¿Usar el mismo calzado todos los días? 4 Razones para evitar esta práctica y cuidar tus pies - Podoactiva. Podología y biomecánica

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16 Dic 2024

La elección del calzado es una parte fundamental del cuidado de nuestros pies. Sin embargo, una práctica común como usar el mismo calzado todos los días puede tener consecuencias negativas tanto para tus pies como para el propio calzado. A continuación, te contamos cuatro razones clave por las que no es bueno usar el mismo calzado todos los días del año y debes alternar tus zapatos y zapatillas.

Impacto en la higiene al usar el mismo calzado diariamente

Si siempre llevamos el mismo calzado, no dejamos que se airee su interior y, por ello, la humedad y sudor pueden provocar la aparición hongos. Los zapatos cerrados son un entorno idóneo para la proliferación de bacterias y, por lo tanto, del mal olor.

Para evitar estos problemas, es recomendable alternar entre al menos dos pares, permitiendo que uno se airee mientras utilizas el otro. Además, elige zapatos fabricados con materiales de calidad, como cuero o tejidos transpirables, que favorezcan una buena ventilación y reduzcan la acumulación de humedad.

Desgaste y deformación por el uso continuo del mismo calzado

El uso prolongado y repetido de un solo par de zapatos acelera su desgaste natural. Esto es especialmente evidente en las suelas, que pierden tracción y amortiguación con el tiempo, y en la estructura del calzado, que puede deformarse. Como resultado, los zapatos pierden su capacidad de brindar el soporte necesario, afectando negativamente tu pisada.

Una pisada incorrecta puede causar problemas a largo plazo, como fascitis plantar, dolores en las rodillas, caderas o espalda. Además, un calzado desgastado incrementa el riesgo de tropezones y caídas, especialmente en superficies resbaladizas.

Uno de los principales beneficios de no usar el mismo calzado todos los días es que prolongas su vida útil. Así, les das tiempo para recuperarse y mantener su forma. Aseguras un soporte constante y adecuado, lo que ayuda a prevenir lesiones y molestias en tus pies y articulaciones.

Riesgos de lesiones al usar el mismo calzado todos los días

Hay determinados tipos de calzado que provocan dolor de pies si se abusa de ellos. Un ejemplo claro son los zapatos de tacón o las chancletas en verano. Por sus características, altura de tacón o suela fina y falta de sujeción, estos dos ejemplos de calzado pueden provocar dolores y patologías como fascitis plantar, esguinces, callosidades, etc.

Si hablamos del calzado en el mundo deportivo, se incrementa mucho más la posibilidad de lesionarnos. Es decir, si todos los días utilizas las mismas zapatillas para realizar una actividad deportiva, estas se deformarán mucho antes, dejarán de proteger el pie y los materiales dejarán de cumplir su función, por ejemplo, la amortiguación si hablamos de running o los tacos si hablamos de fútbol, entre otros. No es aconsejable utilizar siempre las mismas zapatillas para practicar deporte ni llevar todos los días los mismos zapatos.

Cuando usas el mismo tipo de calzado todos los días, no solo incrementas las posibilidades de lesiones, sino que también sometes a tus pies a patrones repetitivos de presión que pueden derivar en deformidades o dolores crónicos. Además, si acostumbramos diariamente los pies a unas determinadas características de un calzado (horma concreta, materiales específicos, unos centímetros de tacón, drop, etc.) cuando pasemos a otro modelo notaremos mucho más esta variación de elementos, derivando en posibles dolores o lesiones.

Zapatos para cada época del año

Al igual que sucede con la ropa, es recomendable adecuar nuestro calzado a la época del año en la que estemos. Lo ideal es utilizar un tipo de zapato para cada estación, sobre todo, para invierno y verano, épocas caracterizadas por unas temperaturas más extremas.

En invierno, aconsejamos llevar un calzado con una suela de mayor grosor para evitar que pase el frio y que sea antideslizante para prevenir caídas por las lluvias o nieve, entre otras características. En la época estival apostamos por el calzado abierto. Si llevamos sandalias es importante que estén bien sujetas al tobillo para que no se desplace el pie en cada paso y evite también problemas por fricción.

Es importante hacer un cambio progresivo de calzado cuando cambiamos de estación para que los pies se vayan acostumbrando, evitando así daños como durezas, callosidades, ampollas, etc.

Beneficios de alternar el calzado diariamente

Cambiar entre diferentes pares permite que tus pies experimenten distintas formas y soportes, lo que puede fortalecer la musculatura del pie y mejorar la circulación. Además, esta práctica contribuye a la higiene, ya que reduces el tiempo que tus zapatos están en contacto con el sudor y la humedad.

No debemos acostumbrar nuestros pies a un solo calzado, hay que saber combinarlos y dejarlos descansar, por lo menos un día para que se aireen y no se deformen. Si se practica algún deporte, hay que usar un calzado adecuado para dicha actividad. Como en todo en la vida, abusar de algo no es bueno, por ello, no cometas este error por mucho que sean tus zapatos favoritos.

¿Sufres algún tipo de lesión a causa del calzado? En Podoactiva podemos ayudarte. Consulta tu clínica Podoactiva más cercana o contáctanos en el 974 231 280 o a través de info@podoactiva.com.

CLÍNICA PODOACTIVA SAGASTA

Alejandro Adrada

Sofía Laseo

Laura Marín

Carlos Martín

Almudena Sánchez

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