historias secundarias que te ayudarán a potenciar la principal, están al servicio de lo principal de tu historia.

Por otra parte, esta llegará en algún momento al final, pero ha de hacerlo de forma que no parezca forzado. Puede que como escritor hayas construido una buena historia, pero si falla al final, fallará la historia entera. El desenlace tiene que ser necesariamente verosímil, ha de parece natural, y no ser predecible ni aleccionador. Es preferible evitar la moraleja. Con el final hay que enseñar a tu lector, con el final hay que cerrar la historia.

Cuando empiezas a escribir una historia, puedes no saber cuál va a ser el final de forma exacta. Pero sí sabrás hacía dónde se dirige la trama, lo cual no supone saber cuál va a ser el desenlace final del conflicto. Y es que las historias van haciéndose a medida que se crean.

Cómo comenzar una novela. 8 pasos que puedes seguir

Si comenzamos por los primeros pasos de tu obra. Y es que el comienzo, como sabes, es una de las partes más importantes (y llamativas), tanto para tu lector como para el editor.

El arranque de tu libro debe ser imaginativo, audaz, original… Las primeras líneas serán las que marquen la diferencia entre una obra que pueda publicarse… y otra que no. 

Entonces, ¿cómo empezar una novela? ¿Por dónde arrancar?

Sin duda, una de las etapas más importantes es escoger el tipo de comienzo que deseas emplear para tu libro. ¿Has pensado en usar alguno de estos?

PASO 1- Para empezar, puedes apostar por el empleo del lenguaje coloquial. En este caso, comenzarás tu novela con la utilización de un lenguaje habitual, el que suele utilizar la gente de la calle. Un ejemplo de un libro así es «Tomates verdes fritos».

PASO 2- Si la trama te lo «exige», quizá puedas apostar por un comienzo dialogado. Tu novela arranca con un diálogo entre los personajes. Estos pueden ser principales o secundarios.

Eso sí, cuidado con este recurso porque, para que funcione bien en la historia, ha de estar muy bien introducido. O lo que es lo mismo, tu lector debe tener claro en qué contexto ocurre la charla entre personajes, y quiénes forman parte de ella. 

PASO 3- ¿Has pensado en arrancar con un recurso epistolar, por ejemplo? Lo primero a lo que accederá tu lector es a una carta, donde se suele esbozar el conflicto. Incluso puedes emplearla para presentar a quien será el personaje protagonista (o uno de ellos).

PASO 4- Si apuestas por una novela con ciertos toques intimistas, muy personales, puede funcionarte un inicio autobiográfico. El narrador cuenta su vida, que no tiene por qué coincidir con la del autor. Un ejemplo es el «El Gran Gatsby», de Scott Fitzgerald.

Otros tipos de recursos para empezar tu libro

PASO 5- Aunque no tiene tanta agilidad como los mencionados anteriormente, no podemos dejar de lado el comienzo descriptivo. En este, las primeras frases describen una situación, un lugar, un objeto, etc. Un ejemplo magistral es el comienzo de «La Regenta».

Cuidado, por supuesto, ya que es importante, primero, que la descripción tenga sentido dentro de la historia, y segundo, que tras este comienzo expositivo, enseguida emplees un elemento que incremente la tensión narrativa en la historia, como un giro argumental, por ejemplo. 

PASO 6- O tal vez quieres apostar por un arranque histórico, que busca situar a los lectores desde los primeros compases. De este modo, la obra empieza narrando un hecho histórico que sitúa la escena y los personajes. Uno de los libros que se inicia así es el «El manuscrito carmesí», de Antonio Gala.

PASO 7- Llegando al final de la exposición de algunos recursos para escribir tu novela, nos referimos, igualmente, al comienzo testifical. ¿En qué consiste? Alguien narra sucesos ocurridos a otra persona. El narrador suele ser un periodista, investigador, descendiente del protagonista. Ejemplo: «Sostiene Pereira», de Antonio Tabuchi.

PASO 8- Y cerramos este apartado con el inicio que llamamos de acción. Lo primero que recibe tu lector es una acción que no entiende por qué ha ocurrido. Es el comienzo más atractivo para tus lectores, ya que necesitan seguir leyendo para entender qué ha sucedido en esos primeros párrafos. Ejemplo: «El corazón tan blanco», de Javier Marías.

Y, por supuesto, es un tipo de arranque que puede funcionarte muy bien si escribes novela negra.

Ahora, revisemos estas pautas para comenzar tu novela

Con estas pautas, quizá sepas mejor si, a la hora de empezar tu novela, los primeros párrafos de tu libro son lo suficientemente potentes para que tu lector se meta de lleno en tu obra, o si es necesario potenciar algún elementos de las primeras líneas.

No lo olvides, las primeras páginas de tu novela no solo son los primeros pasos del camino que te conducirá a una correcta escritura del texto, también son definitivas para que tus lectores (y el editor) quieran seguir avanzando con la lectura… o no. De ahí la importancia de que estén perfectamente trabajadas.

Por eso, si tienes alguna duda sobre el prólogo o el comienzo, recuerda que puedo ayudarte con mi Programa Publica con Éxito, dedicado a la mentoría y a la representación literaria.

A la hora de enviar tu candidatura, solo tienes que cumplimentar el formulario que encontrarás en la web de mi Programa. La revisaré y, si considero que puedo ayudarte, que podemos trabajar juntos, te escribiré para que hablemos de cómo puedo ayudarte a escribir tu novela. 

Además, te enviaré un breve diagnóstico gratis de tu texto, podré decirte si el inicio es atractivo o si es necesario hacer algún cambio.

Recuerda, contactar conmigo no te compromete a nada y es muchísimo lo que puedes conseguir: tener claro cómo escribir una novela que sea publicable.

Te espero.

Gracias.

Recapiti
Amalia Sánchez