Casa en llamas: entrevista a Ángeles Wolder y Aranzazu Par sobre las dinámicas familiares - Instituto Ángeles Wolder

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Casa en llamas (Casa en flames), de Dani de la Orden, sigue a una familia en la que los conflictos y resentimientos acumulados salen a la superficie. La película, con una mezcla de humor y drama, expone las dinámicas familiares y el peso de las expectativas no expresadas en un entorno que muchos espectadores reconocen como propio.

Hemos querido reflexionar sobre esta película junto a Ángeles Wolder y Aranzazu Par Wolder, para que nos muestren, a través de su mirada como psicoterapeutas, qué reflexiones sobre los patrones familiares se muestran en la película. 

Este artículo te ofrecerá una mirada distinta de la película Casa en llamas desde la mirada de las Constelaciones Familiares, los “pactos invisibles” y los juegos psicológicos en las familias.

Casa en llamas: entrevista a Ángeles Wolder y Aranzazu Par Wolder

1. Casa en llamas explora las relaciones familiares con una mezcla de humor y drama. ¿Qué elementos de la familia que aparece en la película os parecen más universales y representativos de los patrones familiares que vivimos en la realidad?

Aran: La película destaca la dificultad que muchas familias tienen para comunicarse de manera auténtica y transparente. Este es un patrón universal que reconocemos en distintos sistemas: familias que, por mantener la armonía o evitar conflictos, reprimen emociones y necesidades importantes.

Además, el juego de apariencias, en el que los miembros de la familia actúan de un modo en público y de otro en privado, es muy común. La trama nos recuerda que muchas veces mantenemos roles que ocultan nuestras vulnerabilidades y que, en lugar de unirnos, nos aíslan.

Ángeles: Estoy de acuerdo. Casa en llamas refleja muy bien las dinámicas familiares cotidianas, donde las emociones a menudo son reprimidas para evitar incomodidad o conflicto. A muchos de nosotros nos resulta familiar ver en nuestras propias familias cómo se adoptan roles o alianzas invisibles que, aunque sean dañinas, se mantienen por costumbre o lealtad. 

Estas alianzas y patrones silenciosos forman parte de casi cualquier familia y son difíciles de romper porque cuestionan el “orden” establecido. La película nos invita a observar cómo estos patrones afectan las relaciones y la salud emocional de cada miembro de la familia.

2. Ángeles, mencionas las leyes sistémicas (jerarquía, pertenencia y equilibrio entre dar y recibir) como esenciales para mantener el orden familiar. ¿Podrías explicar cómo crees que estas leyes se reflejan en los conflictos que surgen en la historia?

Ángeles: Por supuesto. En la familia de Casa en llamas, vemos una falta de equilibrio entre dar y recibir, especialmente en la madre, quien ha sacrificado mucho por su familia y ahora siente un vacío porque no recibe lo que espera a cambio. Esto genera resentimiento.

En cuanto a la jerarquía, notamos cómo la madre intenta mantener un control excesivo, lo cual genera conflictos porque los hijos ya han alcanzado la adultez y buscan su independencia.

La falta de pertenencia también se percibe en cómo los miembros de la familia se sienten incomprendidos o poco valorados. Este tipo de conflictos sistémicos puede llevar a tensiones profundas, y Casa en llamas los expone de manera contundente.

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3. Uno de los temas que destacan en la película es el de los “pactos invisibles” y cómo los roles asignados en la familia pueden detener el crecimiento individual. ¿Qué opináis de la relación de la madre con sus hijos en este sentido? ¿Por qué creéis que esos pactos y roles se sostienen incluso cuando resultan dañinos?

Aran: La madre en Casa en llamas ejemplifica cómo los pactos familiares pueden crear relaciones simbióticas que terminan siendo una carga emocional para los hijos. Al asumir el papel de cuidadora sacrificada, la madre genera una dependencia emocional.

Estos roles se mantienen porque ofrecen una especie de seguridad emocional y porque romperlos significaría reconocer el cambio, algo que puede dar mucho miedo. Además, estos pactos invisibles son muchas veces inconscientes y difíciles de ver.

Ángeles: Así es, estos roles asignados se sostienen debido a una lealtad hacia los padres y a una incapacidad de cuestionar las dinámicas establecidas. Este tipo de “pactos” crea un ciclo de dependencia y refuerza la resistencia al cambio.

Los roles no cuestionados pueden dar un propósito temporal, como es el caso de la madre, pero a largo plazo se convierten en una fuente de frustración y resentimiento. Cuestionarlos y permitir que cada miembro de la familia evolucione es esencial para el crecimiento individual.

4. En Casa en llamas, vemos que los hijos buscan separarse de los patrones de sus padres, especialmente de la madre. ¿Cómo creéis que este proceso de “desidentificación” influye en la madurez emocional de los hijos? ¿Qué tan difícil os parece para alguien tomar distancia de los roles familiares heredados?

