Siria sí pudo salir del infierno | Sonrisas de Bombay

Compatibility
Save(0)
Share

Blog

Me llamo Siria Parajuli. Soy del distrito de Kavrepalanchok, en el centro de Nepal, y tengo 23 años. En mi casa éramos tres hermanas, mi hermano, mis padres y mi abuelo. Yo crecí con mis otros abuelos. La situación económica y social de mi familia era normal. Cuando nacía una hija en mi familia, no había motivo de celebración. A las niñas se nos discriminaba en todo. No se nos permitía estudiar ni salir solas a la calle.

Un día llegué al infierno

Mi madre nunca me trató bien. Ni siquiera ahora me trata bien. Después de sufrir mucho en casa, decidí irme al extranjero. Conseguí un visado para trabajar en una fábrica de ropa de Omán y viajé hasta allí. Todo iba bien. Pero un día, cuando volvía a mi habitación, me secuestraron en un coche. No sabía adónde me llevaban. Llegamos a un lugar donde conocí a muchas chicas como yo. No se nos permitía usar el teléfono ni salir. El sitio se utilizaba para actividades sexuales. No puedo creer que acabara en ese infierno. Permanecí allí unos 15 días hasta que un día pedí ayuda a un guardia y me ayudó a escapar. Regresé a Nepal como pude.

Al volver a casa, yo esperaba el amor y el apoyo de mi familia, pero en lugar de eso, me decían que yo me había buscado esa situación. Me sentía sola, no encontraba cariño por ningún lado. Tampoco tenía dinero, así que mi día a día era muy difícil.  Intenté suicidarme, porque sentía que no tenía ninguna razón para vivir.

Hasta que un día, salió el sol

Una buena amiga me habló de una ONG que tenía un centro social para mujeres cerca de donde vivo. Fui con ella a visitarlo, me trataron muy bien desde el principio y empecé a ir más a menudo. Recibía asesoramiento, sesiones grupales y participaba en formaciones para fabricar materiales de artesanía. Poco a poco he ido superando mis problemas. Estoy aprendiendo a quererme y a respetarme. Ahora estoy aprendiendo a montar en escúter. Mi vida ha cambiado mucho. Tengo previsto sacarme el carné de moto y trabajar por Internet. He cambiado drásticamente mi vida, y todo gracias a la labor que impulsa Sonrisas de Bombay en Nepal.

También te puede interesar

Comentarios

Contact details
Sonrisas de Bombay