Baja laboral por depresión: una herramienta al servicio de la salud » ifeel

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La baja laboral por depresión es un derecho con el que cuentan los trabajadores cuando su salud mental se resiente debido a este trastorno mental y necesitan interrumpir provisionalmente su actividad profesional para seguir adecuadamente su tratamiento y reponerse en la medida de lo posible

Es importante tener en cuenta que una depresión es un trastorno de salud mental que se puede manifestar en diferentes niveles. Cuando es muy intensa debe ser considerada como un problema de salud grave y puede suponer un importante grado de incapacitación para la persona que lo sufre. 

Habitualmente este trastorno del estado de ánimo tiende a confundirse con una sensación de tristeza intensa en el que la persona se sumerge en una permanente melancolía. En realidad, además de con ese estado melancólico, hay que relacionar la depresión con un estado de apatía, desgana, desesperanza en el futuro, dificultad para disfrutar e implicarse en las diferentes facetas de la vida y desconexión afectiva hacia el entorno. 

Entendiendo la depresión

Causas de la Depresión

La depresión es un trastorno complejo y multifactorial, que puede encontrar sus orígenes en una combinación de factores biológicos, genéticos, ambientales y psicosociales. Comprender las diferentes causas de la depresión es crucial para desarrollar estrategias efectivas de prevención y tratamiento. A continuación, se exploran los principales factores que pueden contribuir a la aparición de la depresión:

  • Factores Genéticos: Estudios indican que puede existir una predisposición genética capaz de aumentar las probabilidades de una persona a desarrollar síntomas depresivos. Esto significa que aunque los factores ambientales y las experiencias de vida son cruciales, la genética puede predisponer a ciertas personas a desarrollar depresión bajo condiciones estresantes​.
  • Desequilibrios químicos: Los desequilibrios en los neurotransmisores del cerebro, como la serotonina, dopamina y norepinefrina, son fundamentales en el desarrollo de la depresión. Estos neurotransmisores son responsables de regular el estado de ánimo, el sueño y el apetito. Los desequilibrios químicos pueden ser causados por factores genéticos, estrés crónico o eventos traumáticos.
  • Factores Ambientales y Psicosociales: Eventos estresantes y factores psicosociales pueden ser los desencadenantes de los síntomas depresivos, o del empeoramiento de los mismos. El entorno en el que una persona vive y trabaja juega un papel crucial en su bienestar mental, y situaciones de alta presión o adversidad pueden contribuir significativamente a la aparición de síntomas depresivos .

Tratamientos efectivos

El tratamiento de la depresión generalmente implica una combinación de enfoques que abordan tanto los síntomas como las causas subyacentes del trastorno. A continuación, se describen algunas de las formas más efectivas de tratamiento:

  • Terapia Psicológica: La terapia psicológica, o psicoterapia, es una herramienta fundamental en el tratamiento de la depresión. Entre las formas más comunes de terapia se encuentran la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia interpersonal.
  • Medicación: Los antidepresivos, como los ISRS, son comúnmente recetados para tratar la depresión. Aunque los medicamentos pueden ser muy efectivos, es importante que sean administrados y monitoreados por un profesional de la salud para ajustar la dosis y manejar posibles efectos secundarios.
  • Soporte Integral: Un enfoque integral para el tratamiento de la depresión puede incluir programas de bienestar en el lugar de trabajo, que ofrezcan apoyo psicológico y estrategias para manejar el estrés. Fomentar un ambiente laboral positivo y de apoyo es crucial para la prevención y el manejo de la depresión entre los empleados.

El impacto de la depresión en el trabajo

La depresión es capaz de afectar profundamente el entorno laboral, no solo en términos de bienestar individual, sino también en la eficiencia y productividad de la organización. De hecho, según el Dr. John Torous, psiquiatra:

«La depresión no solo afecta la vida personal del individuo, sino que también tiene un impacto significativo en su rendimiento laboral, a menudo resultando en un aumento del ausentismo y una disminución de la productividad.»

Esto se debe a que los empleados que sufren de depresión pueden experimentar dificultades para concentrarse, tomar decisiones y mantener un nivel constante de rendimiento.

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Estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que aproximadamente el 15% de los adultos en edad laboral padecen algún tipo de trastorno mental en un momento dado, con la depresión y la ansiedad siendo responsables de la pérdida de alrededor de 12 mil millones de días laborales cada año, lo que cuesta a la economía global cerca de un billón de dólares en productividad perdida​​.

Adicionalmente, la depresión puede generar un ciclo negativo en el que la falta de reconocimiento y apoyo en el trabajo agrava los síntomas, perpetuando el ausentismo y el bajo rendimiento.

La utilidad de una baja laboral por depresión

Como hemos dicho, una persona que sufre depresión no es simplemente alguien que está muy triste, sino alguien que está tan “apagado” que va debilitando progresivamente su responsabilidad y vinculación hacia la vida y las personas. 

Por este motivo, es importante diagnosticar adecuadamente la presencia de una depresión, aplicar el tratamiento psicológico y, si hace falta, psiquiátrico que sea necesario y ofrecer a la persona las condiciones necesarias con el objetivo de que se recupere lo antes posible

Para ello hace falta tiempo y es en este contexto en el que aparece el concepto de la baja laboral por depresión. Debemos tener en cuenta que, llegado un cierto punto, la persona con depresión no está ni psicológica ni físicamente disponible para cumplir de manera adecuada con las tareas que tiene asignadas por su puesto de trabajo y necesita hacer una pausa para intentar reponerse sin que ello suponga necesariamente la pérdida de su empleo. 

