Llevaba varios años con la idea en mi cabeza de querer ser madre. No quería tomar una decisión precipitada así que me permití conectar con el momento adecuado (según yo: cuando todo estuviera bajo control). Si te soy sincera, he tenido que aprender a soltar el control por salud mental. Pero, en ese momento, todavía tenía una mente muy estructurada (y controladora) y para decidir cuando ser madre, necesitaba tenerlo todo organizado.
Ahora me miro y sé que era inseguridad, pero es lo que tiene la vida, que te ofrece oportunidades si te lo permites y a mí todavía me faltaba un poco para darme cuenta de mi excesivo control. Me quedé embarazada tan rápido que ni me lo podía creer. Con el embarazo, algo se escapó de mi control: los pensamientos.
Empecé a sentirme extraña, triste, con miedo. El momento tan deseado, de repente me llevaba a reconectar con una tristeza profunda que no sabía de donde venía ni por qué.
- ¿Por qué no podía estar radiante y feliz?
- ¿Qué me estaba pasando?
- ¿Por qué tenía tanto miedo?
Estaba perdida.
Tan perdida que no pedí ayuda. Y cada día me sentía peor, pensando en cómo era posible que no pudiera disfrutar de este momento tan importante.
Salomé, colega y terapeuta, me miró y me dijo: ¿estás embarazada? La miré a los ojos y me permití ser sincera: “Sí, y necesito ayuda”.
Índice
Pedir ayuda, darse permiso
Su ayuda llegó en el momento perfecto. Gracias al acompañamiento pude poner sentido a todos esos miedos: estaba conectando con mis traumas no resueltos de la infancia. Otro día os hablaré de ellos, pero ahora me quiero centrar en lo importante que fue tener un acompañamiento durante el embarazo.
Poder escuchar y ordenar los pensamientos no sólo me trajo paz interior, sino que me llevó a amar a esa bebé hermosa que crecía en mi vientre con toda mi alma. Ahora sí, sólo existía el momento presente. Ella y yo. De repente, conecté con un amor que nunca había sentido y supe que venía una niña. La vi claramente en una visualización y la abracé con todo mi corazón.
Aquí quiero contarte una cosa curiosa: hace un año, la ilustradora Agustina Guerrero hizo un diseño que era exactamente la imagen que yo visualicé en ese trabajo de reconexión con mi bebé. Me compré la sudadera porque cada vez que veo el dibujo, me acuerdo de ese momento y lo amo.
Este viaje emocional de darme permiso para reconocer el miedo, me llevó a seguir indagando.
- ¿Esto le pasa a más mujeres?
- ¿Soy la única que se siente perdida en el momento más deseado?
- ¿Por qué no pude hacerlo sola?
Empecé a interesarme por la conexión emocional con el bebé y a leer sobre perinatalidad y psicología del embarazo. Deboré los libros de Ibone Olza. Y buscando más información sobre el tema alguien mencionó el concepto “la transparencia psíquica durante el embarazo”. “Hola google, ¿qué es la transparencia psíquica?”
Ahí estaba Ibone Olza compartiendo su sabiduría y aportando un poco de luz a lo que sentí y viví. De repente, le encontré sentido a todo. Esto es lo que descubrí sobre los pensamientos y miedos durante el embarazo, y quiero compartírtelo.
- A ti, que has deseado durante años tener hijos y no sabes por qué te sientes tan perdida ahora que estás embarazada.
- A ti, que te sientes culpable por no poder conectar con el embarazo.
- A ti, que sientes que los miedos te impiden ver más allá.
Esto es para ti, para traerte un poco de calma y luz a este momento y decirte, que con ayuda, todo es más fácil.
Terapia durante el embarazo: la transparencia psíquica
¿Se puede hacer terapia con una mujer embarazada? ¿Puede una mujer gestante trabajar sus traumas en terapia? La respuesta es sí, pero con algunas condiciones.
Para saber lo que es recomendable y ver qué ha de revisar de su historia, hay que comprender dos cosas: la transparencia psíquica y el vínculo con el bebé.
