La identidad desde las Constelaciones Familiares: el despertar de la autenticidad - Instituto Ángeles Wolder

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La identidad es un proceso dinámico, en constante evolución a lo largo de la vida, que refleja los diversos estados de conciencia que atravesamos. Surge como un flujo continuo, manifestándose en las diferentes facetas de nuestro ser: lo que somos, lo que tenemos y lo que hacemos. Esta tríada esencial define nuestra existencia y moldea nuestra identidad, en constante movimiento.

Nuestro origen y nuestra historia de vida nos llegan a través de nuestros padres, quienes ejercen una influencia directa en nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos. Sin embargo, la autenticidad surge de la aceptación de nuestra propia esencia, siendo fieles a nosotros mismos en su más pura expresión.

A lo largo de la vida, experimentamos una evolución constante de la identidad, reflejando los cambios en nuestros estados de conciencia. Cada experiencia, cada encuentro y cada desafío nos moldean, contribuyendo a la compleja tela de nuestra existencia. En este viaje de autodescubrimiento, nos encontramos a nosotros mismos una y otra vez, redefiniendo lo que significa ser verdaderamente auténticos.

En este artículo hablamos de cómo podemos despertar a nuestra autenticidad y conectarnos con nuestra esencia.

La esencia del ser: ¿qué es la identidad?

La vida se compone de tres elementos fundamentales: ser, hacer y tener. Cada uno de ellos define una parte crucial de nuestra existencia y juntos nos ayudan a construir la identidad.

  • Ser: es nuestra esencia, aquello que define quiénes somos en lo más profundo. Soy estudiante, madre, artista, amiga, líder, soñadora… Es el conjunto de nuestras cualidades y valores que nos hacen únicos y auténticos.
  • Hacer: es la acción, lo que realizamos y cómo nos expresamos en el mundo. Hago proyectos, investigaciones, jardinería, música, escritura, viajes… Son nuestras pasiones y actividades que reflejan nuestra creatividad y esfuerzo.
  • Tener: es pertenencia, lo que poseemos y aquello a lo que nos hemos dedicado. Tengo familia, estudios, reconocimientos… Son nuestras conquistas y tesoros, tanto materiales como inmateriales, que nos brindan seguridad y satisfacción.

Cada uno de estos elementos es vital, pero es el Ser el que nos da sentido y dirección. Es en la autenticidad de nuestro ser donde encontramos nuestra verdadera felicidad y propósito.

Antes de seguir leyendo, tómate unos segundos para reflexionar: 

  • ¿Quién eres? 
  • ¿Qué haces? 
  • ¿Qué tienes?

Cuando somos nosotras mismas, somos auténticas.

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¿Cómo se construye la identidad?

La identidad tiene sus raíces en la historia de vida que heredamos de nuestros padres. La influencia directa de su legado modela nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos.

Sin embargo, lo que verdaderamente nos hace auténticos es la aceptación de nuestra propia esencia, siendo uno mismo en su más pura expresión. Este proceso de aceptación y autenticidad es un viaje personal que nos permite descubrir quiénes somos realmente.

La Ley de Pertenencia de las Constelaciones Familiares

La primera ley sistémica de Constelaciones Familiares revela una verdad fundamental: el ser humano anhela pertenecer, formar parte de algo más grande que sí mismo. Esta necesidad de conexión y reconocimiento nos impulsa a buscar la identidad dentro de grupos sociales, familiares o culturales. La pertenencia es un mecanismo natural de subsistencia.

Este aprendizaje comienza ya en el útero materno y se extiende hasta los dos primeros años de vida. Durante este tiempo, el bebé siente que su estado de conciencia es el mismo que el de su madre. La conciencia del bebé se funde con su familia, sus reglas y sus valores. Un niño hará lo que sea necesario para pertenecer, para sentirse mirado, incluido, reconocido.

La evolución de la identidad

A partir de los dos años, el niño comienza a diferenciarse de sus padres, especialmente de la fusión con la madre, mediante el uso del “no”. Esta es la primera búsqueda de la identidad, acompañada por diversas etapas. 

Si el niño aprende que puede decir “no” y seguir perteneciendo, se sentirá libre de descubrir quién es y de explorar su identidad más allá de lo que se espera de él.

La adolescencia es una etapa particularmente reconocible en la búsqueda de la identidad. Durante esta fase, descubrimos la parte de nosotros que no queremos ser y comenzamos a buscar aquello que sí queremos ser. En el grupo de iguales, buscamos pertenecer, ampliamos nuestra conciencia y nos identificamos con sus reglas, motivaciones y valores. Esta necesidad de identificación y reconocimiento nos lleva a explorar diferentes aspectos de nuestra identidad.

La juventud y la adultez temprana continúan esta búsqueda en nuevos escenarios como la universidad, el trabajo y las amistades. A partir de los 25 años, cuando se considera que el cerebro ha alcanzado su plena madurez, comenzamos una nueva etapa como adultos. Nos identificamos como individuos a través de lo que tenemos y lo que hacemos, pero siempre enraizados en nuestra esencia más profunda.

Un ejemplo real de confusión de roles y de identidad

Durante mi charla en Biocultura 2024 sobre la construcción de la identidad, compartí un fragmento de mi propia historia personal.

Como hermana mayor, me vi en la posición de cuidar de mi hermano durante algunos años debido a circunstancias familiares. Este rol asumido no solo afectó mi dinámica familiar, sino que también desequilibró el sistema en el que estábamos inmersos. 

En las constelaciones familiares, este tipo de desorden se observa como una alteración en la Ley de Jerarquía, donde asumimos roles y responsabilidades que no nos corresponden.

Descubre si te corresponde el rol que ocupas en tu familia e identifica rápidamente el origen de los comportamientos de tus consultantes con la Formación en Constelaciones Familiares.

En mi video profundizo sobre cómo este desorden en la dinámica familiar puede impactar en nuestra búsqueda de la identidad. Te invito a verlo en mi canal de YouTube, donde exploramos más sobre constelaciones familiares, psicoterapia y el proceso de encontrar quiénes somos realmente:

El cambio profundo: ¿quién quiero ser?

El proceso que impulsa un cambio profundo en nuestra identidad nos hace cuestionarnos:

  • ¿Quiénes somos realmente? 
  • ¿Quiénes aspiramos a ser más allá de nuestras raíces?
  • ¿Y quiénes somos más allá de lo que hemos heredado? 

Enfrentarnos a estas preguntas es esencial para avanzar en nuestro camino de autodescubrimiento y autenticidad.

La identidad es este viaje continuo de autodescubrimiento y autenticidad, influenciado por nuestra historia y nuestra necesidad de pertenencia. Al comprender y aceptar quiénes somos, qué hacemos y qué tenemos, encontramos la verdadera felicidad y propósito en la vida.

Si estás buscando apoyo en tu proceso personal, en el Instituto podemos acompañarte a soltar esas corazas y liberarte de lo que te impide ser tu verdadero yo. Consulta nuestra página de profesionales aquí.

Y tú, ¿has encontrado tu esencia? Te leo en comentarios.

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Aranzazu