La nueva medida ofrece a los profesionales de los Asuntos Públicos una nueva herramienta para monitorizar la agenda política de la Comisión y de los grupos de interés.
Te explicamos sus implicaciones y dónde acceder a esta información.
En el día a día de Bruselas, las reuniones con patronales, empresas, ONGs, grupos de interés y todas aquellas organizaciones que pueden categorizarse como lobby, son parte esencial del proceso regulatorio y de diseño e implementación de políticas públicas. A nivel de la Unión Europea, recibir aportaciones de representantes de la industria y la sociedad civil se asume como parte del funcionamiento democrático de las instituciones.
Bien es cierto, como hemos defendido en NITID Corporate Affairs desde nuestra fundación en el año 2003 (entonces MAS Consulting), que la incidencia pública debe hacerse con transparencia e integridad. Como no podía ser de otra manera, entre los miles de actores políticos institucionales y privados que operan en la burbuja de Bruselas, no todos comparten estos principios. Y es ahí cuando las reglas sobre el buen funcionamiento del lobby juegan un papel clave para salvaguardar la integridad de las instituciones.
Escándalos como el Qatargate, activaron las alarmas y, desde entonces, se han intensificado las medidas para evitar malas prácticas que desvíen el proceso legislativo de su objetivo de servicio público.
El último paso en las medidas de transparencia se ha dado este año. Desde el 1 de enero, el ejecutivo comunitario ha elevado sus exigencias para las reuniones con representantes de intereses con la Comisión Europea. Desde ahora, los comisarios, los miembros de sus gabinetes y todo el personal de la Comisión con funciones de gestión están obligados a publicar no sólo su agenda, sino también las actas de sus reuniones con grupos de presión en un plazo máximo de dos semanas. Con esta medida, la UE se posiciona en un nivel sin precedentes ni parangón en materia de rendición de cuentas y abre la puerta a una mayor supervisión pública sobre las actividades de los policy makers. Esta nueva directriz afectará a unos 1.500 funcionarios, según datos de The Good Lobby.
Estas actas deberán incluir todos los temas tratados, pero no serán, obviamente, una transcripción de las conversaciones mantenidas en por los miembros del ejecutivo comunitario y sus gabinetes. Porque, ¿dónde está la línea entre la obligación de rendir cuentas y el derecho a la discreción? ¿Es necesario para el buen funcionamiento del proceso regulatorio que todas las conversaciones se conozcan en un plazo de 15 días, como marca la nueva normativa?
Hasta el momento, son pocos y vagos los documentos publicados sobre las reuniones mantenidas. Bien es cierto que la Comisión y sus gabinetes acaban de tomar posesión de sus cargos. Pero será interesante ver cómo se articula en realidad esta nueva práctica, especialmente qué se cuenta y con qué nivel de detalle se hace. Obviamente, los temas importantes de las reuniones que no se incluyas en esas actas, difícilmente llegarán a ser conocidos por el público. De nuevo, que se cumpla el espíritu de esta medida, dependerá en gran medida de la voluntad de los Comisarios y sus gabinetes.
Revisar estas actas servirá en cualquier caso para poder monitorizar las tendencias en Berlaymont, y conocer cuál es la agenda de los principales representantes económicos y sociales en Europa. Cualquiera puede acceder a estos documentos en el perfil de cada comisario en la web de la Comisión Europea, en la sección “Transparency”, donde se puede acceder a un enlace a las reuniones del comisario o vicepresidente (“Meetings with Commissioner”) o de su gabinete (“Meetings with Comissioner’s Cabinet members”). Una vez allí, en el cuadro de cuatro cinco columnas podremos ver la fecha, lugar y grupo de interés de cada reunión, así como el asunto de la misma y, finalmente, el enlace al acta en PDF (“Meeting minutes”).
Este avance en transparencia refleja el compromiso de la Unión Europea con una gobernanza más abierta y accesible para los ciudadanos y ofrece a los profesionales de los Asuntos Públicos una nueva herramienta para conocer las tendencias a nivel comunicativo y articular las mejores estrategias para relacionarse con el ejecutivo comunitario.