Inició el partido el Castellón lleno de energía respaldado por la afición, que hizo un desplazamiento masivo consciente de la importancia del choque. Con ese ímpetu, el equipo a los tres minutos ya se había puesto por delante. Chirinio recortó con la derecha y la colgó con la izquierda, donde la esperaba Douglas para anotar el primero de cabeza. A balón parado llegó la segunda acción de peligro, pero el remate de Óscar Gil se marchó alto. Douglas tuvo otra ocasión tras un centrochut. Pero el segundo llegó gracias a la pillería de Manu Sánchez. Tras un balonazo en largo, los defensas del Real Murcia no midieron bien y ese desconcierto lo aprovechó el lateral para poner el 0-2.
Sin embargo, como acostumbra a decir Schreuder, ningún partido en esta liga es sencillo y el choque se complicó cuando Jozhua vio la segunda amarilla en una acción con Loren Burón. A partir de ese momento apretó el equipo local con varias llegadas. En una de ellas, Gonzalo hizo una majestuosa parada. Tanto él como los zagueros supieron abortar los ataques murcianos y de esa manera el equipo se fue al descanso con la ventaja de dos goles.
La segunda mitad fue trepidante con tres dianas en los primeros 20 minutos y un final épico. El equipo de Pablo Alfaro salió con brío y tras varios córners seguidos, consiguió recortar distancias mediante un cabezazo de Alberto González. A los cinco minutos respondió el Castellón. Haris colgó el balón, Rofino la tocó de cabeza y llegando desde atrás Lottin hizo el 1-3. Sin embargo, el propio Rofino de fuera del área consiguió anotar el segundo para el Murcia, que dejaba al equipo rival a uno del empate.
A partir de ese momento, el Castellón consiguió manejar los tempos del partido y frenar las ocasiones rivales. A pesar de ello en el 86, Carrillo hizo un remate al primer palo, que supo parar Gonzalo, y en el 97 llegó la enésima heroicidad del meta argentino. Pedro León fue el encargado de lanzarlo, pero Gonzalo adivinó la trayectoria del balón. De esta manera sufrida a la par que gloriosa, el Castellón sumó su séptima victoria seguida.