No sé tú, pero yo ya estoy un poco cansada de las “tendencias del año” que caducan más rápido que una historia en Instagram. Y no lo digo solo como observadora. Trabajo desde hace tres años creando contenido con distintas marcas, y si hay algo que me ha quedado claro es que lo que importa no siempre es lo que más suena.
2026 está a la vuelta de la esquina, y lo que viene no es solo otra lista de herramientas o formatos. Es un cambio profundo en la forma de conectar, de comunicar y de construir. Porque sí, el contenido seguirá siendo rey… pero no cualquier contenido.
¿Qué significa que el contenido sea “real”?
No hablo de real como “auténtico sin filtros”, aunque eso también entra. Me refiero a contenido que nace de algo que realmente importa, que conecta con la gente, que no solo grita sino que escucha.
Hoy, la mayoría de usuarios detectan en dos segundos cuando les estás vendiendo algo. Y cuando eso pasa, simplemente… hacen scroll. ¿Te ha pasado? Porque a mí sí, muchas veces. Por eso, el gran cambio está en la intención. El contenido no tiene que parecer marketing. Tiene que ser útil, cercano, humano.
Las personas antes que las plataformas (y no al revés)
Lo auténtico gana
Se acabó la época del feed perfecto. En serio. En 2026, la gente quiere verte fallar, dudar, mostrar el proceso, no solo el resultado. Mostrar lo feo también conecta.
He visto cómo los vídeos más “caseros” generan más interacción que una producción de mil euros. ¿Por qué? Porque hay algo genuino ahí.
Las redes ya no terminan en la compra
Y ojo con esto: la relación con el usuario no termina cuando compra. De hecho, ahí es cuando empieza lo importante. Cada vez más marcas están apostando por integrar atención post-venta directamente en redes. ¿La razón? Porque si el cliente tiene una mala experiencia después de pagar, adiós reputación.
Threads, WhatsApp, Instagram DMs… se están volviendo centros de retención más que de venta.
El contenido lo crean ellos, no tú
Y aquí está el arma secreta que muchas marcas subestiman: el contenido generado por usuarios (o UGC, si te gusta el acrónimo).
Cuando un cliente comparte algo sobre tu producto sin que tú se lo pidas, eso vale más que cualquier anuncio. En mi experiencia, incluir reseñas, vídeos o simples menciones de usuarios mejora el engagement de forma brutal.
Volver a lo pequeño (pero significativo)
Microinfluencers: el nuevo oro
Antes todo era números, seguidores, likes. Hoy, las marcas que mejor conectan son las que trabajan con perfiles pequeños pero con comunidades reales.
He colaborado con creadores que no llegan a 10k seguidores y han conseguido más resultados que un macroinfluencer. ¿Por qué? Porque sus audiencias confían en ellos. Simple y claro.
Comunidades privadas, confianza pública
Discord, Telegram, grupos de WhatsApp… todos están explotando. Pero no como canales de spam, sino como espacios íntimos donde las marcas se comunican de verdad con sus usuarios.
Estas comunidades permiten construir algo que en redes públicas es casi imposible: diálogo. Y el diálogo genera lealtad.
Vuelve el contenido “propio”
Otra tendencia fuerte que he vivido en los últimos meses: las marcas están volviendo a sus medios propios.
¿Por qué? Porque el algoritmo ya no es confiable. Una newsletter bien gestionada, un podcast constante o incluso un blog sólido vale más que 100 publicaciones que no ve nadie en Instagram.
Vídeos cortos con historias largas
Que sea corto no significa que no diga nada
Reels, Shorts, TikToks… sí, seguirán dominando. Pero la diferencia está en contar algo con sentido, no solo entretener.
El contenido que triunfa es el que en 15 segundos te deja pensando. O riendo. O llorando. Pero no el que se olvida a los 3 segundos.
El contenido ya vende solo
Literalmente. Con el auge del contenido “shoppable”, ahora puedes comprar desde un reel sin salir de la app. El contenido no es la antesala de la tienda. Es la tienda. Y eso cambia todo.
Instagram y el SEO: sí, es real
Instagram ahora aparece en Google. Y eso significa que tus reels y publicaciones deben estar optimizados. Titulares buenos, descripciones claras, hashtags útiles. No es solo para fans: es para buscadores.
Más personal, más sostenible, más honesto
Personalizar de verdad
Hablamos mucho de personalización, pero muchos siguen enviando correos genéricos con un {nombre} mal pegado. No.
La personalización que funciona es la que entiende en qué momento está el usuario, qué necesita y cómo ayudarlo. Y sí, la IA ayuda. Pero el criterio lo pones tú.
La sostenibilidad no se vende, se demuestra
El público ya no se traga eso de “somos verdes”. Quiere pruebas. ¿Tu producto es duradero? ¿Reduce residuos? ¿Tiene impacto social?
Si no puedes mostrarlo, mejor no digas nada.
Propósito con hechos
Cada vez más, los consumidores buscan marcas que compartan sus valores. Y si sienten que no hay alineación, simplemente se van.
Por eso, si tu contenido no refleja quién eres como marca, no esperes que construya comunidad.
¿Y ahora qué? Cómo estar listos para 2026
Estrategias que cruzan plataformas
Tu historia no puede depender de una sola red. En 2026, cada canal debe contar una parte del todo.
No se trata de duplicar contenido, sino de adaptarlo. Lo que publicas en TikTok no puede ser igual a lo que mandas en tu newsletter. Pero debe contar la misma historia.
Ventas + marketing = smarketing
Uno de los mayores aciertos que he visto en los últimos años: cuando los equipos de ventas y marketing trabajan juntos.
El mensaje es coherente, la conversión sube y la experiencia del usuario es más fluida. ¿Qué más quieres?
Si tuviera que resumir todo esto en una frase sería:
“Publicar menos, pero con más sentido.”
Porque lo que viene no se trata de ser el más ruidoso, sino el más relevante. Las marcas que entiendan esto no solo van a sobrevivir al 2026. Van a liderarlo.
