La familia es el primer agente de socialización para el ser humano. Desde que nacemos aprendemos a relacionarnos con los demás, a resolver conflictos, a expresar nuestras necesidades de afecto y de protección para la supervivencia. Esas primeras relaciones y conexiones con el mundo a nivel relacional comienzan en el seno de nuestras familias.
Sin embargo y paradójicamente las relaciones interpersonales a veces son más complicadas con aquellas personas con las que más tiempo pasamos como los hijos/as, los hermanos/as, la pareja, etc. Todos coincidiremos en que la familia idílica no existe. Como dice un dicho popular “en cada casa se cuecen habas”. Bien, estas habas serán distintas dependiendo de la etapa que estén atravesando los mismos miembros que la componen y otros múltiples factores que pueden alterar la estabilidad y la unidad familiar.
Independientemente del tipo de personalidad de cada integrante, se puede trabajar en pro de una buena convivencia basada en el respeto, la comunicación, la confianza, la paciencia, etc. El bienestar familiar se termina reflejando en el bienestar interno de cada uno/a y a la inversa.
En este artículo hablamos desde la mirada sistémica y de las Constelaciones Familiares de las dinámicas que se dan en la familia que pueden generar conflictos internos, descubrimos por qué se denomina “familia disfuncional” a ciertos tipos de familia y qué hacer para mirar a todos los miembros que llegan a la familia desde un lugar sano y funcional. Además, encontrarás 3 vídeos para ampliar información sobre los temas que trataremos.
Si no conoces nada de Constelaciones Familiares, te recomiendo que primero mires este artículo sobre ‘Constelaciones Familiares: Qué son y cómo funcionan’
Índice
La familia de origen
¿Alguna vez has escuchado hablar sobre la familia de origen? Ésta es aquella de la que provenimos, a la que pertenecemos por nacimiento. Etimológicamente la palabra familia viene de famulus lo que significa esclavo o sirviente y esto nos da la primera gran connotación de lo que se entendía por familia hace muchos años, que es “propiedad”.
La familia es esa mochilita que te has puesto en tu espalda, con la que exploras el mundo y la vida. Cada familia es única y no es posible que encontremos dos familias idénticas, dado que los miembros que las conforman también son elementos únicos e irrepetibles.
Vídeo la familia de origen
Sentido de pertenencia
El sentido de pertenecer a un grupo lo desarrollamos por los referentes que tenemos desde pequeños en nuestro núcleo familiar. Es ahí donde aprendemos normas, valores, nuestros límites, lo bueno y lo malo, etc. Todo lo que observamos y vivimos lo trasladamos a otro grupo social ya que esto es lo que para nosotros “es correcto” desde pequeños.
Estos primeros aprendizajes referentes van a dar lugar a que yo pueda sentirme más o menos libre. Y esto va a depender de diferentes factores, uno de ellos la jerarquía que pueden ser en sentido vertical u horizontal cómo la manera de llegar al clan familiar. Mira el artículo de leyes sistémicas para descubrir más sobre las leyes que rigen un clan familiar.
Jerarquía vertical
Los adultos suelen mantener una relación vertical con respecto a los jóvenes por su creencia sobre la responsabilidad, protección y educación de las siguientes generaciones.
En este tipo de jerarquía existen una serie de condiciones que no siempre son recíprocas (por ejemplo: los límites donde puede haber mayor o menor flexibilidad). En ocasiones se pueden dar los llamados “equipos” por ejemplo: por un lado los padres y por el otro los hijos, con un sentimiento de fraternidad.
Sin embargo, todos los miembros de la familia son importantes y necesarios para el funcionamiento de esta. Cada miembro cumple con un rol y tiene una función esencial para el equilibrio del sistema familiar.
Jerarquía horizontal
En una jerarquía horizontal, los individuos se encuentran en un mismo nivel de autoridad o posición en términos de roles familiares. A diferencia de la jerarquía vertical, la relación entre los miembros no se basa en la diferencia de edad o autoridad, sino en la igualdad de estatus.
Por ejemplo, las jerarquías horizontales se dan entre hermanos, con la pareja, entre amigos, etc. Es lo que se denomina también colaterales, porque jerárquicamente compartimos un mismo lugar de equilibrio.
Integrarse al clan familiar: el orden de llegada
Ya sean integrantes por nacimiento o por asociación, cuando llega a la familia un nuevo miembro, todo se tiene que recolocar en el sistema. Todo el sistema familiar tiene que hacer un movimiento adaptativo.
