La tensión geopolítica y la política arancelaria no descansan ni en agosto. La relación entre Rusia y Ucrania, así como la de Israel y Gaza, ha empeorado durante el período estival. No obstante, los mercados financieros parecen haberse “acostumbrado” a ellos y los números verdes han prevalecido en la mayoría de los parqués con las excepciones del DAX (-0,68%) y el CAC 40 (-0,88%). De hecho, al otro lado del Atlántico, el S&P 500 y el Dow Jones han avanzado un 1,91% y un 3,20%, respectivamente, lo que les ha permitido situarse de nuevo en máximos históricos.
De la balsa de aceite de los parqués de renta variable a la volatilidad de los mercados de deuda
Tras la decisión del primer ministro François Bayrou de someterse a un voto de confianza el 8 de septiembre para aprobar recortes por 44.000 millones, en un contexto de déficit del 5,8% del PIB, la prima de riesgo de la deuda francesa se ha disparado hasta situarse en 78 puntos básicos. En paralelo, la deuda corporativa ha mostrado un comportamiento dispar en la segunda quincena de agosto: mientras que en Europa los diferenciales de crédito se ampliaron en todos los tramos de grado de inversión, en Estados Unidos se estrecharon, reflejando dinámicas divergentes a ambos lados del Atlántico.
política monetaria estadounidense
La política monetaria estadounidense continúa siendo el foco de atención de los inversores. Los mercados financieros descuentan con una probabilidad del 86% una reducción de 25 puntos básicos en los tipos de interés en la reunión del 17 de septiembre. En este contexto, las declaraciones de Christopher Waller resultan especialmente relevantes, al señalar su apoyo a un recorte en la próxima reunión de la Fed y anticipar que la senda de ajustes podría prolongarse durante 2026, con el objetivo de situar el coste del dinero en torno al 3%. Veremos si el intento de Donald Trump de destituir a Lisa Cook ensombrece dicho encuentro, al poner en entredicho la independencia y credibilidad de una institución clave como la Fed.
Macroeconomía
Los datos macroeconómicos mostraron una cierta mejora de la economía estadounidense. Las peticiones de subsidio por desempleo semanal fueron ligeramente mejor de lo esperado (229.000 vs. 230.000), con las peticiones continúas situándose en 1.954.000, lo que implicaría cierta estabilización en un mercado laboral que llevaba semanas enfriándose. Asimismo, la revisión del PIB del segundo trimestre superó a la lectura preliminar (3,3% vs. 3%) apoyado en el aumento del consumo privado (1,6%). La incógnita es la evolución de los precios y, en particular, de la variable predilecta de la Fed para guiar su política monetaria. El PCE se situó en 2,6% en agosto, por el 2,3% de julio, con la lectura subyacente en el 2,9%.
En Europa conocimos cifras macroeconómicas publicadas configuran un entorno de crecimiento frágil por la falta de dinamismo de la demanda interna. En Alemania, las ventas minoristas se contrajeron un 1,5% cuando se estimaba una ralentización del 0,4%. La confianza del consumidor en la zona euro se mantuvo en -15,5 puntos en agosto, en línea con lo esperado, aunque ligeramente por debajo del registro previo (-14,7). El sentimiento económico retrocedió hasta 95,2 desde 95,7, quedando asimismo por debajo del 96,0 anticipado, mientras que el clima empresarial descendió a -0,72 desde -0,71.
Situación en el Reino Unido
La inflación en Reino Unido se situó en el 3,8% en julio, con un aumento de los precios de las tiendas del 0,9% respecto a junio y con los alimentos disparándose un 4,2%. Todo ello, al mismo tiempo que el mercado laboral se está enfriando con un aumento de las vacantes disponibles y con los salarios a la baja. Un contexto que dificulta en demasía la tarea del Banco de Inglaterra (BoE) y que este otoño tendrá que escoger entre combatir la inflación o impulsar el crecimiento económico.
La agenda macroeconómica de la semana viene cargada de publicaciones, aunque el foco de los mercados no estará únicamente en los datos económicos, sino también en el frente geopolítico. En este sentido, los inversores seguirán con atención cualquier avance hacia un posible final de los conflictos Rusia-Ucrania y Israel-Palestina, así como la evolución de las negociaciones comerciales, donde podrían materializarse acuerdos de Estados Unidos con Japón y Suiza. En el plano estrictamente económico, la atención estará puesta en la publicación de los PMI manufactureros y de servicios de agosto tanto en Estados Unidos como en la eurozona, así como en los datos de empleo estadounidenses.
Feliz semana.
Samuel Pérez OgayarAnalista