La imagen de esta fotografía muestra una escena en blanco y negro de una procesión religiosa. En el centro, destaca una gran estatua de la Virgen María, que lleva en sus brazos al Niño Jesús. Ambas figuras están ricamente vestidas y la Virgen lleva una corona radiante. Este conjunto está elevado en una plataforma o carroza, rodeada de arreglos y decoraciones florales con jarrones metálicos. La base está cubierta con una tela oscura con pliegues elegantes que caen por los lados. El conjunto se ve solemne y cuidadosamente preparado para la ocasión. Alrededor, varios hombres vestidos formalmente de trajes oscuros y corbatas, con expresiones serias y respetuosas, parecen estar llevando o acompañando la procesión. Este acto discurre en el exterior, pues se pueden apreciar detalles arquitectónicos de edificios típicos al fondo, y en el cielo es visible un entramado de cables eléctricos. Un cielo oscuro que contrasta con la brillantez de las flores y la estatua iluminada, contribuye a transmitir respeto y tradición, típica de festividades religiosas, que evidencia la riqueza cultural y la relevancia de este tipo de festividades en España.
Esta imagen captura la majestuosidad de una procesión de María Auxiliadora, un evento religioso devocional hacia esta figura sagrada. Este acto lleno de fervor y tradición, une en una manifestación de piedad popular. En el contexto histórico, se destaca que es la primera procesión salesiana de María Auxiliadora en la localidad de Ciudad Real en el año 1963, y que las personas retratadas en la imagen son miembros de esa comunidad salesiana. En la imagen destaca la persona central, con gafas, que corresponde al retrato del salesiano don Joaquín García, propietario de esta fotografía que amablemente cedió para su publicación.
En 1961 llegaron los primeros salesianos a Ciudad Real, con el fi n de hacerse cargo de la Escuela Hogar Santo Tomás de Villanueva, propiedad de la Diputación Provincial, especialmente dedicado a niños y niñas, huérfanos de toda la provincia; impregnando a la institución el carisma de Don Bosco, consiguiendo crear un verdadero hogar entre las paredes del gran edificio de la Plaza de San Francisco de la capital.
Aquel año de 1961 llegaron los primeros salesianos pero con la Auxiliadora al frente de ellos materializada en la estatua de su imagen, y alrededor de la cual giraba toda la vida diaria del antiguo hospicio y, muy especialmente, en las fi estas a Ella dedicada en los días en torno al 24 de mayo, festividad de María Auxiliadora de los Cristianos, contando con una atención propia y realizando una procesión por las calles aledañas. Pero durante la década de los años 70, la procesión de María Auxiliadora en Ciudad Real comenzó a decaer debido a diversos factores que dejaron, al final, en el olvido esta tradición.
A los 25 años después de su llegada, los salesianos se trasladaron al cercano Colegio Hermano Gárate, ofrecido por los Jesuitas para llevar su gestión. Este nuevo lugar permitió continuar con su misión educativa y social, adaptándose la comunidad salesiana a las nuevas necesidades. Desde entonces, esta misma imagen de María Auxiliadora, fue entronizada bajo el coro alto, a los pies de la Iglesia colegial de San Ignacio, como recibiendo a todos los que han traspasado sus puertas, para seguir recibiendo culto por los ciudadrealeños; hasta que en tiempos recientes se ha cambiado a su lugar actual, bajo las bóvedas centrales del templo, en sencillo retablo realizado ex profeso y frente al retablo dedicado a San Juan Bosco, Santo Domingo Savio y la Beata Laura Vicuña.
En la celebración de la efeméride del cincuentenario de la presencia salesiana de Ciudad Real, en el año 2012, se ha vuelto a recuperar esta tradición con la misma imagen de la Virgen que procesionaba entonces desde la Escuela Hogar, pero en esta ocasión sobre un nuevo paso procesional de estilo malagueño, con varales largos, diseñado específicamente para ser portado por los alumnos y alumnas que finalizaban sus estudios en el colegio. La clausura de este cincuentenario, en la Catedral, fue con una Eucaristía presidida por el Cardenal Fray Carlos Amigo Vallejo, gran amigo de la Familia Salesiana, para finalizar con María Auxiliadora, en su nuevo paso y portada por más de 60 alumnos, paseaba grandiosa por las calles de Ciudad Real para finalizar con su bendición en el colegio.
Hoy en día, el Colegio Salesiano Hermano Gárate sigue siendo un centro educativo importante en Ciudad Real. Atiende a niños y jóvenes ofreciendo su atención desde educación infantil hasta formación profesional. Además, se realizan actividades de tiempo libre y educación en valores a través de clubes deportivos, centros juveniles y talleres. La historia de los Salesianos en Ciudad Real es un testimonio de su compromiso con la educación y el bienestar de los jóvenes, siguiendo el legado de su fundador Don Bosco.
FUENTE: Fotografía en papel fotográfico brillante de 1963
Original fotográfico del Archivo personal de don Joaquín García
Fondo fotográfico digital del CENTRO PATRIMONIO SALESIANO (SSM)
Salesianos Carabanchel (MADRID)