Jornada GECV: Abordando el nuevo contexto de la Economía Circular

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El pasado jueves, 19 de septiembre, el Grupo Español para el Crecimiento Verde organizó la sesión ‘Un nuevo contexto para la Economía Circular: oportunidades ante el nuevo marco regulatorio y de financiación’, en la sede de la Fundación Biodiversidad. El evento trató de arrojar luz sobre la nueva etapa en la que entra la Economía Circular, en un contexto marcado por la nueva legislatura europea, con algunas cuestiones pendientes como la Directiva Marco de Residuos, la regulación del greenwashing o la gestión de los vehículos al final de su vida útil; y otras ya en fase de desarrollo o implementación (Reglamentos de Baterías, Ecodiseño o Residuos y Envases).

A nivel nacional, la Ley de Residuos de 2022 o el Real Decreto de Envases desplegarán ya todos sus efectos en 2025, pero quedan otras cuestiones pendientes, además de la necesidad de adaptarse a las nuevas normas europeas. Por otro lado, el periodo de vigencia de la Estrategia Española de Economía Circular se acerca a su ecuador y es momento de hacer balance y reflexionar acerca de qué medidas son necesarias para dar mayor impulso a la circularidad. Todo ello se ve acompañado de un impulso a la financiación pública, apoyada por los fondos Next Generation, y privada en un contexto en que la Economía Circular se ha convertido en sinónimo de innovación, eficiencia, competitividad y autonomía estratégica.

La jornada fue inaugurada por Elena Pita, directora de la Fundación Biodiversidad; y Luis Martí, vicepresidente del GECV y director de Políticas Públicas y Regulación de ACCIONA. Le siguió una intervención de apertura a cargo de Alejandro Dorado Nájera, comisionado para la Economía Circular, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico; y posteriormente dos mesas de debate.

La primera, bajo el título ‘Policy y Circularidad – Retos de las nuevas normativas y oportunidades’, estuvo precedida por una introducción a cargo de Margarita de Gregorio, CEO de BIOCIRC y moderada por Ismael Aznar, co-coordinador del Grupo de Trabajo de Economía Circular del GECV, y socio de Medio Ambiente y Clima de PwC. La mesa la completaron Carolina Blázquez, jefa de Innovación y Sostenibilidad de Ecoalf; Borja Lafuente, director de Asuntos Públicos de DANONE IBERIA; Alberto García-Blanco, head of Sustainability Spain de Saint Gobain; y Anna Domènech, Corporate Innovation manager de Celsa.

La segunda mesa, ‘Innovación y financiación para la circularidad’, contó con una presentación previa de Irene Díez, coordinadora del Área de Economía Circular de la Fundación Biodiversidad y con Elena Recarte, directora de Finanzas Sostenibles de ING como moderadora. En el panel intervinieron Encarna Mateos, directora Corporativa de Calidad, Medio Ambiente y Energía de SACYR; Cristina Vázquez, CEO de Teimas; Javier Sardinero, Senior Project manager BD en Endesa; y Alfonso Cortés, líder de Proyectos Corporativos de Cosentino.

En su intervención, Elena Pita quiso poner en valor “el hecho de abordar como Fundación el reto de gestionar el PERTE de Economía Circular, cuyo objetivo es fomentar la circularidad, y para nosotros está siendo un proceso muy interesante, sobre todo en el sentido de ver que existe una demanda, una necesidad y muchas ideas a la espera de ser puestas en práctica”.

Luis Martí, por su parte, destacó “el creciente interés de las empresas por las cuestiones relativas a la biodiversidad y, en sentido más amplio, de regeneración y preservación del capital natural. Se trata de la siguiente gran frontera en el proceso de lucha contra el cambio climático, que hasta ahora ha estado un poco a la sombra de la transición energética. España ha sido un modelo en esa materia, pero en lo concerniente a la economía circular, los procesos han sido menores y queda mucho trabajo por hacer. Ese es el gran reto ahora”.

En su intervención de apertura, el comisionado Alejandro Dorado Nájera puso en valor el impulso normativo del Pacto Verde Europeo, del cual dijo que “es imprescindible si tenemos en cuenta los retos medioambientales a los que nos enfrentamos. Estamos instalados en una insostenible economía lineal que no da más de sí, y hemos de cambiar ese modelo. Los recursos son finitos y la economía circular es esa herramienta para adecuar esos modelos de consumo a los límites que ofrece el planeta. Para ello, las políticas son clave, y debemos sacar adelante las normativas pendientes para esta legislatura”. También quiso hacer hincapié en la importancia de que, por primera vez, una de las Comisarías de la nueva Comisión Europea lleve la Economía Circular en su nombre (Environment, Water Resilience and a Competitive Circular Economy). Por último, y aterrizando en España, Nájera, destacó el esfuerzo que se está haciendo en la trasposición de las normativas europeas, pero también en el desarrollo de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, y la aprobación del Real Decreto de Envases y Residuos de Envases.

La primera mesa, centrada en los retos de las nuevas normativas y oportunidades, comenzó con la intervención de Margarita de Gregorio, quien sentó las bases del debate que seguía a su ponencia. Comenzó con la presentación de BIOCIRC, Asociación Española de Biocircularidad de la que de Gregorio es CEO, y que se trata de la única entidad empresarial que defiende al conjunto del sector biocombustibles, biogás, bioenergía, bioproductos y biorrefinerías en España, impulsando a su vez un marco regulatorio, político y social para la biocircularidad. Esta importancia de la biocircularidad, respecto de la que Gregorio afirmó que España tiene “una posición estratégica”, reside en cerrar ciclos productivos de procesos en los sectores primario y secundario cuyas materias primas están compuestas de materia orgánica; y por otro lado en sustituir materias primas cuyo origen no es orgánico por otras que sí lo son, convirtiendo sus procesos en sostenibles. No obstante, como explicó, el sector también se enfrenta a grandes desafíos, como los marcos políticos y regulatorios, que han de ser propicios, los costes de oportunidad, o la resistencia al cambio de muchas prácticas empresariales.

