En el marco del Día Mundial de la Seguridad Alimentaria, el 7 de junio, destacamos la importancia de las iniciativas que buscan mejorar la nutrición en comunidades vulnerables.

En Guatemala, la desnutrición crónica en niños y niñas alcanza el 45%. Para actuar contra esta situación, Farmamundi y la Asociación PIES de Occidente, junto con la Unión de Agricultores Minifundistas de Guatemala y el apoyo de la AECID, lanzan un proyecto para fortalecer la seguridad alimentaria de las comunidades indígenas del departamento de Sololá.

El programa se centra en nueve comunidades del municipio de Nahualá, donde viven 10.433 personas, de las cuales 5.382 son mujeres. El enfoque está en los titulares de derechos: niños y niñas menores de 5 años con altas tasas de desnutrición y mujeres en edad reproductiva, embarazadas y lactantes.

Objetivo: mejorar el estado nutricional

«Este proyecto surge de la necesidad de abordar la inseguridad alimentaria en las poblaciones más vulnerables de Nahualá», explica Felipe Terradillos, Coordinador de Farmamundi en Guatemala. «Queremos aumentar la disponibilidad de alimentos y mejorar el estado nutricional de la comunidad. Especialmente de mujeres y menores, promoviendo prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y la cultura local».

Para lograrlo, las actividades iniciales del proyecto incluyen la formación de grupos de mujeres productoras, la dotación de insumos agrícolas y la instalación de cosechadoras de agua. Además, se llevarán a cabo talleres para promover la salud y la soberanía alimentaria, y se apoyarán emprendimientos basados en la economía solidaria.

Diagnóstico participativo de la producción agrícola y pecuaria de la comunidad Chuisuc

Por otro lado, el proyecto también busca fortalecer la capacidad de las comunidades para gestionar sus recursos y tomar decisiones informadas sobre su nutrición y salud. La rehabilitación de una clínica materno-infantil y la formación de personal sanitario son pasos clave para mejorar la atención médica con pertinencia cultural.

Necesidades humanitarias en Guatemala

El clima extremo en Guatemala (sequías y tormentas) se ha agravado por los efectos de El Niño en 2023, afectando a la seguridad alimentaria. Los últimos análisis de la ONU indican que 5,3 millones de personas en Guatemala necesitan asistencia humanitaria.

Sololá es uno de los departamentos más empobrecidos del país, y cuenta con los niveles más altos de inseguridad alimentaria. La mayoría de la población es indígena, un grupo que enfrenta los mayores niveles de marginación y pobreza. Dentro de este grupo excluido, las mujeres indígenas son las más afectadas por la desigualdad. Las causas incluyen la dificultad de acceso a servicios de salud, la falta de autonomía económica y la prevalencia de la violencia de género.

Taller de transformación de alimentos.

Así, se evidencia la interseccionalidad de la exclusión en la zona. Etnia, clase social y género configuran la estructura social de Guatemala, influenciada por prácticas discriminatorias arraigadas en el racismo, sexismo y clasismo.

En conclusión, este esfuerzo conjunto que comienza en Nahualá representa un paso adelante para acabar con la desnutrición en Guatemala, poniendo a las comunidades y sus derechos en el centro de la solución.