¿Cómo nació la idea de escribir Fragancias de felicidad? ¿Hubo alguna experiencia personal o vivencia que te inspirara?
Nació en el momento en que estábamos inmersos en tanta tristeza y dolor. Sentí una inmensa pena por aquellas personas que no pudieron visitar o despedir a sus seres queridos.
La historia comienza en Milán, un lugar con tanta belleza y arte. ¿Por qué elegiste esta ciudad como escenario principal?
¡Ah!, mi bella Milán. La elegí, como hubiese sido cualquier otra ciudad en la que se pudiera realizar un master en Historia del Arte. Pero fue esa ciudad, porque hacía poco tiempo que había estado allí y, me entusiasmó, sobre todo su impresionante catedral, que no te cansas de contemplarla.
La protagonista vive un momento de gran incertidumbre cuando su madre enferma de COVID. ¿Qué querías transmitir con esta parte tan humana y actual?
Quería transmitir al lector, el profundo dolor que podría sentir una persona a la que no le permitieran visitar o despedir a sus seres queridos. Al mismo tiempo, hacerle creer que tras la tempestad viene la calma. Según palabras de Tagore: “Si lloras porque no puedes ver el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”.
El amor entre la protagonista y el joven médico surge de un encuentro fortuito. ¿Crees en las casualidades o en los destinos que se cruzan?
No creo en el destino. El encuentro fue fortuito; la protagonista estaba allí, por donde pasó un médico joven y bondadoso.
El título Fragancias de felicidad es muy evocador. ¿Qué significado tiene para ti esa “fragancia”?
La palabra fragancia tiene un significado fundamental en mi vida; aparte de evocar los buenos perfumes, me recuerda el aroma del azahar de los limoneros de la huerta familiar, de la leña ardiendo, de los olores de la comida de la infancia; de todo lo relacionado con, lo exquisito y con el amor…
En la novela se mezclan el arte, la enfermedad, el miedo y el amor. ¿Fue difícil equilibrar tantos sentimientos en una misma historia?
No, porque la vida misma entremezcla todos esos sentimientos: sólo expresan lo que has vivido y quieres seguir viviendo.
¿Qué rasgo de la protagonista crees que más representa a las mujeres de hoy?
La vitalidad propia de la juventud y las ansias de prosperar.
¿Qué papel juega la esperanza en tu novela? ¿Crees que puede cambiar la forma en que afrontamos las pérdidas?
Desde luego: “La esperanza es el sol que disipa la niebla del desaliento”. Y, también: “La semilla que germina en el corazón humano”. Y, “La melodía que alivia el dolor del alma”.
¿Qué te gustaría que el lector sintiera al cerrar el libro?
Que pudiera sentir la satisfacción de que su lectura le haya servido de algo más que de distracción; y que disfrutara tanto que deseara leerla de nuevo.
Y, para terminar, si Fragancias de felicidad tuviera una banda sonora, ¿qué canción no podría faltar?
