“La falta de investigación genera incertidumbre.”
Alba Losada es originaria de Lugo, aunque ha pasado gran parte de su vida en La Coruña, donde estudió Comunicación Audiovisual y Multimedia. Desde sus inicios, tuvo claro que quería dedicarse al diseño de productos digitales. Sus primeros trabajos fueron en diseño web, en una época en que este término comenzaba a destacar en Galicia.
Con el tiempo, comenzó a explorar el mundo del UX, especialmente en investigación, lo que se convirtió en una de sus fortalezas tras superar el síndrome del impostor. Hoy por hoy, lleva más de diez años viviendo en Barcelona, donde comparte su vida con dos gatos y un perro, disfrutando de la naturaleza y los paseos al aire libre.
A lo largo de su carrera, ha trabajado en varias empresas, empezando como UX Designer en Adevinta y ascendiendo a Lead UX Operations. Posteriormente, fue Research Manager en Glovo. No obstante, desde hace poco más de un año, ocupa el cargo de Product Manager en SEAT, cerrando el círculo de su carrera al volver a trabajar en productos dirigidos al cliente final. Actualmente, lidera un equipo responsable de las webs de CUPRA y SEAT, enfocándose en la conversión de usuarios para impulsar la venta de vehículos.
¿Cómo crees que ha cambiado el mundo del research en el entorno digital los últimos años?
He visto diversas etapas en la evolución del research en el entorno digital, especialmente en empresas tecnológicas en Barcelona. Al principio, el research no se valoraba lo suficiente. Sin embargo, con el tiempo, se hicieron grandes esfuerzos de evangelización, lo que llevó a un auge de la investigación dentro de las empresas. No obstante, uno de los errores más comunes ha sido no demostrar claramente el impacto del research en los resultados de negocio.
En momentos de incertidumbre económica, los departamentos de investigación y análisis de datos han sido afectados por despidos, ya que se consideran prescindibles a corto plazo. Creo que aún hay trabajo por hacer para demostrar el valor del research y su retorno de inversión, y sólo en los próximos años veremos si el crecimiento de las empresas ha estado bien fundamentado en este aspecto.
¿Cuál es, bajo tu punto de vista, lo que convence al negocio a invertir en investigación?
Diría que la gestión de riesgos es fundamental.
Muchas veces, la falta de investigación genera incertidumbre, y es clave entender qué nivel de riesgo está dispuesto a asumir el negocio. En muchas ocasiones, los stakeholders toman decisiones basadas en suposiciones, y es responsabilidad del equipo de investigación hacerles conscientes de estos sesgos, ya que a través del research, podemos reducir esa incertidumbre y proporcionar una base más sólida para la toma de decisiones.
¿Cómo podemos asegurar que los resultados obtenidos en una investigación aportan valor o mejoras al proyecto, producto o servicio?
Es fundamental que los investigadores comprendan bien tanto el producto como el negocio, así como sus objetivos y necesidades. A menudo, se proporciona poco contexto a los investigadores, lo que puede llevar a que se enfoquen en aspectos que no son realmente prioritarios para el negocio. Un buen resultado de investigación es aquel que permite tomar decisiones, y para lograrlo, es clave que la investigación responda a necesidades específicas en lugar de quedarse en lo teórico o académico.
La capacidad de adaptarse al contexto es lo que define a un buen perfil de research. No porque alguien haya sido excelente en una empresa, será igual de eficiente en otra. Cada compañía tiene su propia cultura, ritmo y expectativas. Por ello, un buen researcher es alguien que sabe ajustarse a las necesidades del equipo con el que trabaja, integrándose de manera efectiva en el proceso.
¿Cómo crees que la IA generativa impactará en ese futuro?
El futuro de los researchers en el contexto de la inteligencia artificial, sin duda plantea retos y oportunidades. Creo que la IA, en su estado actual, es más un asistente que un sustituto, ya que, aunque puede ofrecer sugerencias útiles, aún le falta el criterio y juicio crítico de un researcher experimentado.
Es decir, la IA resulta valiosa en las fases iniciales de investigación, como el brainstorming, pero es fundamental que un experto interprete y ajuste sus sugerencias. Dejar decisiones en manos de la IA puede ocasionar riesgos debido a sus posibles errores y falta de matices. No obstante, su mayor ventaja es optimizar tareas repetitivas, permitiendo a los researchers enfocarse en actividades analíticas y creativas.
Si hablamos del futuro, la IA podrá asumir roles más complejos, siempre bajo supervisión humana.Por lo que los researchers no desaparecerán, sino que su rol se transformará en guiar y evaluar las respuestas generadas por la IA, proporcionando así investigaciones más rápidas y de mayor calidad, siempre de forma responsable.
¿Qué esperas del Damn!?
Para mí, la clave está en mantener una actitud abierta y receptiva. Aunque soy una persona bastante reservada, en entornos profesionales me siento más cómoda al hablar de temas laborales. Me motiva la posibilidad de intercambiar conocimientos, establecer nuevos contactos y conocer diferentes perspectivas.
Además, considero que eventos como este son una excelente oportunidad para explorar otras realidades y aprender de experiencias en sectores distintos.