Ángeles: La desidentificación es clave en la madurez emocional. Permite a los hijos ser ellos mismos y desarrollar su identidad sin repetir patrones de sus padres. Sin embargo, tomar distancia de estos roles heredados es muy difícil porque implica romper con las expectativas familiares, y esto puede causar sentimientos de culpa.

Para muchos hijos, la desidentificación significa desafiar los modelos que han interiorizado, lo cual es un proceso complejo pero necesario para su autonomía.

Aran: Exacto. En la película, la hija ve en su madre un reflejo de lo que no quiere llegar a ser, y ese reconocimiento es doloroso, pero también liberador. Desidentificarse no es rechazar a los padres, sino aceptar que la vida de cada uno es diferente y que deben poder elegir su propio camino sin replicar sacrificios o roles que no les corresponden.

5. La película refleja el desequilibrio entre lo que la madre ha dado a su familia y lo que siente que ha recibido. ¿Cómo creéis que afecta este desequilibrio a las relaciones familiares? ¿Qué cambios véis como necesarios para lograr un equilibrio saludable en la familia?

Aran: Este desequilibrio crea una atmósfera de resentimiento, especialmente en la madre, que siente que sus esfuerzos no son valorados. Esto puede generar presión hacia los hijos, quienes pueden sentirse culpables o responsables de compensar ese sacrificio.

Para lograr un equilibrio, es crucial que cada miembro de la familia pueda expresar sus necesidades y establecer límites saludables.

Ángeles: Sin duda. La madre debe aprender a recuperar su propia vida y valorarse más allá del rol de cuidadora. La familia necesita restablecer el flujo de dar y recibir, donde todos puedan sentirse apreciados sin que uno se sacrifique en exceso. Equilibrar esto permite relaciones más sanas y auténticas.

6. Se nota que la falta de comunicación y la represión de emociones generan tensión entre los personajes. ¿Por qué creéis que es tan común que las familias eviten expresar sus emociones? ¿Qué efectos véis que puede tener la falta de comunicación sincera en la relación familiar?

Ángeles: Evitar expresar emociones es común porque muchos asocian la vulnerabilidad con debilidad, y la familia no es la excepción. Sin embargo, esta falta de comunicación lleva a resentimientos que, con el tiempo, erosionan las relaciones.

Una comunicación abierta permite construir confianza y ayuda a evitar malentendidos que podrían haber sido resueltos con honestidad.

Aran: Estoy de acuerdo. En Casa en llamas, vemos que la represión lleva a un ambiente de desconfianza y resentimiento. La familia se queda atrapada en una red de silencio donde todos se protegen, pero nadie se comunica realmente.

7. ¿Qué efecto creéis que tiene la dinámica de “protección” emocional en la convivencia familiar? ¿Por qué es tan difícil quitarse esas máscaras y ser auténticos con los seres queridos?

Aran: Las máscaras crean barreras entre los miembros de la familia, dificultando la autenticidad. Es difícil quitárselas porque implica mostrarse vulnerable y correr el riesgo de ser juzgado o herido. La película demuestra que, aunque las máscaras parecen proteger, en realidad alejan.

Ángeles: Además, la máscara es un mecanismo de defensa inconsciente que se aprende en la familia. Las máscaras nos distancian de quienes somos realmente y afectan la convivencia. Ser auténticos requiere valentía y confianza en la familia, y eso es lo que muchas veces falta.

8. Casa en llamas también nos hace pensar en cómo afrontar los cambios en el ciclo de vida familiar, como el crecimiento de los hijos o la soledad de los padres. ¿Qué recomendáis para adaptarse a estos cambios sin que la familia se vea afectada negativamente?

Ángeles: Es fundamental aceptar los ciclos naturales de la vida familiar y abrirse a ellos en lugar de resistirlos. Cada etapa trae nuevas oportunidades para redefinir relaciones y encontrar propósito. Mantener una comunicación abierta y flexible es clave para adaptarse al cambio sin perder la conexión familiar.

9. Finalmente, ¿cuál diríais que es el mensaje principal que Casa en llamas nos deja sobre las relaciones familiares? ¿Qué impacto esperáis que tenga esta película en la forma en que las personas ven sus propias dinámicas familiares?

Aran: Creo que Casa en llamas nos recuerda que la familia es un lugar de crecimiento, pero también de retos. Espero que inspire a las personas a reflexionar sobre los patrones en sus propias familias y a preguntarse qué tipo de relación quieren construir.

Ángeles: La película muestra que, aunque es complicado romper con los roles establecidos, hacerlo es esencial para el bienestar emocional. Nos invita a ser honestos, a buscar el equilibrio en nuestras relaciones familiares y, sobre todo, a ser auténticos.

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