Charlando con Carmen Cano, Embajadora de España en Vietnam

26 de Septiembre 2024

Esta entrevista pertenece al nº30 de la revista electrónica: “Proyección exterior de la economía española”. Haz clic aquí para leer la revista electrónica completa.

 

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“España es uno de los primeros países de la UE en ratificar el Acuerdo de Inversiones entre la UE y Vietnam” 

“En los últimos años hemos visto la llegada de grandes grupos empresariales españoles a Vietnam”

“Nuestras empresas proyectan la mejor imagen de España como un país moderno y tecnológico con altos estándares de responsabilidad social corporativa”

“Las relaciones empresariales son personalistas, por lo que un representante local facilita los contactos”

La embajadora de España en Vietnam, Carmen Cano, habla en esta entrevista con Proyección Exterior de la Economía Española de la situación y perspectivas económicas de Vietnam, las relaciones económicas con España, la presencia de empresas españolas, las oportunidades que ofrece el mercado vietnamita, recomendaciones para las empresas, la imagen de España, etc. La embajadora Cano es también presidenta de la Asociación de Mujeres Diplomáticas Españolas (AMDE), cuyos fines y actividades comenta también en esta entrevista.

  • ¿Cómo valora las perspectivas económicas de Vietnam, desde el punto de vista económico y político?

Vietnam mantiene el camino de reformas o “Doi Moi”, el proceso de apertura e innovación emprendido en 1986. Destaca entre las economías de la región por su margen de crecimiento a través de una mayor capitalización y aporte de contenido tecnológico en su economía. La educación juega un papel fundamental para ascender en la cadena de valor y seguir atrayendo inversión de EEUU, Japón o Corea del Sur, particularmente en el ámbito tecnológico.

Las estimaciones del Banco Mundial señalan para Vietnam un crecimiento   del 6,1%, en 2024, situándolo por encima de muchos países de la región. Si bien la campaña contra la corrupción ha dilatado los tiempos de toma de decisiones, el cambio político que está experimentando el país, y que va a tener continuidad hasta el próximo Congreso del Partido en 2026, no parece implicar giros drásticos en su estabilidad interna, su política exterior ni en las líneas directrices de su economía.

Estos ámbitos están estrechamente ligados, ya que la llamada “diplomacia del bambú” permite a Vietnam disfrutar de las ventajas de su relación con las mayores potencias asiáticas y occidentales. Vietnam es también el país del Sudeste asiático con quien la UE ha firmado el mayor número de acuerdos. Esperamos que Vietnam se consolide como un destino atractivo tanto desde el punto de vista de la inversión como de la exportación. A ello contribuye una población de más de 100 millones de habitantes, en proceso de urbanización, con una edad media alrededor de los treinta años

  • La región asiática conoce importantes tensiones geopolíticas (conflictos territoriales con China, Taiwan, guerra comercial China-Estados Unidos, etc.). ¿Hasta qué punto las empresas españolas deben tener en cuenta estas cuestiones geopolíticas en sus estrategias de actuación?

Hace años que el centro geoestratégico se ha trasladado a la región del Indo Pacífico, escenario de la rivalidad entre EE. UU. y China, con Rusia jugando cada vez un papel más disruptivo.

Las decisiones estratégicas de las empresas son indisolubles del contexto en el que se mueven, por ese motivo, análisis ya tan conocidos como el PEST (Político, Económico, Social y Tecnológico) o cualquiera de sus variantes son de gran ayuda. Vietnam es uno de los beneficiados del llamado “de-risking” o la estrategia “China+1”, aunque depende de China como principal suministrador.

Las empresas también deben ser conscientes del posible impacto de dos de los escenarios que mayor preocupación despiertan por sus implicaciones sobre el comercio y la estabilidad globales: el estrecho de Taiwán y el Mar del Este/Mar del Sur de China. Por este último transcurre más de un tercio del tráfico marítimo y aproximadamente un 40% del comercio de productos derivados del petróleo. Grandes inversiones en proyectos en la región deben sopesar su sobreexposición a estas cuestiones.

  • Vietnam y la Unión Europea tienen un acuerdo comercial desde 2020. ¿Qué balance podría hacerse del acuerdo, y en general de las relaciones entre la UE y el país?

España apoya el libre comercio como motor de crecimiento global, así como una competencia leal y mutuamente beneficiosa basada en el respeto a las normas que rigen el comercio internacional. Para que esto sea así, se debe trabajar en el cumplimiento de lo firmado y en la remoción de todas las barreras no arancelarias.

Desde la firma del Acuerdo Comercial entre la UE y Vietnam, los intercambios comerciales han aumentado considerablemente, más de un 10% en el caso de España el año pasado, con un superávit favorable a Vietnam y una tasa de cobertura del 11,68% en 2023.

