Desde ACOM manifestamos nuestro rechazo a las recientes declaraciones del portavoz de Exteriores del Partido Popular, Carlos Floriano, que revelan una alarmante contradicción en la postura de su formación respecto al conflicto entre Israel y las organizaciones terroristas, así como un preocupante alineamiento con las posiciones más hostiles hacia el Estado judío.
Floriano, en su intervención, ha utilizado el manido recurso de invocar el «derecho internacional» para criticar propuestas de reubicación temporal de la población gazatí, mientras omite deliberadamente a un grupo terrorista como Hamás quien perpetró el salvaje ataque terrorista el 7 de octubre de 2023, cobrando la vida de más de 1200 civiles israelíes y dejando cientos de rehenes.
Es verdaderamente desconcertante que el PP, que tradicionalmente ha mantenido posiciones de apoyo a Israel, ahora adopte la misma retórica que la extrema izquierda antisemita, haciendo referencia a supuestas «deportaciones forzadas» contribuyendo a la narrativa falsa que criminaliza a Israel por ejercer su legítimo derecho a la defensa contra el terrorismo.
Aún más grave la defensa que realiza Floriano de la UNRWA, una organización infiltrada por terroristas de Hamás, como han confirmado múltiples informes de inteligencia. Solicitar que esta entidad «circule libremente» en territorios donde ha quedado demostrada su complicidad con actividades terroristas es una posición irresponsable que pone en peligro la seguridad de la región.
Igualmente reprobable el ministro Albares, quien en la misma sesión tuvo la desfachatez de proclamar que ‘el presidente Sánchez es el auténtico señor de la paz en Europa’ y que ‘ningún otro gobierno del mundo ha hecho más por Palestina que España’. Es absolutamente vergonzoso que el Gobierno español se jacte de posicionamientos que han merecido la felicitación explícita del grupo terrorista Hamás en múltiples ocasiones, convirtiendo así a España en cómplice de terroristas.
Desde ACOM exigimos coherencia y claridad. No se puede condenar el terrorismo y al mismo tiempo obstaculizar las medidas necesarias para erradicarlo. No se puede hablar de paz mientras se defienden organizaciones terroristas que promueven el odio y la violencia.
El verdadero camino hacia la paz pasa por la eliminación completa de Hamás como amenaza, el desmantelamiento de las estructuras terroristas en Gaza, y crear las condiciones para que la población civil pueda vivir libre del yugo islamista que la ha sometido durante décadas.
