2026 será el año de la libertad financiera femenina: la hoja de ruta de Laura Encina para conseguirlo

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2026 será el año de la libertad financiera femenina: la hoja de ruta de Laura Encina para conseguirlo

Economía | Comments are Closed | 18 diciembre, 2025 | 0

El nuevo año no puede ser uno más. Para la experta en finanzas personales Laura Encina, 2026 debe convertirse en el año en que las mujeres tomen el mando de su independencia económica, marcando un antes y un después en su seguridad, su autoestima financiera y su capacidad de decidir sobre su propia vida.

Ser libre financieramente no se trata de tener más, sino de saber elegir mejor dónde pones tus recursos, tu tiempo y tu energía”, afirma Encina. En un contexto de inflación, cambios laborales y digitalización acelerada, la experta insiste en que el reto está en pasar de la conciencia al control y del control a la libertad real, con pasos pequeños pero constantes durante todo el año.

Las claves para un año de independencia financiera

  1. Educación financiera constante (30 minutos a la semana)
    Encina propone que cada mujer reserve al menos 30 minutos semanales para aprender sobre dinero, igual que reservaría tiempo para hacer ejercicio o cuidar su alimentación. Puede ser escuchar un podcast mientras camina, leer un artículo guardado en favoritos o seguir una mini clase online, pero con un compromiso: no dejar pasar una semana sin un nuevo aprendizaje financiero.Además, la experta invita a empezar el año con un ejercicio muy concreto: escribir en una hoja todas las creencias sobre el dinero (“ganar dinero es difícil”, “ahorrar no es para mí”, etc.) y cuestionarlas una a una, identificando cuáles ayudan y cuáles limitan, para poder sustituir las que bloquean por pensamientos más constructivos.
  2. Presupuestos con propósito (tres metas claras)
    Para Encina, un presupuesto sin propósito es como un mapa sin destino. Por eso sugiere que cada mujer defina tres metas concretas para 2026, por ejemplo: salir de un descubierto, crear un fondo de emergencia de 500 euros y pagar una formación que impulse su carrera o negocio. A partir de ahí, cada gasto debe evaluarse con una pregunta: “¿Me acerca o me aleja de estas metas?”.La experta recomienda, además, operar con tres “huchas” o cuentas diferenciadas: una para lo esencial (gastos fijos y necesidades), otra para objetivos (ahorro e inversiones) y una tercera para disfrute consciente. La clave está en programar transferencias automáticas el mismo día que se cobra, de forma que el ahorro y los objetivos vayan primero y no queden relegados al “si sobra algo a final de mes”.
  3. Ingresos diversificados (al menos una nueva fuente)
    “En 2026 ninguna mujer debería depender de una sola fuente de ingreso si quiere construir verdadera libertad financiera”, sostiene Encina. Un objetivo realista es crear, antes de que termine el año, al menos una fuente extra de ingresos que pueda gestionarse desde casa o desde el móvil.Algunos ejemplos son ofrecer servicios freelance relacionados con su experiencia profesional (redacción, diseño, consultoría, clases online), lanzar una pequeña tienda digital de productos que ya elabora (velas, joyas, plantillas, documentos descargables) o monetizar conocimientos mediante sesiones de asesoría a otras personas. Lo importante no es que el primer ingreso sea grande, sino que abra la puerta a una nueva forma de generar dinero de manera recurrente.
  4. Mentalidad de inversión (1.200 euros bien dirigidos)
    Encina anima a dejar de ver el ahorro como privación y a entenderlo como una decisión de inversión en el futuro. Pone un ejemplo sencillo y alcanzable: si una mujer aparta 50 euros al mes en una “hucha” de medio plazo (para objetivos en 1–3 años) y otros 50 euros en una de largo plazo (formación relevante o jubilación), al finalizar el año habrá transformado 1.200 euros en decisiones conscientes, en lugar de compras impulsivas que se olvidan.A medida que la educación financiera avanza, esas cantidades pueden dirigirse hacia productos regulados y accesibles según el perfil de riesgo de cada mujer, siempre desde la información, la prudencia y, cuando sea necesario, el acompañamiento profesional. La idea central es que cada euro tenga una misión y no se pierda en el automático del día a día.
  5. Redes de apoyo y colaboración (libertad que se multiplica)
    La libertad financiera se multiplica cuando se comparte”, afirma Encina. Por eso anima a las mujeres a rodearse de otras mujeres con objetivos similares, ya sea uniéndose a un círculo de ahorro, a un club de inversión femenino o creando una “noche financiera” mensual con amigas, donde se revisen metas, se compartan recursos y se celebren avances, por pequeños que sean.Estas redes actúan como espejo, motivación y contención emocional frente a los miedos o las caídas de disciplina que pueden aparecer durante el año. Además, abren la puerta a colaboraciones, proyectos compartidos y oportunidades de negocio que, de manera individual, sería más difícil detectar o impulsar.

Mi deseo para 2026 es que más mujeres se vean a sí mismas como gestoras de su riqueza, no como espectadoras de su economía”, concluye Encina. “La libertad financiera no es un lujo reservado a unas pocas, es un derecho que se construye con información, decisiones conscientes y la valentía de hacerse responsable del propio dinero, día tras día”.

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