‘Para ayer’, artículo del director de Comunicanza, Eduardo Sánchez Salcedo, publicado en Extradigital.
Para ayer. Cuando alguien pide algo para ayer, denota o bien una falta de planificación en su trabajo o bien cierta falta de respeto hacia el prójimo. Dejando de lado este segundo aspecto, lamentablemente cada vez más extendido, la ausencia de una estudiada planificación se plasma en la abundancia de constantes saltos de mata, de aconteceres que se van abordando conforme vienen, con mucha prisa y sin ninguna pausa.
La nula estrategia se percibe en todos los ámbitos de la comunicación, sea institucional, política, empresarial o social. Si no se sabe a dónde se quiere llegar, todos los caminos sirven y son igual de buenos o de malos, con la confianza de que algún salvador o salvadora llegará para deshacer el entuerto y marcar la directriz que, no obstante, siempre ha de ser decisión y deseo del cliente final.
Pararse a pensar antes de coger el camino ayudará a evitar rodeos y vueltas innecesarias, a meter el pie en el barro, y a pagar por las consecuencias del zancocho. Al contrario, destinar un tiempo a reflexionar se traducirá después en evitar tiempo, recursos y decisiones random, de esas que se toman porque sí.
En esa necesaria planificación, es importante fijar el tono, el relato, que ha de ser creíble con la trayectoria, y el objetivo, que ha de aderezarse de novedad, ilusión y ambición. Los septiembres son tan buenos meses como cualesquiera otros para planificar, con ese marchamo adicional que aporta pensar que todo empieza en este casi comienzo de otoño, que todo surge de la nada, que el verano ha borrado nuestras, de por sí, efímeras memorias, siempre ávidas de algo nuevo para seguir avanzando.
‘Para ayer’ debe ser la carrerilla para impulsarnos hacia adelante, para traducir los buenos propósitos en posibilidades concretas de futuro, para que cuando vengan mal dadas, sean meros tropezones ya previstos como posibles, de los que se sepa cómo levantarse, por dónde, qué argumentar y cómo salir reforzados.
