Experiencias con propósito que venden
En su artículo en Diario Responsable, nuestra socia Lorena Vásquez recuerda que el mercado ya no compra solo productos: compra confianza. Y esa confianza se construye cuando la experiencia que ofrece una marca es coherente con lo que dice y con el impacto real que genera.
Hoy, un evento o una activación no es un espectáculo aislado: es un ecosistema donde conviven empresa, proveedores, administraciones y ciudadanía. Diseñarlo con criterios ESG significa emocionar, convertir y, al mismo tiempo, dejar un legado positivo.
Las métricas son decisivas: leads, conversión y ventas, pero también huella de carbono evitada, materiales reutilizados o accesibilidad garantizada. Solo midiendo se consigue mejorar y demostrar resultados con transparencia.
La conclusión es clara: cuando el propósito guía la creatividad, las experiencias no solo venden, transforman. Y esa transformación es la que otorga a las marcas un valor duradero.
Puedes leer el artículo aquí.