De hecho, los ambientes laborales que no abordan adecuadamente la salud mental pueden incrementar el riesgo de otros problemas, como el abuso de sustancias y el burnout. En contraposición, las empresas que implementan soluciones de bienestar mental, no solo ayudan a sus empleados a recuperarse más rápidamente, sino que también mejoran su compromiso y satisfacción general en el trabajo​.

Por esta razón, resulta crucial que las organizaciones reconozcan el impacto de la depresión y tomen medidas proactivas para crear un ambiente laboral que apoye la salud mental de sus empleados. Esto puede incluir el acceso a la baja laboral por depresión, así como la implementación de programas de bienestar, acceso a servicios de salud mental y la promoción de una cultura de apertura y comprensión respecto a estos temas.

Aspectos del trabajo en los que influye la depresión

Es evidente que no todos los días ni en todas las épocas de nuestra carrera profesional estamos en el máximo de nuestras capacidades y rendimiento. No obstante, existen algunos momentos en los que nuestro bienestar psicológico fuera y dentro del trabajo puede verse particularmente afectado por cierta sintomatología depresiva. Estos síntomas pueden agravarse hasta el punto de hacer que necesitemos acogernos a una baja laboral por depresión. Estas son algunas de las áreas que pueden verse afectadas: 

Aspectos del trabajo en los que influye la depresión
Motivación laboralComo hemos indicado, la depresión nos apaga: también apaga nuestras ganas de trabajar, la inspiración, la creatividad y el sentido que somos capaces de encontrar en nuestras tareas o en las responsabilidades que tenemos asignadas. 
Relaciones interpersonalesLas personas que experimentan de forma más o menos intensa algunos síntomas de depresión no suelen caracterizarse por estar afectivamente disponibles para otros. La depresión obstaculiza nuestra capacidad para conectar con quienes tenemos alrededor y a menudo nos aleja de ellos. 
Rendimiento laboralEs evidente que si no estamos motivados, si nos falta energía, si nuestras relaciones no funcionan del todo bien y no le encontramos sentido a lo que hacemos nuestros resultados acabarán deteriorándose si no encontramos a corto plazo algún tipo de solución, sea o no a través de una baja laboral por depresión.

Motivos para acogerse a una baja laboral por depresión

A nivel burocrático está establecido que el trabajador puede necesitar una baja laboral por depresión debido a dos tipos de razones. Son los siguientes:

Contingencias comunes

Por un lado, están los motivos personales, es decir, aquellos desencadenantes de la depresión que son ajenos al trabajo. Este tipo de causas se consideran contingencias comunes y es el médico de cabecera el encargado de gestionar la baja laboral por depresión cuando es esto lo que está causando el problema. 

Contingencias profesionales

Por otro lado, debemos fijarnos en los motivos que están directamente relacionados con el trabajo (por ejemplo, una situación continuada de burnout, conflictos con los compañeros de trabajo o incluso sufrir acoso sexual por parte de algún miembro del equipo). En este caso hablamos de contingencias profesionales y, a diferencia de lo que ocurre en el otro caso, es la mutua la que se encarga de acreditarlas. 

Lamentablemente, no siempre es posible que las empresas eviten que se produzca una baja laboral por depresión entre sus trabajadores. No obstante, toda organización debe hacer lo posible por prevenirla, conociendo qué contingencias profesionales pueden llegar a originarla y tomando las medidas necesarias para cuidar de la salud de los miembros de la plantilla. 

Brindando apoyo desde las empresas

Las organizaciones juegan un papel crucial en la prevención de la depresión y en brindar soporte a los empleados que atraviesan una baja laboral por esta condición. Aquí se presentan algunas estrategias efectivas:

1. Implementar una solución de bienestar mental: Incluir una solución de bienestar mental en el lugar de trabajo puede ayudar a prevenir la depresión. Estos programas pueden incluir talleres sobre manejo del estrés, mindfulness, y educación sobre salud mental, así como atención personalizada con los mejores profesionales de la salud mental. Según la Asociación Americana de Psicología (APA), el acceso a servicios de salud mental en el trabajo puede reducir significativamente los síntomas de depresión y ansiedad​.

«Las empresas que implementan programas de apoyo para la salud mental no solo ayudan a sus empleados a recuperarse más rápidamente, sino que también mejoran su compromiso y satisfacción general en el trabajo

– Dra. Jill Newby, Psicóloga Clínica.

2. Capacitación para líderes y gerentes: Capacitar a líderes y gerentes para que reconozcan y respondan adecuadamente a los signos de depresión es esencial. Esto incluye habilidades de comunicación efectiva, escucha activa y manejo de situaciones de estrés.

3. Crear un entorno de trabajo inclusivo: Fomentar una cultura de seguridad psicológica en el lugar de trabajo, donde los empleados se sientan seguros para hablar sobre sus problemas de salud mental puede prevenir la progresión de síntomas depresivos. Un ambiente de trabajo inclusivo y comprensivo reduce el estigma asociado a la depresión y anima a los empleados a buscar ayuda temprana​.

4. Facilitar la reincorporación gradual: Para los empleados que están en proceso de reincorporarse después de una baja laboral por depresión, las organizaciones deben facilitar un retorno gradual al trabajo. Esto puede incluir horarios flexibles, reducción de la carga de trabajo inicial y apoyo continuo.

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