¿Nos creemos las reseñas de Google o son puro cuento?

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Buscas un restaurante nuevo. O un fontanero. O un hotel para ese fin de semana que tanto necesitas. Y lo primero que haces es mirar las reseñas de Google. Porque a nadie le gusta arriesgarse a pagar por un mal servicio. Nos fiamos de lo que dicen otras personas, aunque no las conozcamos de nada. Pero la gran pregunta es: ¿realmente podemos fiarnos de ellas?

Las reseñas se han convertido en el “boca a boca digital”. La gente deja su opinión, cuenta su experiencia y, en teoría, ayuda a otros a decidir. Pero también hay un pequeño detalle: no todas son reales. Hay negocios que compran reseñas, hay clientela insatisfecha que dejan valoraciones negativas solo por desahogarse, y luego están los que opinan de un sitio en el que ni siquiera han estado. Así que sí, las reseñas sirven, pero hay que saber leer entre líneas.

(Que tire la primera piedra quien no haya dejado una reseña negativa en su vida, la gente es más de dejar maldades que bondades, ¿o no?)

¿Para qué sirven las reseñas de Google?

La razón por la que les damos tanta importancia es porque influyen en prácticamente todo.

  • Generan confianza. Si un negocio tiene muchas opiniones positivas, lo normal es que te dé más seguridad.
  • Afectan a la decisión de compra. Más del 90% de las personas consumidoras leen reseñas antes de comprar o contratar un servicio.
  • Impactan en el SEO local. Google premia a los negocios con buenas valoraciones mostrándolos más arriba en los resultados de búsqueda.
  • Ayudan a las marcas a mejorar. No todo es imagen. Un negocio que realmente escucha a su clientela y responde a sus valoraciones (tanto buenas como malas) tiene más posibilidades de mejorar y fidelizar a su clientela.

Todo esto suena bien, pero claro, en un mundo ideal donde todas las reseñas fueran honestas y estuvieran escritas con criterio.

No todo lo que reluce es oro: el lado oscuro de las reseñas

Aquí viene la otra cara de la moneda. No todas las reseñas son fiables. De hecho, muchas son falsas, exageradas o directamente ridículas. Y es importante aprender a detectarlas.

Por un lado, tenemos las reseñas compradas. Algunos negocios pagan a terceros para que escriban opiniones positivas y así mejorar su reputación. Y sí, Google intenta combatirlo, pero sigue ocurriendo. Luego están las reseñas de venganza, donde una persona molesta (o incluso la competencia) deja una valoración negativa solo para hacer daño.

Y luego están las reseñas absurdas, esas que te dejan con cara de “¿esto es en serio?”. Gente que le da una estrella a un hotel porque llovió durante su estancia. O que se queja de que una pizzería no sirve sushi. O el clásico “todo bien, pero el camarero tenía gafas”, como si eso afectara la calidad de la comida.

Cómo detectar reseñas falsas en Google

Para no caer en la trampa, hay algunos trucos que pueden ayudarte a distinguir las reseñas auténticas de las que huelen a fraude:

  1. Mira el perfil del usuario. Si solo ha dejado una reseña en toda su vida, sospecha.
  2. Presta atención al tono. Cuando todas las opiniones suenan iguales y parecen sacadas de un manual de ventas, algo no cuadra.
  3. Revisa la frecuencia. Si un negocio pasa de tener 3 reseñas a 50 en dos días, es probable que haya algo turbio detrás.
  4. Fíjate en los detalles. Las reseñas reales suelen contar anécdotas concretas, describen el servicio y, muchas veces, incluyen fotos.

Entonces, ¿las reseñas de Google sirven o no?

Sí, pero con sentido común. No te dejes llevar por la primera que leas, ni por las valoraciones extremas. Lo mejor es leer varias, contrastar opiniones y analizar los comentarios con ojo crítico.

Las reseñas son una herramienta útil, pero no infalible. Y al final, la mejor forma de saber si un negocio merece la pena es probándolo por ti mismo. Porque, aunque las opiniones de otros ayudan, nada sustituye tu propia experiencia.

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Mónica Carratalá