Los 5 aprendizajes en IA que todo comunicador debería conocer

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La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado el ámbito de la comunicación en los últimos años, y ha pasado de ser una herramienta opcional a un recurso imprescindible si no quieres quedarte atrás. Pero seguro que eso ya lo sabes.

Hace dos años, compartimos algunas recomendaciones básicas para animar a los profesionales de la comunicación a experimentar con la IA y empezar a usarla en sus tareas. Ahora es momento de dar un paso más e integrarla en las rutinas y en los procesos de trabajo de forma consistente, efectiva y ética.

Para ayudarte, comparto cinco aprendizajes que a mí me hubiera gustado saber cuando empecé a utilizar la IA generativa. Llevo dos años utilizando la IA de manera intensiva. Todos los días utilizo alguna herramienta, si no más, de IA generativa para realizar tareas de comunicación: desde redacción y análisis hasta planificación de estrategias para mis clientes y para la escuela de #LasImperdibles.

Estas son las cinco lecciones que me han llevado horas de experimentación y prueba, y que me hubiera encantado conocer al principio del camino:

Da prompts completos: define el rol, el contexto y los objetivos

En la IA, la calidad de las instrucciones lo es todo. Una frase simple no suele ser suficiente: cuanto más detallado y claro sea el prompt, mejores serán los resultados. Aplica la máxima de ‘garbage in, garbage out’: si introduces instrucciones imprecisas, obtendrás respuestas mediocres.

Define el rol que quieres que la IA adopte (experto en comunicación, redactor creativo…); proporciona contexto (el público objetivo, los canales, el tono de la marca) y explica el objetivo final de la tarea. Si además especificas el formato en el que esperas obtener la respuesta y le das algún ejemplo, mejor que mejor.

Te pongo un ejemplo: “Dame un post para LinkedIn sobre el impacto de la IA en comunicación” es muy vago.

Te dará mejores resultados pedir: “Actúa como un experto en comunicación y social media. Redacta un post para LinkedIn sobre el impacto de la IA en comunicación. El post ha de tener entre 400 y 500 palabras. Incluye un CTA que anime a dejar un comentario. Te paso 2 ejemplos de posts que he publicado sobre este tema para que veas mi estilo de redacción y mi enfoque, y los apliques en este texto”.

Entrena a la herramienta: experimenta con varias opciones y elige la mejor (para ti)

No todas las herramientas de IA generativa funcionan igual. Es fundamental probar diferentes opciones y evaluar cuál se adapta mejor a tus necesidades y a tu forma de trabajar.

Dedica tiempo a experimentar, haz la misma tarea con varias herramientas y compara sus respuestas. Repite el proceso tantas veces como sea necesario hasta que encuentres ‘tu herramienta de IA’, aquella con la que mejor te entiendes y la que mejor te funciona.

Entrenar la herramienta no significa configurarla ni saber código, sino entender cómo interactuar con ella para obtener lo que buscas y usarla de forma repetida, indicándole que hace bien y que no, para que vaya aprendiendo y cada vez te dé respuestas más alineadas contigo.

Siguiendo con el ejemplo del post de LinkedIn: la primera vez que le pidas esta tarea seguramente no te convencerá el resultado. Si le dices a la herramienta qué te gusta del post propuesto y qué no, haces ajustes y le pasas tu versión final, irá aprendiendo. En mi experiencia, a partir de la 3ª vez que repitas este proceso, los resultados te sorprenderán gratamente.

Invierte en una licencia de pago de la herramienta elegida

Las versiones gratuitas son un excelente punto de partida, pero tienen limitaciones en funciones, velocidad y privacidad. Si encuentras una herramienta que funciona bien para tu flujo de trabajo, te recomiendo contratar una licencia de pago. Te aseguro que será una excelente inversión, con un buen retorno.

Esto no solo te dará acceso a más funciones con menos limitaciones, sino que también garantizará un nivel más alto de privacidad y seguridad. Y sí: también te dará resultados más afinados y de mayor calidad.

Por cierto: ten en cuenta que, en la mayoría de las herramientas, puedes contratar licencias por meses. Así que puedes darte de alta cuando la necesites y de baja cuando no la vayas a usar. Aunque ya te aviso que es muy probable que cuando te acostumbres, ya no quieras volver a trabajar sin ella.

Úsala solo en tareas donde realmente aporte valor

Aunque la IA puede ser útil en múltiples áreas, no es una solución mágica para todo. Prioriza aquellas tareas en las que su implementación te ahorre tiempo y mejore la calidad.

¿Y cómo sé en qué tareas la aplico y en cuáles no? Pues de nuevo te va a tocar probar y experimentar para obtener la respuesta. Por si te inspira: en el ejemplo del post de LinkedIn, yo de entrada le pediría a ChatGPT que me diera ideas para un post sobre el impacto de la IA en comunicación. Elegiría una de las ideas propuestas para seguir afinándola con ChatGPT. Luego le daría ejemplos de posts y las indicaciones de extensión, enfoque, etc. Pero nunca le pediría directamente que redactara el post sin más detalles.

Automatiza lo operativo y aplícala solo en aquello que realmente potencie tus habilidades. Ser selectivo es clave para que realmente la IA mejore la productividad y no acabe siendo un ladrón de tiempo.

No subas información confidencial ni datos personales.

La ética y la seguridad de los datos deben ser una prioridad para un profesional de la comunicación. Las herramientas de IA, especialmente en sus versiones gratuitas, pueden usar el contenido que les damos para seguir entrenando sus modelos.

Evita subir información sensible, confidencial o relacionada con datos personales. La precaución es fundamental para proteger tu trabajo y el de tus clientes.

En mi caso, aplico una norma en los proyectos con clientes: sólo subo a la herramienta de IA información que esté publicada en abierto en su página web. Si necesito trabajar con datos que no son públicos, o bien pido permiso al cliente, o los anonimizo antes de subirlos.

Define tus pautas de uso ético y responsable de la IA para evitar sustos y problemas legales.

Y añado un bonus al listado: no te sientas mal por usar la IA en tu trabajo

Usar IA no te hace menos profesional ni le resta valor a tu trabajo. Al contrario, demuestra que estás aprovechando las herramientas disponibles para potenciar tu desempeño.

Recuerda que no es la IA quien hace el trabajo: eres tú quien la guía, configura y revisa cada paso. Trabajar mano a mano con estas herramientas no solo te permite ser más eficiente, sino que también potencia tus capacidades y te da superpoderes. La clave está en integrar la IA como un aliado y no como un sustituto.

Por cierto: este post lo he escrito con la ayuda de ChatGPT. Le dije que estaba preparando un post para el blog de una agencia de comunicación, le indiqué el tema y le dicté el párrafo introductorio y algunos aprendizajes personales. A partir de aquí fuimos conversando hasta afinar las 5 recomendaciones. Luego le di ideas de cada consejo para que preparase un borrador. Edité el borrador y, antes de cerrar la conversación, le compartí la versión final para que revisara mis últimos ajustes.

No le pasé ejemplos de posts porque ya lo tengo entrenado: hace meses que dediqué varias horas a que analizara mi estilo de redacción, el tipo de artículos que escribo, las expresiones que suelo utilizar… Con esta información creé un GPT que no me sustituye, pero me ayuda a redactar mis artículos. El resultado no está nada mal, ¿no crees? ¿Cómo te ha sonado el post?

*Artículo escrito por Cristina Aced, consultora de comunicación digital y docente, fundadora de la escuela de #LasImperdibles de comunicación

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