El peso en el embarazo: todas las claves para controlarlo

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El aumento de peso durante el embarazo es algo inevitable. Ahora bien, esto no significa que durante el período de gestación no deba controlarse.

Lo que ocurre es exactamente todo lo contrario: han de tomarse las medidas oportunas para no engordar más de la cuenta y, además, asegurar que tanto la madre como el futuro bebé reciben todos los nutrientes que necesitan.

¿Aumentar de peso en el embarazo es saludable?

Por supuesto que subir de peso durante el embarazo es saludable, siempre que la ganancia de kilos no sea superior a la recomendable. Conozcamos, pues, por qué esos kilos de más son imprescindibles para preservar la salud de la futura mamá y del niño en ciernes:

  • Parte del aumento de peso se debe al propio crecimiento del feto, al desarrollo de la placenta y al líquido amniótico, ambos imprescindibles para que el bebé se mantenga vivo dentro del útero.
  • Otra parte se debe a la acumulación de grasa por parte del organismo materno. Esta acumulación de grasa es absolutamente necesaria. Las reservas de energía han de ser mayores, puesto que existen dos organismos consumidores de energía.
  • Finalmente, el útero, los senos y las glándulas mamarias aumentan notablemente de volumen y de peso.

¿Y cuándo el aumento de peso en embarazadas deja de ser saludable y se convierte en un problema? Cuando se cogen más kilos de los que son estrictamente necesarios.

Dentro de unos límites, los médicos obstetras no consideran que la una mujer gestante esté engordando, sino que está adquiriendo el peso imprescindible para que el embarazo llegue a buen puerto.

Conque sigue leyendo para conocer cuáles son esos límites. Te adelantamos que están muy bien definidos.

Cuál es el peso adecuado para una embarazada

Los obstetras manejan una escala de pesos recomendados que varían según la fase del embarazo. Los aumentos de peso se aplican al peso inicial de la gestante.

La excepción son las futuras madres que, en el momento de quedarse embarazadas, tienen un problema de sobrepeso notable o están excesivamente delgadas. En tales casos, los criterios pueden variar considerablemente.

Primer trimestre

El aumento ideal de peso durante el primer trimestre de embarazo ha de situarse entre 1 y 2 kilos. El incremento corresponde fundamentalmente al crecimiento del útero y al líquido amniótico.

Segundo trimestre

Durante este período, la ganancia ideal de peso ha de ser de entre 5 y 7 kilos, añadidos a los ganados en el primer trimestre.

Ese aumento es superior porque el bebé comienza a aumentar de tamaño considerablemente, lo mismo que ocurre con la placenta y con el volumen de líquido amniótico. Además, el organismo materno también ha comenzado a acumular grasa de reserva.

Tercer trimestre

Como en el segundo trimestre, la mujer embarazada habrá de ganar entre 5 y 7 kilos más, que se sumarán a los de los dos trimestres anteriores.

La ganancia de peso es similar a la del segundo trimestre porque el bebé, los tejidos y la placenta continúan aumentando notablemente de volumen y de peso.

Ganancia de peso total

Si sumamos las tres cifras trimestrales, el peso ideal de la parturienta habrá de ser entre 11 y 16 kilos superior al que la báscula marcaba antes de quedarse embarazada.

Esos baremos no dejan de ser orientativos, pero nos dan una idea clara de cuándo una embarazada engorda de más o de menos.

¿Por qué tanta diferencia? Mismamente, el peso de los bebés recién nacidos es muy variable. Se consideran normales los pesos situados entre los 2,5 y los 4 kilos.

Lo mismo ocurre con el peso del líquido amniótico y la grasa acumulada: unas madres almacenan algo más de grasa, otras generan más líquido amniótico y a algunas les suceden ambas cosas.

Cómo volver al peso ideal tras el embarazo

¿Y cómo puedes recuperar la figura rápidamente tras un embarazo y aumento de peso? Lo fundamental es que durante el embarazo te mantengas en los pesos señalados anteriormente. Si así lo haces, volver a tu peso ideal será un juego de niños. ¿No lo puedes creer? Pues lo cierto es que así es:

Resulta que, justo tras el parto, perderás entre 5 y 7 kilos, dependiendo del tamaño del bebé. La cifra resulta de sumar los pesos del niño, de la placenta y del líquido amniótico.

Entre 7 y 10 días después, perderás unos 2 kilos más. Y es que tu cuerpo se deshará de los líquidos retenidos durante el embarazo: ya no le serán de ninguna utilidad.

Y un mes y medio después habrás perdido, aproximadamente, otros 2 kilos: esto ocurre porque en ese lapso el útero se contrae a su tamaño habitual y el volumen sanguíneo se reduce en un litro, más o menos.

Ahora echa la cuenta: súmalo todo y comprobarás que lo normal será que en un mes y medio pierdas entre 9 y 11 kilos, sin necesidad de que hagas nada, salvo no comer de más.

Es decir, en el mejor de los casos pesarás más o menos lo mismo que antes de quedarte embarazada.

Y en el caso más desfavorable, tan solo tendrás que quitarte unos 5 kilos, cosa que puedes hacer, sin sacrificios ni riesgos, en menos de dos meses.

Añadimos que lo más probable es que tu caso sea el intermedio. Conque te sobrarán 2 o 3 kilos. O sea, que ni siquiera tendrás que ponerte a dieta: caminando a buen paso todos los días los bajarás en un mes y medio. Conque aprovecha la ocasión y saca de paseo al bebé para que comience a conocer mundo.

Cómo cuidar tu peso durante el embarazo

Si tienes mucho sobrepeso, procura reducirlo todo lo que puedas antes de quedarte embarazada. Las estadísticas no mienten y las mujeres que pesan más de la cuenta, generalmente son las que más kilos cogen durante el período de gestación.

En el caso de que no tengas mucho sobrepeso, pero no estés en tu línea ideal, entonces te sugerimos que, mientras estés embarazada, te pongas en manos de un profesional de la nutrición.

Y si eres de las que normalmente mantienen su figura sin excesivos problemas, entonces bastará con que adoptes unos hábitos de alimentación específicos, a fin de que no adquieras más grasa de la necesaria. A tal efecto:

  • Opta por alimentos muy proteicos y bajos en grasas saturadas: carnes magras de ternera y cerdo, carne de pollo o de otras aves. Prepáralos en guiso o la plancha.
  • Los pescados también son muy proteicos. Además, el pescado azul tiene un contenido moderado de grasas insaturadas (este tipo de grasas son saludables).
  • Los lácteos son un alimento completo, pero debes consumirlos desnatados.
  • Necesitarás un plus de energía, conque no te olvides de los hidratos de carbono saludables: los encontrarás en los cereales y las legumbres.
  • Lo contrario te decimos de los hidratos de carbono poco saludables: huye del azúcar y de cualquier preparación que la contenga, incluidas ciertas bebidas refrescantes.
  • No comas alimentos ultraprocesados: la mayoría de ellos contienen demasiadas grasas, azúcares y aditivos artificiales. Además, su calidad nutricional suele ser baja.
  • Tu bebé y tú necesitaréis abundancia de vitaminas y minerales: los encontrarás en los vegetales, que no engordan, y en las frutas.

Ahora bien, la auténtica clave para no pasarte de peso en el embarazo está en no sucumbir a los ataques repentinos de hambre entre horas. Conque si los sufres, un yogur y una pieza de fruta bastarán para calmarlos, aportando a tu organismo y al bebé muchos nutrientes y muy pocas calorías.

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