El Reino de Marruecos como destino de exportaciones e inversiones es una oportunidad. Estamos hablando de una economía propia de un país emergente, con un crecimiento del PIB en 2023 de 2,4% y perspectivas de un 3,6% en 2024 y con un mercado interno de 37 millones de habitantes. Su situación geográfica lo convierte en un socio preferente con un posicionamiento claro como puerta de acceso a África y hub logístico y financiero hacia el mercado subsahariano.
España es desde hace una década el primer socio comercial de Marruecos y el segundo país inversor.
El arbitraje a través de la Corte Hispano Marroquí de Arbitraje se ha convertido en los últimos años en la solución eficaz, especializada y rápida para la resolución de conflictos que puedan surgir en las relaciones comerciales y empresariales entre empresas españolas y marroquíes.
