La retención de talento se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios que persiguen las empresas en materia de Recursos Humanos. Porque cada vez resulta más complicado encontrar personal cualificado en el mercado laboral. En consecuencia, las organizaciones están tomando medidas para conservar a sus empleados más valiosos.
Proporcionar una buena bienvenida
El proceso de selección y la contratación dan paso a una fase de adaptación entre el nuevo empleado y la empresa. A fin de hacer este trámite un poco más sencillo, la mayoría de las organizaciones han desarrollado un procedimiento de bienvenida u onboarding.
A través de él se busca que el trabajador conozca la cultura de la empresa, a sus compañeros, y las tareas que tiene que realizar. Pero resulta que también es muy útil a la hora de retener el talento.
Un procedimiento de bienvenida correctamente diseñado causa una primera buena impresión en el nuevo empleado y contribuye a una rápida adaptación. Esto consigue reforzar el compromiso y reduce la posibilidad de que el trabajador no se sienta cómodo y decida marcharse.
Aunque el onboarding suele ser un procedimiento estandarizado, se aconseja personalizarlo para conseguir unos buenos resultados.
Potenciar las oportunidades de crecimiento para lograr la retención de talento
Desde hace años se habla en el ámbito de los Recursos Humanos del escaso compromiso que tienen las nuevas generaciones con el trabajo. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Este fenómeno se ha ido desarrollando a medida que las organizaciones han demostrado que por su parte no hay un verdadero interés en sus empleados.
A día de hoy, sabemos que los empleados que no se sienten valorados están más dispuestos a abandonar la organización. Pero la llave para que esto no suceda la tienen las propias empresas: poner en valor a los miembros de su plantilla y potenciar su desarrollo.
Si un trabajador sabe que tiene la posibilidad de avanzar en su carrera en una empresa, no le resultará fácil tomar la decisión de dejarla.
Es responsabilidad de las empresas tomar medidas para potenciar el desarrollo profesional y personal de sus empleados. Para lograrlo cuentan con diferentes opciones como:
- Cubrir puestos de trabajo mediante promoción interna.
- Favorecer la formación para que sus trabajadores desarrollen nuevos conocimientos y habilidades.
- Dar nuevas tareas y responsabilidades (sin sobrecargar de trabajo).
- Reconocer públicamente el esfuerzo.
Crear un buen ambiente de trabajo
El clima laboral tiene un gran peso cuando llega la hora de decidir si continuar o no en una empresa. Si los empleados pasan su día a día en un lugar mal iluminado, con una climatización deficiente y en el que los conflictos son frecuentes, se van a querer marchar.
Las empresas deben tomar medidas para conseguir que el ambiente de trabajo sea lo más satisfactorio posible. Por ejemplo:
- Renovando las instalaciones.
- Utilizando software de última generación que facilite el trabajo.
- Poniendo en marcha prácticas que refuercen el sentimiento de pertenencia a un equipo, como las actividades de team building.
- Estableciendo un canal de resolución de conflictos.
- Revisando el tipo de liderazgo que se está ejerciendo.
Facilitar la conciliación: una medida clave para la retención de talento
Trabajar para vivir y no vivir para trabajar, este es el lema de las generaciones actuales. Mujeres y hombres son ahora más conscientes que nunca de que el trabajo es una parte de su vida, pero no puede ocupar todo su tiempo. Por eso, las empresas que ofrecen medidas de conciliación se consideran buenas empleadoras.
Hay muchas formas de favorecer el equilibrio entre la vida personal y la vida profesional, como:
- Flexibilidad horaria.
- Crédito horario que los trabajadores pueden gastar según sus necesidades: si tienen un hijo enfermo, si deben acompañar a un pariente mayor al médico, etc.
- Teletrabajo o trabajo híbrido.
- Conceder libre el día del cumpleaños.
- Contar con una guardería en las instalaciones.
- Respetar el derecho a la desconexión digital fuera del horario de trabajo.
Cultivar el sentido de propósito
Una de las principales razones del abandono de un empleo es la desmotivación. Fenómeno que, con frecuencia, está provocado porque el trabajador no entiende muy bien para qué sirve lo que hace.
Cultivar el sentido de propósito implica conseguir que los empleados se sientan parte de algo más grande que ellos mismos. Que sean conscientes de los objetivos de la organización y de cómo contribuyen a alcanzar esas metas mediante su trabajo.
Esto, que se consigue a través de la cultura empresarial y de unos valores compartidos entre la organización y sus empleados, refuerza el sentimiento de pertenencia.
La retención de talento es imprescindible en un entorno en el que los trabajadores le han perdido el “miedo” a renunciar. Por eso, las empresas deben adoptar medidas que les ayuden a retener a aquellos empleados que aportan un valor añadido. Si tu empresa necesita ayuda con la selección de personal, para encontrar al candidato más adecuado, puedes contar con nosotros.
