El Real Decreto de Envases introduce nuevas responsabilidades financieras que afectan a casi todas las empresas, generando inquietud en el sector metalúrgico. Por este motivo, hemos reunido a Marta Carnero, coordinadora de medio ambiente y sostenibilidad de AECIM; Patricia Herrero, directora técnica y de operaciones de Ecolum; y Sonia Fernández, técnico de Medio Ambiente de Varosa para profundizar en este tema en el programa «Metal Empresarial» que se emite en Capital Radio
Un impacto generalizado en las empresas
La nueva normativa busca minimizar los residuos y fomentar el reciclaje, pero también implica un reto administrativo y financiero para la mayoría de las compañías, especialmente para aquellas del sector del metal.
Marta Carnero explicó que una de las principales novedades es la obligación de asumir el coste financiero de los envases puestos en el mercado. Además, la definición de «envase» se ha ampliado considerablemente: ahora incluye elementos como palés, film plástico, flejes y etiquetas, lo que significa que afecta a casi todas las empresas, ya que prácticamente todas usan algún tipo de embalaje.
Tarifas según el tipo de envase
Según Patricia Herrero, el coste varía dependiendo de la gestión que requiera cada tipo de envase. Los envases domésticos, que necesitan una infraestructura de reciclaje más amplia, tienen tarifas más altas, mientras que los comerciales e industriales resultan menos costosos por seguir canales de gestión más controlados.
Un desafío para el sector metalúrgico
Sonia Fernández compartió la perspectiva de su empresa, dedicada a la fabricación de varilla roscada. Explicó que este nuevo coste es inevitable, ya que el embalaje es esencial para el transporte de materiales pesados. Además, señaló la dificultad de trasladar este gasto al cliente final, dada la fuerte competencia del sector.
Sanciones por incumplimiento
Las empresas que no se adapten a la normativa pueden enfrentarse a sanciones importantes. Carnero advirtió que las multas pueden alcanzar los 10.000 euros, e incluso llegar a los 2 millones en casos de información fraudulenta.
Además, esta regulación no será exclusiva de España por mucho tiempo: en un plazo de 18 meses, una nueva normativa europea hará que estas obligaciones sean comunes en todo el continente.
La apuesta por la sostenibilidad
A pesar de los desafíos, muchas empresas ya están implementando medidas para reducir su impacto ambiental. Sonia Fernández destacó que su compañía utiliza materiales reciclados para el embalaje, aunque en muchos casos resultan más costosos que los materiales vírgenes.
En definitiva, aunque esta regulación supone un reto financiero y logístico, responde a la necesidad de avanzar hacia una economía más sostenible y circular.
