Una colección en constante diálogo: nuevas perspectivas en el Guggenheim Bilbao.
Desde el 7 de noviembre de 2025, la tercera planta del Museo Guggenheim Bilbao invita a recorrer una colección renovada y dinámica que será visitable de forma permanente. La exposición “Obras de la Colección del Museo Guggenheim Bilbao”, comisariada por Marta Blàvia y patrocinada por la Fundación bancaria BBK, responde al deseo de hacer visible las adquisiciones más recientes, las generosas donaciones de la D.Daskalopoulos Collection y la Fundación Al Held, así como el depósito a largo plazo de 53 piezas procedentes de la colección de Inge Rodenstock. Estas incorporaciones extraordinarias permiten mostrar al público numerosas obras por primera vez, establecer vínculos inéditos entre artistas, estilos y épocas y fortalecer la presencia de figuras fundamentales del arte del siglo XX.
La reconfiguración de las salas —respetando siempre la arquitectura concebida por Frank Gehry— convierte cada espacio en una presentación coral autónoma. Salvo las salas 301 y 304, que mantienen la disposición anterior con la sala de espejos infinita de Yayoi Kusama y la monumental malla metálica de El Anatsui, todas las demás se han transformado para propiciar diálogos inéditos y lecturas renovadas.
Un recorrido temático por la colección.
Sala 302 – Arte y conflicto.
Esta galería explora la experiencia de la violencia y sus huellas a través de distintos lenguajes y materiales. La colombiana Doris Salcedo transforma objetos cotidianos en esculturas que conservan la memoria de vidas truncadas durante el conflicto armado; la palestino-libanesa Mona Hatoum convierte utensilios domésticos en artefactos amenazantes, revelando la vulnerabilidad del hogar; Jenny Holzer presenta Hubo una guerra, una columna de LEDs con testimonios de civiles sirios que invita a leer y no olvidar; mientras Kendell Geers sitúa su valla Acrópolis ahora como elemento disruptivo en el espacio de Gehry, advirtiendo que las alambradas podrían convertirse en los monumentos de nuestra época. Pinturas sobre conflictos históricos completan la sección, recordándonos que el arte puede abordar la violencia sin estetizarla.
Martin Kippenberger Sin título (La invención de un chiste) [Ohne Titel (Erfindung eines Witzes)], 1993 Óleo sobre lienzo 240 x 200 cm Guggenheim Bilbao Museoa. Donación de la Colección D.Daskalopoulos
Sala 303 – Ecos del Pop Art.
El Pop Art desafió las convenciones del Expresionismo Abstracto adoptando la estética de la sociedad de consumo. La sala reúne obras de Andy Warhol y James Rosenquist, maestros de la serigrafía y el collage publicitario, y de artistas de los ochenta y noventa que llevaron el legado pop a una era hiperconectada. Jean‑Michel Basquiat incorpora símbolos urbanos y referencias culturales para interrogar la identidad y la mercantilización; Martin Kippenberger utiliza el humor para desestabilizar convenciones artísticas; Jeff Koons y Damien Hirst convierten objetos cotidianos en arte de alto valor desafiando la relación entre arte y mercado; Franz Wurm, Mike Kelley y Tom Sachs recontextualizan objetos para criticar la cultura del consumo. Estas obras muestran cómo la imagen y lo espectacular dominan la vida contemporánea.
Sala 305 – Abstracción y espacio.
A partir de los años cincuenta, el espacio se convirtió en un tema central de la abstracción. Aquí se reúnen obras que exploran la percepción espacial mediante color, línea y forma. Las gradaciones vibrantes de Mark Rothko envuelven al espectador, mientras Robert Ryman enfatiza la textura del blanco y Ellsworth Kelly juega con formas audaces y colores intensos. El español Pablo Palazuelo invita a recorrer con la mirada patrones geométricos abiertos; Richard Tuttle crea delicados diálogos entre objeto y espacio. La monumental obra El enfoque de Noé II (1970) de Al Held, donada por la Al Held Foundation, transforma el lienzo en un espacio dinámico e infinito. Completa la sala la escultura de Jorge Oteiza —que desocupa la masa para revelar el espacio circundante— y el alabastro perforado de Eduardo Chillida, donde el vacío se llena de luz y significado.
Sala 306 – Gesto y acción.
Tras la Segunda Guerra Mundial, muchos artistas reivindicaron la acción y el proceso. Lucio Fontana rompió la superficie del lienzo con cortes que introducían el infinito; Antoni Tàpies rasgaba pinturas matéricas para convertirlas en muros heridos; Yves Klein transformó la creación en ritual performativo en sus Antropometrías; Helen Frankenthaler vertía pintura diluida creando flujos de color. La gestualidad se completa con las figuras inconscientes de Henri Michaux, los garabatos de Cy Twombly y las manchas de Martha Jungwirth, donde el azar y la materia dictan el resultado.
Roy Lichtenstein
Ensoñación (Reverie), 1965
Serigrafía sobre papel liso blanco. Ed. 125/200
76,5 x 60,9 cm
Inge Rodenstock Collection
Préstamo a largo plazo al Museo Guggenheim Bilbao
Sala 307 – Palabra y signo.
El lenguaje, sistema heredado de reglas y significados, se convierte en materia artística. Basquiat usa palabras y signos como denuncia de explotación y como afirmación de identidad. Ibon Aranberri reinterpreta los logotipos de Chillida para mostrar cómo los signos pueden resignificarse. Nancy Dwyer y Juan Pérez Agirregoikoa examinan la cultura de masas con humor e ironía; sus palabras tridimensionales y pancartas rebelan imposiciones sociales. Erlea Maneros Zabala reproduce en cobre las portadas de la revista clandestina Sine Nomine, testimonio de la lucha cultural vasca, y Hanne Darboven crea sistemas numéricos que reescriben el tiempo.
Didaktika y actividades.
El programa Didaktika acompaña esta exposición con un espacio educativo en el pasillo de la tercera planta que explica distintos modelos de coleccionismo (privado, público y corporativo) y rinde homenaje a los coleccionistas cuya generosidad ha hecho posible esta muestra, desde Solomon R. Guggenheim hasta Dimitris Daskalopoulos e Inge Rodenstock. Además, se han programado actividades paralelas: proyección del documental Warhol-Vijande: Más que pistolas, cuchillos y cruces (24 de octubre), charla inaugural con Marta Blàvia (5 de noviembre), visitas exclusivas guiadas y online 360°, almuerzos y encuentros para Amigos del Museo.
Una colección viva y en expansión.
La nueva presentación de la Colección del Museo Guggenheim Bilbao reafirma su compromiso con la investigación y difusión de la historia del arte contemporáneo. Al articular un relato plural que abarca del arte abstracto al Pop Art, de los gestos performativos a las experimentaciones lingüísticas, la exposición demuestra que la colección es un organismo vivo en constante diálogo. Gracias al apoyo de la Fundación BBK y a las nuevas donaciones, el Museo se proyecta hacia el futuro con una colección más diversa e inclusiva, que invita a los visitantes a descubrir nuevas conexiones y perspectivas en cada visita.