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Qué es la transparencia psíquica
El embarazo se caracteriza por un aumento en la sensibilidad emocional y la necesidad de revisar y comprender los vínculos primarios para establecer una conexión afectiva con el futuro bebé.
Monique Bydlowski, psiquiatra, introdujo el concepto de “transparencia psíquica” para describir el estado psicológico que se desarrolla durante el embarazo, marcado por la aparición de recuerdos del pasado desde el inconsciente hacia la conciencia.
La transparencia psíquica lleva a la mujer a pensar y dedicar tiempo a fantasías y recuerdos de su infancia.
¿Por qué tengo tanto miedo durante el embarazo? ¿Cómo afectan los traumas de la infancia durante el embarazo? Estos pensamientos y miedos actúan de manera diferente según el trimestre de gestación.
Primer trimestre
En el caso de que la infancia hubiera sido positiva, los recuerdos pueden influir en la forma en que se imagina la futura infancia de su bebé. Sin embargo, si los recuerdos de la infancia están marcados por traumas, abusos o maltratos, se activarán miedos que pueden llevar a la futura madre a experimentar angustia, depresión o a plantearse la interrupción del embarazo.
Estos recuerdos traumáticos durante el embarazo implican la reactivación de estados internos sin resolver, lo que puede agudizar los duelos pendientes.
Para establecer una conexión emocional efectiva con el bebé en el futuro, es necesario que la madre gestante transite los recuerdos infantiles, es decir, que se permite reconectar con esas viejas heridas con el fin de potenciar y favorecer el vínculo con el bebé sin transferencias.
Segundo y tercer trimestre
Los movimientos del bebé durante el segundo trimestre actúan como estímulos proyectivos que evocan recuerdos sobre la relación de la madre gestante con su propia madre. Este tipo de recuerdos son indicadores de posibles riesgos en la vinculación perinatal, por lo que atenderlos en terapia es sinónimo de prevención.
El embarazo permite explorar aquellos conflictos sin resolver con el objetivo de encontrar soluciones adaptativas más sanas para la madre en la vinculación con el bebé.
El acompañamiento emocional durante el embarazo
El acompañamiento en terapia durante el embarazo permite a las mujeres gestantes resolver los conflictos de las experiencias traumáticas y rebajar la angustia que pueda estar sintiendo. La transparencia psíquica convierte al embarazo en el momento propicio para resolver estos conflictos rápidamente.
Revisar la infancia durante el embarazo puede aumentar la conciencia y empatía hacia el futuro hijo/a. Cuando la embarazada ha tenido una infancia dolorosa o una vida traumática es importante que disponga del apoyo profesional.
La falta de acompañamiento puede dificultar la conexión emocional con el bebé durante el embarazo y las etapas tempranas, así como ser un foco de angustia intensa durante la gestación.
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¿Qué se recomienda revisar en terapia?
Los aspectos que se recomienda abordar a nivel terapéutico, con herramientas de la psicología humanistas, gestáltica o similar, serán aquellos que estén en relación al vínculo madre-hijo, como puede ser:
- La imposibilidad de vincularse afectivamente con el bebé.
- Crisis de identidad y vinculación con el nuevo rol de madre o la maternidad.
- Angustia, miedos, depresión.
- Recuerdos traumáticos de la infancia (relación con la madre, padre y hermanos).
- Crisis con el cambio de rol con la pareja.
- Todo aquello que pueda dificultar el proceso de conexión afectiva con el bebé.
Este es un periodo para mejorar la vinculación afectiva, por lo que no se recomienda ahondar en otro tipo de traumas que pudiera tener la persona que no estén en relación a la conexión madre-bebé. Este tipo de traumas se pueden abordar más adelante, incluso una vez haya transcurrido el puerperio.
Respetar este periodo de conexión emocional y afectiva es saludable para la madre, su bebé y su entorno.
Si sientes que necesitas poner orden a los pensamientos durante el embarazo, date el permiso de pedir ayuda para sanar el pasado que te impide conectar con el presente.
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