21 Sep 2024
Si una revisión podológica está indicada para cualquier persona mayor, esta cobra mucha más importancia en los pies de un paciente con alzhéimer. Las alteraciones cognitivas que provoca esta enfermedad pueden llevar a descuidar la salud de los pies, aumentando el riesgo de complicaciones.. Pero, ¿sabes cómo afecta el alzhéimer a la salud de los pies? Te damos varios consejos para seguir.
¿Cómo afecta el alzhéimer a los pies?
Cualquier pequeña lesión en un paciente sin esta enfermedad no tendría mayor relevancia, como la rozadura de un zapato. Sin embargo, en pacientes con alzhéimer puede tener consecuencias mucho peores. La persona no es consciente de dicha herida, pudiendo convertirse en una úlcera con el consiguiente riesgo de infección y complicaciones.
El alzhéimer también influye en la postura y el equilibrio, lo que puede causar alteraciones en la marcha y sobrecargas en distintas zonas del pie. Observaremos una mayor inestabilidad en la marcha junto con una disminución del tiempo de vuelo del paso y un aumento del tiempo de apoyo. Esto quiere decir que cada vez el paciente camina dando pasos más cortos. Estas alteraciones, junto con la falta de control sobre el cuerpo, exigen un seguimiento constante y un cuidado especializado para evitar complicaciones.
En las fases iniciales de la enfermedad, un correcto diagnóstico de la marcha y unas plantillas personalizadas mejorarán la estabilidad de la marcha en gran medida, evitando riesgos añadidos como las caídas.
8 consejos para cuidar los pies en pacientes con alzhéimer
El cuidado profesional de los pies de los pacientes con alzhéimer es esencial para prevenir problemas que puedan pasar desapercibidos en el día a día. Por ello, te dejamos varios consejos por si no puedes acudir a una clínica podológica.
Corte recto de las uñas
El corte de las uñas del pie debe ser recto, evitando esquinas que provoquen uña incarnada. Es decir, que la uña se acabe clavando en la carne.
Hidratar los pies secos
Lo ideal es hidratar los pies cada noche antes de dormir con cremas podológicas. Una crema que lleve urea en una concentración entre el 10 y el 20% ayudará a tener la piel más elástica y disminuirá por lo tanto el riesgo de lesión.
No usar callicidas
Para el tratamiento de durezas o callosidades, es mejor acudir al podólogo porque los callicidas pueden generar una quemadura que puede complicarse.
Higiene
Es recomendable realizar un baño con agua templada y secar minuciosamente el pie. Sobre todo, en la zona entre los dedos y debajo de los mismos, ya que el mantenimiento de la humedad favorecerá la aparición de hongos, papilomas, etc.
Estudio biomecánico de la pisada
En caso de presentar signos de inestabilidad, como caídas frecuentes, es aconsejable realizar un estudio biomecánico de la pisada para valorar la posibilidad de mejorar el apoyo mediante unas plantillas personalizadas.
Acudir al podólogo
Es totalmente recomendable acudir a un podólogo. Especialmente si presenta cualquier tipo de anomalía en la piel o en las uñas de los pies como callosidades o uñas incarnadas, entre otras.
Calzado adecuado
El paciente con alzhéimer debe usar un calzado de horma suficientemente ancha para evitar rozaduras en sus pies. A su vez debe de tener una suela antideslizante y cuyo tacón no sea mayor a 2-3 cm.
Cuidados especiales
Si hay un estado avanzado de la enfermedad, lo ideal es que el cuidador examine el interior del zapato antes de que lo use el paciente. Cualquier pequeño elemento o piedra del interior podría generar una úlcera en el pie, debido a la pérdida de sensibilidad y a la dificultad para expresarse con claridad.
En definitiva, en pacientes con Alzheimer hay que tener un especial cuidado con los pies para evitar lesiones. Además, las plantillas personalizadas pueden ser un tratamiento que mejore la estabilidad de estas personas ya que cambia el ritmo de la marcha al caminar.
Un correcto cuidado de los pies nos garantiza una mejora considerable en la calidad de vida de cualquier persona mayor y, por supuesto, en todos aquellos pacientes afectados por Alzheimer.
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