Persisten, sin embargo, barreras no arancelarias que afectan a exportaciones españolas en el sector agrícola. Desde la UE y desde España se sigue con atención esta cuestión. España ha apostado claramente por Vietnam, siendo también uno de los primeros países de la UE en ratificar el Acuerdo de Inversiones entre la UE y Vietnam, a falta todavía de que otros Estados Miembros hagan lo mismo para su entrada en vigor.

  • ¿Cuáles serían las principales fortalezas de la economía de Vietnam? ¿Y las principales debilidades?

Vietnam cuenta con una economía que presenta muchas fortalezas: la más clara es su tejido industrial, potente y competitivo, salarios más bajos que otros países de la región y una mano de obra relativamente cualificada.

Tiene una economía bastante abierta con un crecimiento económico basado en el comercio y en la atracción de inversiones, ofreciendo incentivos a las empresas extranjeras para que se implanten en el país.

Además, cuenta con importantes recursos naturales, especialmente las segundas mayores reservas de tierras raras del mundo, lo que podría resultar clave para su desarrollo futuro. El gobierno tiene una orientación “pro-business” y escucha la voz de las Cámaras de Comercio con representación en Vietnam. Los índices que miden el nivel de corrupción en Vietnam muestran mejoras en los últimos años: según “Transparency International Corruption Perception Index”, Vietnam habría pasado del puesto 113 en 2016 al puesto 83 en 2023.

En cuanto a debilidades, cabe destacar la necesidad de una mayor transparencia de un régimen con una burocracia compleja y en ocasiones incierta, y un proceso legislativo lento, con una implementación no siempre fácil. Por otro lado, aspectos como el control de la sociedad, las restricciones de determinados derechos fundamentales o un Estado de Derecho todavía en desarrollo puede contribuir a aumentar la incertidumbre de los proyectos de inversión.

Vietnam mira hacia su “vecino del norte”, consciente del riesgo de hacerse viejo antes de hacerse rico. Sin las medidas necesarias, la tendencia demográfica actual puede invertirse en breve, con el consecuente impacto en términos de mano de obra cualificada y productividad.

  • ¿Cómo percibe el momento actual de las relaciones entre España y Vietnam? ¿Cómo valora la presencia económica-empresarial española en el país?

LA EMBAJADORA CANO JUNTO CON EL PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE VIETNAM, PHAM TAN CONG.

El interés de las empresas españolas por Vietnam es creciente, no se trata ya de un lugar para una operación puntual, sino un país por el que apostar y donde merece la pena posicionarse a pesar de las dificultades ya mencionadas.

En los últimos años hemos visto la llegada de grandes grupos empresariales a Vietnam en el sector turismo (Meliá), renovables (Acciona, EDPR), tecnológico (Indra, Grupo Simón), manufacturero (Inditex), por citar algunos. Hay interés en el desarrollo de infraestructuras y la transición energética, prioridades para el gobierno de Vietnam y donde las empresas españolas tienen mucho que aportar.

Además, nuestras empresas proyectan la mejor imagen de España como un país moderno y tecnológico con altos estándares de responsabilidad social corporativa.

Si bien la inversión de España en Vietnam es un fenómeno reciente, va en aumento. La creación de la Cámara de Comercio de España en Vietnam en 2023 es la mejor prueba de ello. En mis contactos con las autoridades vietnamitas he podido percibir una imagen positiva de España y me han transmitido un interés por el valor añadido que las empresas españolas podrían aportar al desarrollo del país.

  • ¿Qué recomendaciones generales daría a las empresas españolas para abordar el mercado de Vietnam?

La cultura empresarial vietnamita es distinta a la europea. Las relaciones empresariales son personalistas, por lo que un representante local facilita los contactos y el acceso a interlocutores a través de distintos canales y horarios.

Es fundamental una estrategia a largo plazo, ya que las inversiones no siempre ofrecen retornos inmediatos, los trámites son lentos y se requiere de tiempo para que los consumidores conozcan la marca.

Además, recomendaría a nuestras empresas participación en proyectos de índole social, lo que favorece el conocimiento de la realidad local y beneficia a la empresa en términos de visibilidad y reputación.

  • ¿Cuáles son los errores más frecuentes que ha percibido en la actuación de las empresas españolas?

Más que de errores me gustaría hablar de inseguridades. Muchas empresas dudan ante mercados que se ven “lejanos” o “exóticos” y prefieren centrar sus esfuerzos en otros más tradicionales, aunque eso suponga una menor diversificación del riesgo. Es comprensible, pero hay que tener en cuenta que el mercado asiático ofrece oportunidades y muchas historias de éxito a pesar de las dificultades, o quizás gracias a ellas.