En este vídeo te cuento sobre la importancia de reconocer e integrar a los miembros que llegan a un nuevo sistema familiar. Se trata de darles un lugar, el que les corresponde por orden de llegada.
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Vídeo el orden de llegada al clan familiar
Miembros por nacimiento
Por ejemplo, cuando hablamos de un nuevo miembro que acaba de nacer, este pequeñito/a requiere un tiempo, un cuidado y una dedicación para su crianza.
Pero, ¿Qué pasa con el resto de la familia? ¿Cómo podemos ayudar en estos momentos? En mi caso he tenido la oportunidad de apoyar a mis dos hijas que han hecho crecer su familia y como abuelos, hemos apoyado con llevarles comida, para que no tuvieran que preocuparse en un momento en donde ese pequeño ser requiere toda la atención de sus padres.
Muchas veces confundimos el dar consejos de algo que ya hemos vivido, pero olvidamos que las generaciones son distintas, la información que teníamos antes ha cambiado con el paso de los años (por ejemplo, no es la misma información que tenían nuestros abuelos con la que tenemos ahora).
Es por ello, que podemos expresar nuestro apoyo desde un lugar sano y transmitiendo que estaremos disponibles y atentos si requieren de nuestra ayuda. Esta sin duda es la mejor ayuda que podemos brindar a quienes hacen crecer la familia.
“Cada familia tiene su propia historia y cuando llega un nuevo miembro a la vida de esa familia hay que dar la bienvenida al movimiento creativo de la vida”. Ángeles Wolder
Miembros por asociación
Es aquel miembro que llega a nuestra familia, por ejemplo: el/la novio/a de nuestros hijos/as y esta persona viene con una mochila llena de historias distintas a nuestra familia. Ahí es cuando debemos dejar a un lado nuestra creencia de que el modelo familiar que hemos vivido es el único o el correcto ya que existen tantas personas en el mundo, tantas maneras de funcionar que debemos abrirnos a una experiencia nueva.
Todo esto desde el respeto, cuidado y amabilidad hacia este nuevo/a integrante. Cuando se incorporan nuevos miembros de la familia hay que aprender a decir desde el corazón: “Yo soy así, esta es mi familia, la historia que traigo conmigo. Respeto la historia que traes contigo y reconozco el ser humano que hay frente a mí.”
Esto mismo puede ocurrir cuando existen miembros en la familia que han sido adoptados. Ya que han tenido otra forma de criarse, de nacer, de crecer, etc. Por lo tanto debemos aceptar y respetar esa historia. Cuando negamos a un hijo adoptivo o negamos la forma de crianza que tuvo anteriormente, estamos haciéndole un daño inmenso. El poder que tiene el/la hijo/a adoptiva sobre su familia de origen es potenciado por la familia que lo acoge y que ayuda a que siga creciendo de manera sana.
A todo ser vivo que se incorpora a nuestro sistema hay que darle la bienvenida de corazón y con afecto entendiendo que podemos venir de diferentes sistemas familiares, formas de pensar distintas, etc. Nutrir a esos nuevos seres con amor hará que nuestro sistema familiar se llene de una riqueza infinita.
¿Qué es una familia “sana”?
Podemos decir que una familia sana es aquella que cuida y protege a sus miembros, favoreciendo una adecuada estructura y comunicación emocional, pero a su vez, permite que “salgan del nido” para formar su propia familia cuando llegue el momento oportuno.
La familia tiene una gran función que es explicarnos cómo va a funcionar el mundo a través de lo que hemos vivido en ella y poder ir hacia el exterior y enriquecerlos con los otros grupos. Si en nuestra familia de origen hemos sufrido por lo general vamos a sufrir en otros lados.
Si, por el contrario, nos hemos nutrido en ella, podremos nutrir o nutrirnos en otros núcleos. Pero recuerda que no por ello se deben siempre de repetir esos patrones. Por esta razón siempre se debe analizar en profundidad y con detalle el funcionamiento del sistema completo, para comprender cuál es el papel de cada uno de sus integrantes.
En la mayoría de las familias existen las normas o pautas, con los que se establecen unos límites. Pero ¿Qué pasa cuando estas no existen o simplemente no están bien estructuradas? El resultado es la creación de modelos cambiantes que pueden llegar a desestabilizar a cada uno de los miembros. Una familia disfuncional emplea pautas que no son sanas para relacionarse entre los integrantes, lo que genera un deterioro claro en la salud mental o física de cada individuo.
¿Qué es una familia disfuncional?
