¿Cómo se queda la jubilación ordinaria del médico en 2025?

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El Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada ha elaborado un informe sobre la jubilación ordinaria del médico en este 2025, un análisis de la situación que se viene realizando desde 2011, cuando se publicó el Informe propuesta sobre jubilación para el personal facultativo de las instituciones sanitarias del Sistema Nacional de Salud”, que se puede descargar completo, en este enlace (Ver informe). Desde entonces, se han venido publicando informes sobre la jubilación, como un tema interesante y muy desconocido para la mayoría de los médicos, sobre todo por la pérdida que supondrá en el poder adquisitivo y que es necesario conocer para buscar solucionarla o adaptarse a la misma.

Un médico en 2025, si cumple los requisitos de tiempo de cotización necesario, para llegar al 100% de la base reguladora, le correspondería por las cotizaciones que ha realizado, un cálculo de jubilación inicial de unos 3.628 euros brutos al mes en catorce pagas (50.792 euros brutos/año), pero por desgracia le afecta el tope máximo y la pensión que percibirá será de 3.267,60 euros brutos mensuales (14 pagas), en total 45.746,40 euros brutos anuales. Pero esas cantidades son brutas: una vez aplicada una retención aproximada del 22,70%, el importe neto se queda en unos 2.523 euros/mes.

Se cotiza por más de lo que se puedes finalmente recibir. En este ejemplo recibe 360 euros menos al mes de lo que le corresponde por lo que ha cotizado, lo que supone unos 5.000 euros menos al año, que para una esperanza de vida de 20 años a partir de los 65, supone una pérdida de más de 100.000 euros.

Los médicos y todos los trabajadores que perciben sueldos por encima de la base de cotización máxima, sufren importantes pérdidas retributivas con la jubilación en relación al sueldo en activo. En concreto, para los médicos superan el 35% en casi todos los casos y más del 50% en muchos casos, especialmente para los que hacen guardias.

Hay pocas posibilidades para evitar estas pérdidas: planes de pensiones, ahorro, demorar la jubilación (incremento del 4% de la pensión por año completo), inversión de todo tipo, incluida la compra de vivienda para alquilar, aunque tiene evidentemente muchos riesgos. (Ver el informe completo en pdf.)

Existe también el complemento por brecha de género: este año suponen 35,90 euros por hijo, máximo cuatro hijos. (Ver detalles en el informe, donde también hay información sobre incompatibilidades/compatibilidades, uso de recetas del SNS por los médicos jubilados y, muy importante, información sobre las simulaciones que se pueden hacer en «Tu Seguridad Social»).

La profesión médica por su complejidad, dedicación, responsabilidad, estrés, exigencias, penosidad, peligrosidad, horas adicionales a la jornada con las guardias… merecería, al igual que otras profesiones (mineros, bomberos, policía local, trabajadores del mar, artistas…) ser declarada profesión de riesgo y tener un factor corrector con la posibilidad de una jubilación voluntaria, entre los 60 y 70 años, al igual que los funcionarios y sin tanto recorte.

Por otro lado, recordemos que el tiempo de las guardias en general no cotiza a la Seguridad Social al estar por encima del tope de cotización y no computa como tiempo trabajado. Sin duda debería considerarse tiempo trabajado a efectos de jubilación y su retribución, que es inferior a la hora ordinaria, debería incrementarse su importe y tener un tratamiento fiscal favorable. Ahora supone una subida importante de la retención del IRPF de toda la nómina y para el médico, finalmente el importe neto que llega al banco supone poco más del 50% del importe bruto por hora. Un médico que haga guardias durante 30 años puede realizar una jornada total equivalente a una jornada ordinaria de más de 40 años.

Ante la falta de plantilla en muchas especialidades y las muchas jubilaciones que se están produciendo y se producirán en los próximos años, es hora de poner soluciones urgentes, incrementando unos años más el número de plazas MIR en determinadas especialidades (tardan cuatro o cinco años en formarse) y mejorando las condiciones del ejercicio profesional, con plazas estables y mejores retribuciones. También se podría permitir e incentivar, a profesionales que voluntariamente lo soliciten, prolongar su vida laboral, sobre todo en especialidades que son claramente deficitarias y no tienen especialistas para reponer las jubilaciones.

Acceso al informe completo aquí.

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