¿Aprovechas al máximo tus habilidades blandas?
¿Aprovechas al máximo tus habilidades blandas?
En un mundo donde las habilidades técnicas son importantes, las habilidades blandas o “soft skills” también juegan un papel crucial en la educación y el trabajo. En este blog, vamos a hablar sobre estas habilidades, por qué son importantes en la vida diaria, y cómo puedes mejorarlas.
¿Qué son las habilidades blandas?
Las habilidades blandas o “soft skills“, son competencias personales y sociales muy importantes en nuestros tiempos y no están vinculadas con una profesión específica. Estas habilidades se relacionan con cómo manejamos nuestras emociones y relaciones personales, y son cruciales para hacer frente de forma exitosa a diferentes situaciones y desafíos diarios (Fuentes et al., 2021; Telefónica, 2022). Entre estas habilidades encontramos aquellas como las de saber comunicarse de forma efectiva, manejar el tiempo y resolver problemas usando la creatividad (Guerra-Báez, 2019):
Fuente: Adaptación de Martins (2024)
- Adaptabilidad: La capacidad de ajustarse y manejar cambios inesperados. Ejemplo: adoptar nuevas herramientas de estudio cuando nos vemos resultados con nuestras técnicas o rutinas.
- Autonomía: La habilidad para trabajar y tomar decisiones de forma independiente. Ejemplo: programar y organizar tu propio tiempo.
- Organización: La competencia para planificar, estructurar y gestionar tareas y tiempo de manera eficiente. Ejemplo: crear y revisar un calendario detallado con fechas límite de tareas.
- Comunicación: La capacidad de expresar ideas y sentimientos claramente y escuchar a los demás de manera efectiva. Ejemplo: moderar una discusión para que todas las partes implicadas puedan exponer su punto de vista.
- Creatividad: La habilidad para generar ideas innovadoras y encontrar soluciones originales a los problemas. Ejemplo: utilizar gráficos para hacer que un informe sea más accesible y comprensible.
- Empatía: La capacidad de comprender y compartir los sentimientos y perspectivas de los demás. Ejemplo: ofrecer ayuda y escuchar activamente a un compañero.
- Gestión del tiempo: La habilidad para usar el tiempo de manera productiva y eficiente, priorizando tareas importantes. Ejemplo: establecer horarios de estudio regulares y cumplir con ellos.
- Inteligencia emocional: La capacidad de reconocer, entender y manejar nuestras propias emociones y las de los demás. Ejemplo: manejar el estrés antes de un examen importante mediante técnicas de respiración y relajación.
- Liderazgo: La habilidad para guiar, motivar y dirigir a un grupo hacia la consecución de objetivos comunes. Ejemplo: organizar y liderar un grupo de proyecto.
- Pensamiento crítico: La capacidad de analizar y evaluar información de manera objetiva para tomar decisiones informadas. Ejemplo: evaluar críticamente las fuentes de información para no caer en las “fake news”.
- Resolución de problemas: La competencia para identificar, analizar y encontrar soluciones efectivas a los problemas. Ejemplo: encontrar una solución creativa para mejorar la organización del espacio de estudio en casa.
- Trabajo en equipo: La habilidad para colaborar con otros de manera productiva y armoniosa hacia un objetivo común. Ejemplo: colaborar con vecinos para organizar un evento comunitario.
Importancia en el estudio y en el ámbito profesional
Las habilidades blandas son fundamentales en diversos ámbitos. En el ámbito educativo, las habilidades blandas mejoran el rendimiento académico de los estudiantes y los preparan eficazmente para afrontar los retos que surgirán en sus vidas, especialmente en carreras profesionales. De hecho, cada vez más las empresas valoran positivamente que los candidatoscandidatos posean y puedan demostrar estas habilidades, como saber tomar decisiones y trabajar en equipo (Fuentes et al., 2021).
Por ejemplo, para aprovechar el tiempo de estudio y tener un buen rendimiento es crucial saber gestionar adecuadamente el tiempo, planificarse, crear y cumplir horarios efectivos o buscar ayuda para aprender nuevas herramientas de organización. En el ámbito laboral, la habilidad de adaptación permite a las personas ajustarse rápidamente a nuevos desafíos, como, por ejemplo, un cambio de puesto o nuevas funciones, demostrando una capacidad de aprendizaje que les ayuda a desenvolverse de forma efectiva en nuevas realidades (Fuentes et al., 2021).
Potenciar estas habilidades no solo prepara a las personas para una carrera profesional exitosa, sino que también les ayuda a ser individuos autónomos y competentes en diversos aspectos de la vida (Guía 3 – Capacitación En Habilidades Blandas Para Personas Con Discapacidad, 2024).