El análisis transaccional y los estados del YO

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¿Te gustaría conseguir unas relaciones basadas en una comunicación efectiva, directa, agradable y, por extensión, saludable? El análisis transaccional es la herramienta que necesitas.

¿Quién creó el análisis transaccional? Esta herramienta práctica y accesible fue desarrollada por el psicólogo Erick Berne, nacido en Canadá en 1964, y detallada en su libro Juegos en los que participamos.

Personalmente, creo que el análisis transaccional es una forma sencilla y muy práctica para desarrollar la conocida explicación del ego, super ego y super YO de Sigmund Freud, conceptos complicados de comprender.

En este artículo te animo a revisar tu comunicación con las personas más cercanas a ti desde la mirada del análisis transaccional.

El análisis transaccional es una teoría psicológica desarrollada por Eric Berne que busca entender cómo las personas se comunican entre sí a través de lo que él llamó “transacciones”. Estas transacciones son intercambios de comunicación que se producen desde tres estados del YO: el Padre, el Adulto y el Niño.

Cada uno representa una forma particular de pensar, sentir y actuar: el Padre se basa en normas y juicios aprendidos; el Adulto en el razonamiento lógico y objetivo; y el Niño en las emociones y la espontaneidad. Al identificar desde qué estado del YO nos comunicamos, podemos comprender mejor nuestras interacciones.

Esta herramienta permite mejorar nuestras relaciones interpersonales, ya que nos ayuda a identificar patrones de comunicación disfuncionales y a fomentar respuestas más conscientes y empáticas. Por ejemplo, cuando dos personas interactúan desde estados del YO complementarios (como Adulto a Adulto), se genera una comunicación clara y equilibrada. Sin embargo, si una persona habla desde el Padre y la otra responde desde el Niño, pueden surgir conflictos.

El análisis transaccional no solo facilita el autoconocimiento, sino que también promueve relaciones más saludables, basadas en el respeto, la responsabilidad y la autenticidad emocional.

La comunicación y sus tres perspectivas distintas

Veamos primero un ejemplo de comunicación habitual donde se producen, a veces, los desacuerdos que son caldo de cultivo para una discusión.

En esta ocasión, exploraremos una transacción entre dos adultos que ilustra los desafíos comunes en la comunicación. Por ejemplo, tu pareja te pregunta: ‘¿Has visto mis llaves?‘

Esta pregunta cerrada se plantea desde la perspectiva del Adulto. Sin embargo, el error común radica en que el interlocutor puede responder desde tres perspectivas distintas, que veremos a continuación.

Errores y desencadenantes de conflictos

Un adulto respondería: ‘Si están en el dormitorio o no, no las he visto‘, estableciendo una comunicación directa entre adultos. El problema surge cuando la respuesta proviene del Padre, con un tono crítico como: ‘¿Otra vez has perdido las llaves?‘.

Este tipo de transacción cruzada puede llevar al interlocutor a responder desde su Niño, defendiéndose con un: ‘Te he preguntado si las has visto, nada más… ¡No seas pesado!‘. Este intercambio es el inicio de un conflicto latente.

Estas transacciones son comunes entre adolescentes y padres, ya que los primeros tienden a asumir un rol adulto mientras los progenitores mantienen un diálogo desde la posición del Padre, a veces sin reconocer la necesidad del hijo de ser tratado como un adulto incipiente.

Los estados del YO: Padre, Adulto y Niño

Erick Berne, en su obra Juegos en los que participamos, presenta un análisis exhaustivo de las transacciones en las relaciones, que es lo que denominamos análisis transaccional. Al entender y aplicar su análisis, ganamos una valiosa capacidad para comunicarnos y mantener relaciones saludables.

Berne identifica tres estados del YO:

Padre

Representa las normas aprendidas en la infancia, con un tono firme y a veces impositivo.

Se genera en los primeros años de vida y se hace en base a todos los referentes y figuras parentales, entendiendo por esto no solo padre y madre, sino cualquier persona adulta que haya influido en nuestra educación, abuelos, maestros, tíos… Es la educación recibida a nivel familiar y sociocultural, podríamos decir lo que está bien o mal acorde a toda la normativa establecida en nuestro entorno.

Su diálogo suele ser: ‘¡Deberías…’, ‘Lo normal es…’, ‘Tendrías que…’ 

Generalmente, cuando estamos en el Padre, el tono suele ser firme, y hasta impositivo en ocasiones. Es la orden. Es lo que se tiene que hacer.

Adulto

Actúa como mediador, tomando decisiones objetivas y equilibradas.