El debate posterior a la introducción de Margarita de Gregorio comenzó con las palabras de Borja Lafuente, de DANONE, quien, representando al sector de consumo, hizo hincapié en que los modelos de producción de su sector han sido tradicionalmente de economía lineal, pero que “esta nueva legislación es muy necesaria, pese que a nosotros nos impacta especialmente. En ocasiones, haciendo un espejo con la sociedad, he visto mucha polarización en estos debates, sin muchas oportunidades para haber dialogado y trabajar juntos. A veces la legislación no tiene su problema en el fondo, sino en la forma: plazos ajustados, falta de diálogo… y eso a menudo se traduce en pérdida de competitividad de muchas compañías”. En el caso del sector textil, Carolina Blázquez, de Ecoalf, señaló que “desde que ha venido este ‘tsunami’, especialmente este último año, hemos tenido muchos quebraderos de cabeza sobre cómo vamos a hacerlo para poder cumplir con algo que Ecoalf ya llevamos en el ADN, así que no me quiero imaginar lo que estarán sufriendo otras empresas textiles”. Blázquez consideró también que “hay una cosa fundamental en el mundo textil, y es que, aun estando de acuerdo con toda la nueva normativa, hay una cosa que siempre se queda en el armario, y es la reutilización de la ropa: hemos convertido la moda en un producto de usar y tirar. Pueden estar pensadas para reciclarse, pero la calidad debe ser un sinónimo de durabilidad”.

Desde el sector industrial, Anna Domènech, de Celsa, destacó que, para un sector como el acero, estas nuevas regulaciones son “muy beneficiosas para nosotros, porque ya estamos reciclando”, aunque señaló algunos posibles puntos a mejorar como la burocracia y tener en cuenta al conjunto de la industria, ya que “corremos el riesgo de dejar de lado la carrera de la sostenibilidad porque perdemos la de la competitividad internacional”. Alberto García-Blanco, de Saint-Gobain, por su parte y coincidiendo con Domènech, echa en falta que “junto al marco regulatorio, muchas veces faltan las herramientas administrativas para darle velocidad. Otra parte importante de la ecuación económica es el coste vertedero, ya que si es muy bajo estamos abriendo la puerta a que todo vaya hacia allá. Reciclar cuesta mucho dinero, y las compañías necesitan inversiones y poder vender estos nuevos productos”.

En la segunda mesa, que centró el debate en la innovación y la financiación para la circularidad, abrió Irene Díez, de la Fundación Biodiversidad, quien hizo hincapié en que, sí, la competitividad es importante, “pero no hay que perder el foco de la importancia que tiene la biodiversidad, que, como decían Elena y Luis al comienzo, siempre ha estado en un segundo plano”. Díez destacó también la importancia del PERTE de Economía Circular, un plan “enfocado a resultados y al sector empresarial”, lo cual tiene una vocación claramente competitiva. Irene desgranó también algunas conclusiones que se derivan de la primera convocatoria del PERTE en relación con el tamaño, madurez y nivel de innovación de los proyectos.

Tras esta introducción, inició la segunda mesa Javier Sardinero, de Endesa, representando al sector energético, quien explicó que “estamos apostando por la generación renovable, y una de las cosas que habrá que trabajar y desarrollar es el mercado, así como el reciclaje, por ejemplo, de baterías”. Desde el sector de la construcción, Encarna Mateos, de SACYR, señalaba que “la economía circular es transversal a toda nuestra compañía y forma parte de la estrategia central. Hemos demostrado que en una obra se puede reciclar gran parte de todo lo que se utiliza, aunque es fundamental las alianzas con terceros para una correcta gestión de los residuos”.

Cristina Vázquez, de Teimas, hizo hincapié en que su sector, el de residuos, tiene ciertas particularidades con respecto a sus compañeros de mesa y es clave ya que “Nosotros no creamos una estrategia de economía circular, sino que participamos en ella. Hay una diferencia sustancial entre prestar atención a los residuos que se tratan y no hacerlo. Ahora las compañías están sometidas a un montón de presión debido a las nuevas normativas, y al final estas obligan a una inversión enorme de recursos, y nosotros les ayudamos en esa tarea”. Por último, cerró la mesa Alfonso Cortés, de Cosentino, en representación de una empresa beneficiada del PERTE de Economía Circular, el cual destacó los avances de su empresa: “en Cosentino estamos intentando que todo lo relativo a la sostenibilidad, en vez de ser un problema, sea una oportunidad. Hemos creado nuestra primera planta de valorización y gestión de residuos, en la cual trabajamos en reutilizar muchos de nuestros materiales, tanto en nuestro propio proceso como en otros sectores. Otro aspecto fundamental para nosotros es el agua, ya que estamos ubicados en Almería, donde es un bien escaso”. Con respecto al impulso del PERTE, y como empresa beneficiada, Cortés señaló también que “la financiación es un aspecto fundamental para superar el reto técnico que aún supone la transición”.

Una vez concluidas las dos mesas, Mariluz Castilla recogió todo lo debatido y, a modo de conclusión, señaló que “escuchando a tantos sectores distintos como ha sucedido en esta jornada, se constata la enorme oportunidad que la economía circular supone. El gran volumen de normativa puede ser en un primer momento abrumadora, pero también se han planteado soluciones, o vías en las que trabajar, y ese es el camino: saber hacia dónde vamos”.

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Daniel