Cómo retratar las migraciones de manera ética en el fotoperiodismo y cómo promover una comunicación ética sobre la migración en la comunicación han centrado el seminario por internet “Migración y fotoperiodismo”, organizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en colaboración con la Escuela de Periodismo de la Agencia EFE, seguido en directo por noventa entre alumnos y docentes de una veintena de universidades españolas, de nueve comunidades autónomas.
En el seminario intervino María Jesús Herrera, jefe de la misión de OIM España, organización que forma parte de Naciones Unidas y está presente en 171 países, que abogó por una migración segura, ordenada y regular; pidió que se abandone la imagen estereotipada que se tiene de los migrantes y exigió la defensa de sus derechos.
Andrés Ballesteros, subdirector del Área Audiovisual de la Agencia EFE y fotoperiodista, ponente del seminario, se refirió a los límites éticos a la hora de publicar una fotografía sobre migraciones y subrayó que cualquier tipo de cobertura “debe ser respetuosa con las personas que aparecen en esas fotografía.
Ballesteros abogó por pedir permiso a la persona o personas que se van a fotografía, por respeto y porque la realidad que se pretende mostrar será más enriquecedora. Los migrantes son una historia cada uno, precisó.
Reconoció que en muchas ocasiones se ven obligados a fotografiar a distancia, “a contar la realidad desde fuera”, y abogó por evitar mostrar al migrante como una víctima o una amenaza.
También se mostró a favor de no mostrar primeros planos de cadáveres, hay muchas formas de mostrar la tragedia, precisó.
El fotoperiodista se refirió a las fotografías de menores y a este respecto señaló que mientras en los país occidentales de mayor nivel de vida no se pueden mostrar si no son pixelados, no ocurre lo mismo en otras áreas del mundo.
Señaló las fotos que se publican de primeros planos de niños con adultos mientras cruzan zonas peligrosas como el Tapón del Darién, en la selva entre Colombia y Panamá, una de las rutas más difíciles para la migración del sur al norte de América, o la actual guerra en Gaza.
Y ahí se presenta el dilema, señaló. Con los niños pixelados esas fotos del dolor, la tragedia o la guerra no mostrarían el mensaje que se quiere transmitir, carecen de interés si se tapa el rostro de las personas, agregó Ballesteros, que manifestó que el 20 por ciento de los migrantes son niños y que se hace un flaco favor a la sociedad si se esconde esa realidad.
Sobre la fotografía en los medios, Ballesteros señaló que lo que preocupa es la fotografía “del día después”, esa que publican los medios y que ello lleva a la prisas y se tiende al sensacionalismo.
Resaltó la importancia del editor de fotos, subrayando que hace de filtro, pero que no significa autocensura y señaló que el tradicional tándem redactor-fotógrafo cada vez es más raro, el fotógrafos cada día es más independiente.
HACE FALTA UNA CULTURA VISUAL Y SABER LEER LA FOTOGRAFÍA
Ballesteros afirmó que hace falta una cultura visual y hay que saber leer la fotografía, ya que esas imágenes son reflejo de la sociedad.
Sobre las nuevas tecnologías, Ballesteros se refirió a las redes sociales que, dijo, dan cobijo a miles de fotografías modificadas. Las RRSS han normalizado esa situación.
Señaló que EFE tiene un departamento, EFE Verifica, dedicado a verificar las informaciones, para evitar las noticias falsas.
Juan de Lara, adjunto a la dirección de EFE Escuela y también ponente, se refirió a la agencia EFE como referente de periodismo, explicó que es EFE y se detuvo en el nuevo libro de estilo urgente de EFE en el capítulo dedicado a la inmigración, racismo y xenofobia.
En ese capítulo se subraya que EFE evitará la superficialidad, las generalizaciones y las visiones estereotipadas cuando se aborden asuntos referidos a la inmigración, el racismo y la xenofobia y no utilizará términos que puedan ser degradantes o que generen una falsa alarma, como avalancha, oleada, asalto, invasión, entre otras.
Asimismo, para el caso de los menores aboga no referirse a ellos con el acrónimo “mena” de menor no acompañado y emplear menores o niños y niñas.
EFE también exige que se respete la intimidad y la imagen de las personas que aparecen en las informaciones, especialmente la de los menores.