Es la parte que debemos desarrollar, porque es la que actúa como intermediaria entre el Padre y el Niño. Establece la coherencia y orden entre los deseos del Niño y los requerimientos del Padre, dirigido por las normas establecidas.

El Adulto es quien tiene el principio de realidad, de análisis y toma de decisiones desde la objetividad. Hace preguntas para obtener una composición de lugar con el objetivo de tomar una decisión equilibrada y efectiva ante la situación que lo requiere. Se informa, estudia, analiza, reflexiona y decide.

Niño

Expresa emociones genuinas, ya sean positivas o negativas. Es la emoción, la ilusión, es la parte más emocional del ser humano.

Si tenemos un Niño sano, a éste le debemos la espontaneidad, el entusiasmo, el afecto.

Por el contrario, si tenemos un Niño dolido/herido puede darse la vergüenza, la sumisión, el miedo.

Es nuestro “YO” auténtico, pero no siempre se puede vivir solo de espontaneidad y entusiasmo, ya que en ocasiones los requerimientos del Niño no están acordes con la normativa sociocultural.

Negociando desde el adulto

Según el análisis transaccional, la negociación desde el Adulto implica equilibrar las demandas del Padre y del Niño. Un ejemplo práctico es el dilema de levantarse temprano para ir al trabajo. El Niño desea quedarse en la cama, el Padre exige responsabilidad, y el Adulto busca una solución intermedia para mantener el equilibrio.

Transacciones y desarrollo personal

Entender las transacciones nos hace conscientes de los juegos inconscientes que pueden llevar a desacuerdos. Al comunicarnos de manera paralela, ya sea de Padre a Padre, Adulto a Adulto, o Niño a Niño, fomentamos la armonía en nuestras relaciones.

Para explorar cómo podemos mejorar nuestra comunicación y favorecer la comprensión, examinaremos la propuesta ofrecida por el análisis transaccional. Erick Berne identifica dos necesidades fundamentales para la supervivencia humana:

  • La necesidad de afecto.
  • La habilidad para gestionar el tiempo de manera efectiva en todos los niveles.

A través de un análisis detallado de las diversas transacciones presentes en las relaciones (análisis transaccional), Berne proporciona una visión valiosa. Comprender y aplicar este análisis nos dota de una capacidad efectiva para analizar nuestras interacciones cotidianas y mantener relaciones saludables. En este contexto, consideremos la transacción como toda comunicación entre dos o más personas.

La Real Academia Española (RAE) define “transacción” como un “trato o convenio por el cual dos partes llegan a un arreglo comercial, generalmente de compraventa.” Extendiéndolo a las relaciones, abarcamos tanto las interacciones interpersonales como las intrapersonales.

Cómo funciona el análisis transaccional: ejemplos

Una mañana cualquiera suena el despertador:

  • Nuestro Niño dice: “Noooo, hoy no me levanto a trabajar, voy a decir que me encuentro mal y me quedo en la cama.”
  • Nuestro Padre dice: “Tienes que levantarte y ser responsable, ya que tu trabajo es una obligación que debes cumplir para desarrollarte profesional y económicamente. No puedes quedarte durmiendo, porque te pueden echar del trabajo.”

Y aquí es donde es fundamental la intervención de nuestro Adulto, que analiza: “Mi Niño quiere quedarse durmiendo, pero mi Padre tiene razón, hay que levantarse para cumplir con las obligaciones diarias. Aquí es cuando surge la negociación y el papel del Adulto es analizar objetivamente la situación y generar una respuesta equilibrada.

Mi Niño no quiere levantarse, mi Padre sí. Puedo buscar una solución intermedia desde mi Adulto que busca el equilibrio entre las demandas de Padre y Niño. Me quedo durmiendo 15 minutos más, pero después me levanto y, aunque con mayor celeridad de lo que sería razonable, me voy a arreglar y preparar para poder cumplir con las obligaciones.

Lo ideal sería que todos tuviéramos un Adulto desarrollado, pero difícilmente se da esta circunstancia, y aquí es donde tenemos que trabajarnos para poder desarrollar un Adulto competente en su negociación con los distintos estados del YO.

El hecho de entender las distintas formas de transacciones que se generan nos hace ser conscientes de los juegos en los que, a nivel inconsciente, entramos, además de llevarnos a desacuerdos, que pueden ser livianos o extremadamente incómodos.

Según el análisis transaccional, cuando la comunicación se realiza de forma paralela, es decir, Padre-Padre, Adulto-Adulto o Niño-Niño, se genera armonía en la comunicación y esto favorece el sano desarrollo de las relaciones.