Una familia disfuncional es un término que se utiliza para describir un sistema familiar en el cual las interacciones, las relaciones y las dinámicas presentan patrones que afectan negativamente el bienestar de sus miembros. Los problemas en una familia disfuncional pueden manifestarse de diversas maneras y pueden involucrar dificultades en la comunicación, falta de apoyo emocional, conflictos constantes, abuso, negligencia o patrones destructivos de comportamiento.
Vídeo familia disfuncional
En este vídeo te explico qué es una familia disfuncional.
Existen dos tipos de familia de origen que podemos considerar como disfuncionales: la familia centrípeta y la familia centrífuga.
- Familia centrípeta o también conocida como fusional, conforma un movimiento hacia el interior, donde prevalece el valor de la unidad familiar sobre la disgregación de los miembros. En este tipo de familia, no existe la autonomía ni la individualidad, por lo que todos sufren y padecen, unos en relación con otros. El tipo de jerarquía es tanto vertical como horizontal, lo que dificulta la emancipación de los hijos, identificando a las parejas de estos como “extraños”.
- Familia centrífuga constituye un movimiento hacia el exterior. Este tipo de familia expulsa a sus miembros careciendo de estructura y de comunicación emocional. Se caracteriza así mismo por la ausencia de preocupación e interés por los miembros que la componen
Aprende a trabajar las relaciones y los vínculos disfuncionales con la Formación en Constelaciones Familiares.
Factores de riesgo: familia disfuncional
Todo el mundo sueña con tener una familia feliz. Sin embargo, muchas veces no resulta tan sencillo, ya que al estar compuesta por diferentes personas existen diferentes personalidades, lo que hace mayor el reto de convivir en armonía.
Es muy importante identificar las causas y conductas de riesgo que se viven dentro de la familia. La falta de unión, afectividad ni estructura, pueden ser algunas de las principales causas. La inestabilidad de los padres como pareja, influye en los hijos ocasionando un efecto negativo en ellos que puede perpetuarse con el tiempo afectando su autoestima y la relación con su entorno.
- Ausencia de límites
- Sobreprotección
- Desigualdad familiar
- Problemas de pareja
- Roles no establecidos (parentalización)
- Falta de comunicación
- Falta de afectuosidad, escaso apego
- Peleas constantes entre padres o hijos
- Violencia familiar
Cuando dentro de la familia no existe una buena comunicación o si la hay, es de forma agresiva, violenta o hiriente, pierde el equilibrio y balance. Lo que genera es que su función desaparezca y de lugar a una familia disfuncional. La causa no siempre es la misma, igual que no siempre es el mismo miembro el que presenta la conducta inadecuada.
Situaciones peligrosas para los miembros de la familia (especialmente los niños/as)
Las familias disfuncionales, presentan características comunes, y estas pueden manifestarse de diversas formas. Su origen puede ser muy distinto y por ello es muy importante que se detecte para poder trabajar en ello con urgencia.
- Abuso: cuando existe abuso de algún tipo por parte de uno de los miembros de la familia hacia otros. Este abuso puede ser físico, sexual o psicológico, siendo este último el más frecuente. Manipulación, amenazas, agresión verbal, son algunos ejemplos de esta conducta.
- Irrealidad: este tipo de disfuncionalidad ocurre cuando algún miembro se niega a ver la realidad. Puede ser evidente que en la familia hay un problema serio de cualquier tipo (maltrato, delincuencia…), pero aun así esta persona se niega a admitirlo. Busca justificaciones y niega las acusaciones, logrando únicamente que el problema siga aumentando.
- Desórdenes mentales: algún miembro de la familia presenta un trastorno psicológico, como depresión, trastorno bipolar, entre otros. Además de ocasionar graves daños en el funcionamiento familiar.
- Adicciones: Puede ser a sustancias, tanto legales (tabaco, alcohol, etc.) como ilegales. Pero también puede presentarse adicción a las compras, a la comida, a los videojuegos, etc.
El trabajo con las familias
Conocer el origen del problema de esa familia “tóxica” o disfuncional puede servirnos sin duda como punto de partida desde el cual podemos propiciar cambios y estrategias de afrontamiento para recobrar la armonía, las buenas dinámicas.
Como profesionales podemos realizar un acompañamiento con una mirada más amplia para poder observar cómo se relaciona y comporta el sistema familiar alrededor de un conflicto.
¿Conocías sobre las familias disfuncionales? ¿Has descubierto algo interesante para llevarte de trabajo personal? Compártemelo en los comentarios.