El doctor Rafael Romero, director de la revista ‘Valencia Médica’, edita esta sección de Médicos Ilustres valencianos
Ramón Gómez Ferrer nace en Valencia el 21 de diciembre de 1862, miembro de una familia procedente de Mora de Rubielos (Teruel). Vivió en su infancia las revueltas sociales y políticas del conocido como sexenio revolucionario, y a los 15 años perdió a su padre. Los patronos del asilo que había fundado el banquero y comerciante valenciano Juan Bautista Romero financiaron los estudios de Ramón, hecho que nunca olvidó. Estudió el Bachillerato en el Instituto Luis Vives de Valencia y, posteriormente, se decidió por la Medicina que compaginaba mientras llevaba la contabilidad del negocio familiar de confección de marmotas (gorras de la época).
Se licenció en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia el 4 de noviembre de 1882, con 19 años, obteniendo la calificación de sobresaliente, siendo por oposición alumno interno desde 1879. Ejerció la medicina rural durante breve tiempo en las poblaciones de Quatretonda y Godella, sustituyendo a compañeros. En 1884 obtuvo el grado de doctor en la Universidad Central de Madrid, con la Tesis “La herencia orgánica considerada, principalmente bajo el punto de vista de la higiene”. Trabajó como ayudante de clínica en dicha facultad hasta 1888.
En 1885 ya era médico agregado del cuerpo de sanidad de Valencia, el mismo año de la epidemia de cólera en la ciudad en la que se implicó y luchó considerablemente. Ese mismo año entra en el Instituto Médico Valenciano como socio honorario, y pasa a ser Médico del Hospital de San Carlos en Madrid, y profesor ayudante de Clínicas en la Faculta de Medicina de la Universidad Central de Madrid.
En 1888 obtiene la Cátedra de Enfermedades de la infancia. Habiendo vacantes en Barcelona, Granada y Valencia, con el número 1 en la oposición, elige su ciudad natal, tomando posesión en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia. Fue el primer catedrático de Pediatría en Valencia, y ejerció hasta su fallecimiento.
El 29 de marzo de 1890, con 27 años, contrajo matrimonio con Dª María de los Desamparados Martí Martínez, primer matrimonio del que nació Pedro Gomer-Ferrer Martí, siguiendo la saga como médico. El doctor Ramón Gómez Ferrer enviudó al año siguiente.
En 1892, ingresa como académico en la Real Academia de Medicina de Valencia con el discurso “Anestesia quirúrgica en los niños”. Fue secretario de la institución en 1906 y posteriormente, en 1917, director de la misma. En 1903 pasó a dirigir, tras el fallecimiento del anterior director, la revista médica ‘La Medicina Valenciana’. En ella publicó gran parte de sus ideas y sus trabajos científicos.
Contrajo segundas nupcias el 27 de julio de 1904 con Dª Clara Yagüe Frutos, y de su segundo matrimonio nacieron Clara Gómez-Ferrer Yagüe, casada con Baltasar Rull Villarque que fuera alcalde de Valencia (1951 – 1955) y Rafael García-Ferrer Yagüe, médico pediatra como su padre.
El Dr. Gómez Ferrer, además de ser el presidente de la Real Academia de Medicina de Valencia en 1917, es nombrado Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia (1919), vicepresidente del Instituto Medico Valenciano y presidente del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Valencia.
Ramon Gómez Ferrer fue el introductor en la Comunidad Valenciana de la pediatría más moderna y avanzada de la época, además de ser un gran clínico y docente. Se dedicó con pasión a la protección de la infancia, a la salud infantil, donde la educación y la higiene de los padres era fundamental. En 1908 fue designado miembro de la Junta de Protección de la Infancia y Represión de la Mendicidad, y en 1913 presentó a la Junta una propuesta para que el Gobierno español aprobara una ley que estableciera la creación de tribunales tutelares de menores.
Por su humildad, generosidad, por su labor científica y asistencia, social, le valió el reconocimiento del pueblo valenciano, en vida, rindiéndole homenajes y erigiéndole una escultura situada en los jardines de La Glorieta en 1920. Siguieron dedicándole nombres de calles y plazas no sólo en Valencia, sino en muchos municipios de la Comunidad Valenciana (una vez fallecido). Fue nombrado hijo predilecto de Valencia el 16 de mayo de 1920. En su homenaje, pidió “que Valencia anduviera deprisa por la senda de proteger y cuidar a los niños”.
En 1923 el Gobierno francés le otorgó la orden de la Legión de honor en reconocimiento a su labor asistencial y a su tarea científica en el campo de la pediatría.
Falleció en Valencia el 11 de junio de 1924. Sirva este reconocimiento por el centenario de su muerte a la figura de un gran médico valenciano ilustre.