Si quieres profundizar tu conocimiento sobre los roles en las relaciones familiares, de pareja, con amigos o hasta en el trabajo, te invito a consultar los artículos Constelaciones Familiares: qué son y cómo funcionan y Pareja y Constelaciones Familiares, escritos por Aranzazu Par Wolder.

Un ejemplo de comunicación directa

Padre – Padre

  • Padre 1: ‘El precio de la gasolina es vergonzoso.’
  • Padre 2: ‘Lo mismo que el de gas o el gasoil… Es una vergüenza.‘

Adulto – Adulto

  • Adulto 1: ‘¿Has visto mis llaves?‘
  • Adulto 2: ‘No.‘

Niño – Niño

  • Niño 1: ‘¡Te veo luego, artistaaaa!‘
  • Niño 2: ‘¡A divertirseee!‘

Un ejemplo de comunicación complementaria

Padre – Niño

  • Padre: ‘¡No te entretengas mucho que mañana hay que madrugar!‘
  • Niño: ‘Vaaale.‘

Este tipo de transacción es habitual, pero, si se instala en el tiempo, es la base para una comunicación insatisfactoria y puede generar controversia.

Las transacciones que más insatisfacción generan son las cruzadas. Son aquellas en que los interlocutores se expresan desde distintos estados de YO. Los más habituales son cuando cruzamos Padre y Niño.

  • Adulto: ‘¿Has visto mis llaves?‘
  • Padre: ‘¿Otra vez las has perdido? ¡Eres un desastre!‘

Pueden darse en una comunicación en la que, en distintos momentos, hablemos ambos desde el Padre, el Adulto o el Niño. Esta comunicación será fluida y sencilla siempre y cuando se haga de forma directa, de Padre a Padre, de Adulto a Adulto y de Niño a Niño.

  • Padre 1: ‘El precio de la gasolina es vergonzoso…‘
  • Padre 2: ‘Lo mismo que el de gas o el gasoil… Es una vergüenza.‘
  • Adulto 1: ‘Echaré solo 20 euros.‘
  • Adulto 2: ‘Yo también. Confío en que el precio baje y se estabilice en los próximos días.‘
  • Niño 1: ‘Pues… 20 eurillos y a esperar a que baje.’
  • Niño 2: ‘¡Positivismo, amigo! ¡Todo es posible en la villa del Señor!‘

Cuando somos capaces de entender los distintos tipos de transacciones tomamos el control del equilibrio. Todos deberíamos tener un Adulto lo suficientemente desarrollado para facilitar las transacciones y generar una comunicación sana.

Para identificar y comprender cuál es tu rol dentro de tu familia, encontrar los desequilibrios y aprender a resolverlos para mantener relaciones sanas, te invito a inscribirte al curso online gratuito de Constelaciones Familiares: Puedes inscribirte aquí

Análisis transaccional: conclusiones y recomendaciones

Este breve análisis es solo un vistazo a la valiosa herramienta del análisis transaccional. Te invito a explorar más sobre este concepto desarrollado por Erick Berne para mejorar las transacciones y las relaciones tanto internas como externas.

Conocer cómo funcionamos es una habilidad invaluable para mejorar nuestras interacciones y ayudar a otros en su desarrollo personal. El conocimiento y la comprensión son herramientas liberadoras.

¡Que tu camino hacia el desarrollo personal sea lleno de aprendizaje y crecimiento!

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Preguntas frecuentes sobre el análisis transaccional y los estados del YO

¿Qué es el análisis transaccional y para qué sirve?

El análisis transaccional es una teoría psicológica creada por Eric Berne que permite entender cómo las personas se comunican desde tres estados del YO: Padre, Adulto y Niño. Esta herramienta es útil para mejorar las relaciones interpersonales, aumentar la autoconciencia y resolver conflictos comunicativos.

¿Cuáles son los tres estados del YO en el análisis transaccional?

El análisis transaccional identifica tres estados del YO: el Padre, que representa normas y juicios aprendidos; el Adulto, que analiza y toma decisiones de forma objetiva; y el Niño, que manifiesta emociones, deseos y creatividad. Comprender estos estados mejora la calidad de la comunicación.

¿Cómo mejora la comunicación el análisis transaccional?

Aplicar el análisis transaccional en nuestras interacciones permite identificar desde qué estado del YO estamos comunicándonos. Al responder de manera paralela (por ejemplo, de Adulto a Adulto), se evitan conflictos y malentendidos, logrando relaciones más sanas y efectivas.

Coordonnées
Marta Menéndez