La depresión es un trastorno del estado de ánimo, siendo mucho más que sentirse triste o tener un mal día. Los trastornos depresivos infieren a nuestra calidad de vida, en nuestra vida cotidiana y provoca un gran sufrimiento.
Los trastornos depresivos según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son una de las principales causas de discapacidad global, llegando a 280 millones de personas que la padecen afectando tanto adultos como adolescentes.
En Amalgama7 trabajamos desde hace años en la atención especializada de adolescentes y jóvenes que presentan problemas depresivos, con un enfoque integral que incluye tanto a la persona como a su entorno familiar y educativo.
¿Qué es la depresión?
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que provoca sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés o placer en las actividades diarias y, en muchos casos, una visión negativa de uno mismo, de los demás y del futuro. Afecta al pensamiento, comportamiento y bienestar de la persona.
Puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es especialmente preocupante en adolescentes y jóvenes por su impacto en el desarrollo personal y social. Según la OMS, aproximadamente el 4-5% de los adolescentes en todo el mundo han tenido depresión en algún momento.
La prevalencia de la depresión en adolescentes varía según el país y los estudios, pero se estima que entre el 10% y e3l 20% de los adolescentes experimentan al menos un episodio depresivo antes de los 18 años.
Los trastornos depresivos van mucho más allá de un simple desánimo ocasional. Se trata de una condición clínica que, si no se trata adecuadamente, puede prolongarse durante meses o años.
Tipos de trastornos depresivos
Existen diferentes tipos de trastornos depresivos, cada uno con sus particularidades. Los más comunes son:
- Depresión mayor: síntomas intensos que interfieren en la vida cotidiana. La persona siente tristeza profunda, pérdida de interés en actividades, desesperanza y falta de energía.
- Distimia o trastorno depresivo persistente: síntomas menos intensos pero de mayor duración y constantes. En adultos, los síntomas duran al menos 2 años, y en adolescentes 1 año.
- Trastorno disfórico premenstrual: sintomatología depresiva, irritabilidad y sensibilidad emocional intensos durante la semana previa a la menstruación.
- Trastorno depresivo estacional: la sintomatología es similar a la de la depresión, pero ocurren en ciertas épocas del año, normalmente en otoño e invierno.
- Depresión postparto: afecta a algunas mujeres después del parto con tristeza extrema, ansiedad, agotamiento y culpa, entre otros. La OMS estima que cerca del 13% de las madres en todo el mundo experimentan depresión posparto.
Principales síntomas de los problemas depresivos
Los problemas depresivos pueden manifestarse de diferentes formas, pero algunos de los síntomas más comunes son:
- Tristeza persistente o estado de ánimo irritable.
- Ansiedad o inquietud.
- Aislamiento social.
- Pérdida de interés en actividades placenteras.
- Cambios en el apetito y el peso.
- Dificultades para dormir o sueño excesivo.
- Fatiga o pérdida de energía.
- Sentimientos de inutilidad o culpa.
- Problemas de concentración.
- Sensación de lentitud mental o física.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
Causas y factores de riesgo
La depresión puede tener múltiples causas, y suele ser el resultado de una combinación de factores:
- Factores biológicos: desequilibrios de neurotransmisores, alteraciones en la estructura del cerebro y desregulación hormonal.
- Factores genéticos: a día de hoy no se ha identificado un solo “gen de la depresión”, sin embargo se estima que la genética influye entre el 30% y 40% en el riesgo de desarrollar depresión.
- Factores psicológicos: relacionados con la personalidad y experiencias de vida. Factores como la baja autoestima, autocrítica excesiva, estrés crónico, traumas y/o pensamientos negativos recurrentes.
- Factores sociales: aislamiento social, problemas familiares o de pareja, presión académica o laboral. Un aspecto relevante también son las posibles condiciones de vida complicadas.
En adolescentes y jóvenes, los cambios hormonales y los desafíos propios de esta etapa aumentan la vulnerabilidad a desarrollar problemas depresivos. “No es personal, es cerebral”
Tratamiento de la depresión en Amalgama7
En Amalgama7 contamos con un equipo multidisciplinar especializado en el tratamiento de los trastornos depresivos en adolescentes y jóvenes. Nuestro enfoque es integral, abordando tanto los síntomas de la depresión como sus causas subyacentes.
Nuestros programas de tratamiento incluyen:
- Evaluación clínica individualizada.
- Psicoterapia individual, grupal y familiar.
- Tratamiento farmacológico supervisado por profesionales médicos.
- Apoyo educativo y programas de acompañamiento académico.
- Actividades de refuerzo emocional y habilidades sociales.
La importancia de detectar y tratar la depresión a tiempo
Detectar los trastornos depresivos en fases tempranas es clave para facilitar la recuperación y evitar complicaciones mayores. La depresión no es una debilidad ni un problema pasajero; es una enfermedad que requiere comprensión, apoyo y un tratamiento profesional adecuado.
En Amalgama7 estamos comprometidos con el bienestar integral de los adolescentes y sus familias. Si sospechas que un joven cercano a ti podría estar atravesando un episodio depresivo, te animamos a contactar con nuestro equipo.