DOCENTES INCLUSIVOS
Los docentes juegan un papel crucial en el camino hacia la educación inclusiva. Son los principales responsables de crear un entorno de aprendizaje que sea accesible y equitativo para todos y todas. Su labor no impacta solo en el rendimiento académico, sino que también influye en su desarrollo emocional y social.
Por tanto, hoy se destacan las características que definen a los y las docentes inclusivos, junto con consejos prácticos para fomentar la inclusión en el aula.
DECÁLOGO: CARACTERÍSTICAS PARA SER DOCENTES INCLUSIVOS:
Los docentes que muestran las siguientes características permiten crear entornos de aprendizaje donde sus alumnos y alumna se siente incluidos, valorados, escuchados, apoyados y capaces de alcanzar su máximo potencial.
Hemos recogido las más destacadas a modo de decálogo:
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Empatía y sensibilidad:
Atienden y respetan las necesidades y capacidades diversas del alumnado. Además, es consciente de las diferentes barreras a las que pueden enfrentarse y trata de eliminarlas.
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Conocimientos pedagógicos:
Dominan y ponen en prácticas diversas estrategias de enseñanza adaptadas a diferentes estilos de aprendizaje, y por supuesto tienen formación en necesidades educativas.
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Flexibilidad y adaptabilidad:
Se muestran flexibles a la hora de ajustar y reconducir su propia práctica docente y tratar de satisfacer las necesidades individuales del alumnado.
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Colaboración y trabajo en equipo:
Tienen muy en cuenta el papel que otros profesionales juegan para poder hacer realidad verdaderas prácticas inclusivas. Por tanto, trabajan en estrecha colaboración con psicólogos, especialistas educativos, terapeutas… y por supuesto fomentan una relación abierta y colaborativa con las familias del alumnado.
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Promoción de la diversidad y la inclusión:
Son agentes activos en la creación de un ambiente escolar donde se valora y respeta la diversidad, implementando prácticas inclusivas que promueven la participación de todos y todas.
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Paciencia y perseverancia:
Muestran paciencia respetando los tiempos individuales a la hora de trabajar con alumnos y alumnas que puedan necesitar más tiempo y apoyo. Al mismo tiempo, muestran perseverancia y dedicación en su esfuerzo por proporcionar una educación de calidad.
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Comunicación efectiva:
Saben como dirigirse a los diferentes actores y actrices que forman parte del proceso educativo: alumnado, familias, otros docentes…
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Actitud positiva y motivación:
Mantienen una actitud positiva y motivan al alumnado a alcanzar su máximo potencial. Crean un ambiente de aula cálido que fomenta la confianza entre iguales y en uno mismo.
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Evaluación y retroalimentación:
Realizan evaluaciones continuas y formativas para entender las necesidades y el progreso del alumnado. En este proceso proporcionan retroalimentación constructiva a sus alumnos y alumnas que les ayuda a mejorar y avanzar.
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Uso de tecnologías asistencial:
Están familiarizados con herramientas y tecnologías que benefician y ayudan al alumnado con discapacidad dentro del aula y las integran de manera efectiva en su enseñanza.
CONSEJOS PARA FOMENTAR LA INCLUSIÓN EN EL AULA:
Si quieres convertirte en un o una docente verdaderamente inclusivo, pueden tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Escucha y conoce a tu alumnado: dedica tiempo a descubrir sus fortalezas, intereses y necesidades individuales, para así poder personalizar las estrategias de enseñanza.
- Crea un ambiente acogedor, de respeto y aceptación donde todos y todas se sientan valorados y seguros.
- Utilizar una variedad de métodos de enseñanza, es decir, incorpora diferentes técnicas pedagógicas que respondan a diversos tipos de aprendizaje (material visual, auditivo y/o kinestésico).
- Involucra a las familias, manteniendo una comunicación regular y animándoles a ser partícipes activos en el proceso educativo.
- Implementa tecnologías de apoyo para facilitar y enriquecer el aprendizaje del alumnado y favorecer la participación de toda su aula.
- Fomenta la colaboración entre iguales diseñando actividades cooperativas y en pequeños grupos, favoreciendo así el aprendizaje entre iguales.
- Proporciona apoyo emocional. Estate atento a las necesidades emocionales y sociales de tus alumnos y alumnas, no únicamente a las académicas.
- Participa en talleres y cursos sobre educación inclusiva que te permitan mantenerte actualizado y mejorar tus prácticas docentes.
En conclusión…
La labor docente inclusiva no solo beneficia al alumnado con necesidades educativas y/o discapacidad, sino que enriquece el aprendizaje de toda la comunidad educativa, fomentando una cultura de respeto, empatía y colaboración.