La fobia social y la ansiedad social son trastornos emocionales que afectan a muchas personas. Y cuando se combinan con una alta sensibilidad, los síntomas pueden intensificarse significativamente. Las personas altamente sensibles (PAS) tienen una mayor capacidad de respuesta a estímulos emocionales y físicos, lo que puede hacer que experimenten más ansiedad en situaciones sociales, particularmente cuando se sienten observadas o juzgadas.
Las PAS con fobia social pueden experimentar miedo intenso a la evaluación negativa y a la posibilidad de situaciones embarazosas, lo que puede llevar a la evitación social.
La anticipación ansiosa es común, y pueden evitar interacciones que les resultan difíciles, como iniciar o mantener conversaciones, participar en reuniones o citas, o incluso realizar actividades cotidianas como comer o beber en público.
Los síntomas físicos, como sudoración excesiva, taquicardia o rubor facial, pueden hacer que la persona sienta aún más vergüenza, intensificando la ansiedad.
Terapias basadas en la exposición
La intervención psicológica en estos casos suele incluir terapias basadas en la exposición, que buscan enfrentar gradualmente las situaciones que generan ansiedad para reducir el miedo y la evitación.
Sin embargo, el tratamiento puede resultar más desafiante en personas altamente sensibles, ya que su tendencia a rumiar pensamientos y su sensibilidad a las emociones puede hacer que sea más difícil. El objetivo es enfocar la atención hacia la situación, en lugar de centrarse en los síntomas de la ansiedad.
Construir confianza y reducir la percepción de fracaso
Además, las PAS tienden a tener altos estándares y expectativas, lo que puede dar lugar a una autocrítica exagerada. Trabajar en la gestión de estos pensamientos en bucle y en la identificación de logros, por pequeños que sean, es clave para ayudar a la persona a construir confianza y reducir la percepción de fracaso o insuficiencia.
Un enfoque terapéutico también debe incluir el desarrollo de habilidades para mantener una vida activa, evitar metas perfeccionistas y trabajar en la autoestima, ya que las PAS pueden tener una tendencia a minusvalorar sus logros y a ser más autocríticas.
Fortalecimiento de la autoestima
Es fundamental que quienes padecen fobia social y puntúen alto en Sensibilidad de Procesamiento Sensorial (SPS), es decir, que sean PAS, reciban apoyo en un entorno que comprenda sus características particulares, ayudándoles a manejar tanto los aspectos emocionales como los físicos de la ansiedad social.
La exposición gradual a situaciones sociales y el fortalecimiento de la autoestima pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas afectadas.
Saturación sensorial
El miedo a relacionarse o a participar en eventos sociales puede ser muy real para una persona altamente sensible, ya que su sensibilidad emocional y su capacidad de percibir detalles sutiles pueden hacer que se sientan fácilmente abrumadas.
Por ejemplo, ante multitudes ruidosas, como un evento social grande, como una fiesta o un concierto, una PAS puede sentirse abrumada por el ruido constante, las conversaciones simultáneas y la energía de las personas de alrededor. La saturación sensorial puede generar un sentimiento de ansiedad y el miedo de no poder manejar la situación.