Si crees que todo esto de la marca personal no va contigo, ha llegado el momento de abrir los ojos.
Es posible que estés cansado de escuchar hablar de la necesidad de trabajar en tu marca personal, diferenciarte y ser disruptivo. Te entiendo… Pero ojo, no se trata de comunicar de forma diferente, sino de aprender a comunicar lo que te hace diferente.
Y quizás te estés preguntando: ¿De verdad necesito tener una marca personal para que, como farmacéutico, me posiciones en redes sociales? No necesariamente. Pero te ayudaría a crecer y a posicionarte infinitamente más rápido.
Profesionales como Lena de Pons, Gema Herrerías o Ariadna Masó, entre otros, ya están sacando todo el partido a trabajar de forma consciente sus marcas personales.
¿Qué es una marca personal?
Leerás mucho sobre marca personal, diferenciación y autoridad, pero solo hay una pregunta que deberías hacerte… ¿Mi paciente me considera su primera opción?
Si no es así, es el momento de ponerse las pilas y empezar a trabajar en tu marca.
Y es que no hace falta que te diga que Internet ha cambiado las reglas del juego. Tener a golpe de clic y en minutos cientos de productos sin a veces ni siquiera pretenderlo, ha logrado algo que antes era impensable, la humanización de las marcas.
Ahora tenemos tantas opciones a nuestro alcance que la conexión con la marca se ha vuelto imprescindible.
Pero la marca personal no es un personaje creado o inventado. No es un logotipo, unos colores o un perfil de Instagram.
Es mucho más que todo eso. Tu marca personal es la unión de lo que transmites y eres (vivencias, propósito, valores…) y de lo que los demás perciben de ti.
¿Quién eres realmente?
Como marca, generas una serie de percepciones en los demás pero es importante entender la diferencia entre qué eres y quién eres.
El quién te define y conecta con tu audiencia, mientras que el qué (farmacéutico especializado en dermocosmética, por ejemplo) solo te describe. Por eso trabajar en tu marca personal de forma estratégica es clave si quieres lograr tus objetivos personales y profesionales gestionando lo que el entorno percibe de ti.
5 conceptos clave para posicionarte
Coherencia
La historia de tu cliente contigo no empieza en el momento de la compra sino mucho antes. En esa búsqueda en internet, esa recomendación de una amiga, en los textos de tu web o tus cuentas en redes…Cuida cada punto de contacto con tu cliente incluso antes de que lo sea y sé coherente en tus mensajes. No importa cuántos mensajes de tu marca me lleguen o por cuantos canales los reciba, todos deben ser coherentes con tu forma de ser.
Potencia el reconocimiento de marca
No puedo garantizarte (ni yo ni nadie, recuérdalo) que solo por eso vayan a comprarte. Pero sí tendrás mucho terreno ganado si consigues posicionarte en la mente de los consumidores como un referente en tu sector. Luego dependerá de ti aplicar correctamente una estrategia de comunicación, ser coherente y constante y otros aspectos como que la experiencia de compra sea buena.
Descubre lo que no quieres ser
Lo sé, a veces definirse a uno mismo no es fácil. Te propongo hacerlo a la inversa. Piensa en aquello que no quieres ser o no quieres transmitir. Compárate con otras marcas, investiga y hazte preguntas. Estoy segura que lo verás todo mucho más claro.
Todo comunica
La forma en la que contestas un comentario en Instagram, lo que tardas en responder una consulta, las personas a las que sigues, la selección de palabras que eliges en tus textos, tu reacción a lo que no te gusta, los textos de tu web, a quienes eliges como colaboradores, lo que aprendo contigo, cómo afrontas una crítica, con quién te formas… Todo, absolutamente todo, va definiendo poco a poco tu marca personal. De ti depende gestionar toda esta información de forma correcta para que la percepción que tenga tu audiencia sobre ti sea la que esperas.
Define tu identidad de marca
Tan importante es lo que decimos como la forma en la que lo hacemos. ¿Cómo quieres que te vea tu audiencia?, ¿qué quieres transmitir? Dos preguntas clave si quieres encontrar tu voz y los tonos de tu marca. Profesionalidad, cercanía, autoridad… hay tantas voces como marcas. ¿Cuál es la tuya?.
En definitiva, crea una comunidad, utiliza tu propio universo verbal y sácale todo el partido a tu voz de marca. No hay nadie como tú, aprovéchalo.
¿Listo para trabajar en tu marca?