  • ¿Hasta qué punto son importantes las barreras culturales? ¿Cómo pueden prepararse las empresas españolas para afrontarlas? ¿Cuáles serían en su opinión los aspectos más relevantes?

LA EMBAJADORA CANO JUNTO CON EL PRIMER MINISTRO DE VIETNAM, PHẠM MINH CHÍNH.

Las diferencias culturales existen y se deben tener en cuenta, pero yo no las consideraría “barreras”. No parece factible querer realizar negocios en distintas partes del mundo y que los resultados sean los mismos en todos ellos. Creo que hay que fijarse en las empresas que han triunfado en cada país, para ver qué han hecho diferente y cómo poder aprender de su historia y aplicarla en nuestro negocio. Historias de éxito como las de Meliá Hoteles, la segunda mayor cadena hotelera en Vietnam, son inspiradoras.

El idioma puede ser desde luego un obstáculo, pero igualmente se puede convertir en una ventaja si se logra formar a personal en el idioma local. Percibimos por otro lado un creciente interés en Vietnam por el idioma español, tanto a nivel institucional como de la ciudadanía, que creemos fundamental apoyar, y que desde luego promovemos desde la Embajada.

  • ¿Cómo valora las oportunidades que ofrece el mercado de Vietnam para las empresas españolas? ¿Cuáles son en su opinión los sectores más interesantes?

Hay oportunidades en multitud de sectores para nuestras empresas. Las inversiones en energía eólica, tras la publicación del Plan de Desarrollo de Energía VIII y el Plan de Implementación de Energía, deben materializarse. También la gestión del agua es otro sector estratégico de Vietnam, sobre todo en las regiones más agrícolas o cercanas a los deltas, donde se ven amenazados constantemente por las sequias, la escasez de recursos hídricos y la intrusión de agua salina en los cultivos.

Las infraestructuras de transporte, en especial en el sector ferroviario y el proyecto de alta velocidad Hanoi-HCMC (Ho Chi Minh City), presenta una gran oportunidad para la creación de un consorcio español. También destacaría el sector del turismo, donde España tiene una experiencia que compartir, así como en el ámbito de la industria transformadora y procesamiento de alimentos, distribución y franquicias, electrónica y manufacturas textiles.

  • ¿Cómo valora el impacto de la Marca España en Vietnam? ¿Es un activo apreciable en el país? ¿Qué imagen y conocimiento existe de España? ¿Qué se puede hacer para mejorar su imagen?

Contamos con un activo muy importante: el español como lengua de un mercado de más de seiscientos millones de personas. A esto se suma el atractivo de nuestra cultura y nuestro deporte.

Pero este poder blando necesita el acompañamiento de un impulso político que promueva y apoye los intereses de nuestras empresas. Las relaciones bilaterales parten de una base sólida: España fue el primer Estado miembro de la UE en firmar un Acuerdo de partenariado con Vietnam, en 2009, y en 2027 celebraremos el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas. Son relaciones por tanto llenas de potencial, y estamos trabajando para que deriven en acciones e iniciativas que lo materialicen en proyectos concretos.

  • Finalmente, y cambiando de tema, usted es presidenta de la Asociación de Mujeres Diplomáticas Españolas (AMDE). ¿Cuáles son los fines de la asociación? ¿Qué tipo de actividades desarrolla?

El objetivo de la AMDE es que la carrera diplomática española y, por ende, nuestra política exterior, reflejen los logros de la sociedad española en términos de igualdad. Los economistas saben bien que con equipos diversos se logran mejores resultados y que las empresas de mayor éxito buscan atraer y gestionar el talento de las mujeres.

Luchamos contra sesgos existentes, y pedimos una política de personal que impulse el talento femenino, favorezca la corresponsabilidad y la conciliación y preste apoyo a las familias. Asimismo, insistimos en una formación obligatoria dentro de la carrera diplomática, no sólo en temas de igualdad, sino también en todos aquellos que permiten una actualización constante de nuestra función para mejor responder a nuevas necesidades y retos.

Entre nuestras actividades destacan el acercamiento de la carrera diplomática a la sociedad española, explicar qué hacemos, en particular a mujeres y niñas que se sientan atraídas por nuestro trabajo. Nos hemos inspirado también en el sector privado para establecer un sistema de mentorías que facilite a las diplomáticas el desarrollo de sus respectivas carreras. Asimismo, mantenemos relaciones con otras asociaciones de diplomáticas en todo el mundo, intercambiando mejores prácticas y promocionando una mayor presencia de mujeres en el ámbito internacional.