La Fundación Naturaleza y Hombre va aponer en marcha el proyecto ‘Bosques flotantes’, para revertir la deforestación histórica que la montaña oriental cantábrica y pasiega sufrió en los siglos XVII y XVIII con la tala de más de 10 millones de árboles destinados a la fabricación de artillería y barcos.
El presidente de esta fundación, Carlos Sánchez, ha explicado, durante la presentación de este proyecto en Santander, que han trazado un plan de diversas acciones con las que reforestar zonas cántabras de la cuenca del Miera, el Pas y el Valle del Asón.
El objetivo es generar una reserva municipal para proteger el encinar cantábrico en el monte Moro, de Ramales de la Victoria, de unas 200 hectáreas.
«El proyecto, además de recuperar hábitats, especies y reforestar, también tiene actuaciones para fomentar el ecoturismo y para tratar de ayudar a la dinamización de la montaña y, para eso, hemos contemplado recuperar algunos elementos arqueológicos como los resbaladeros de madera», ha señalado.
Sánchez ha detallado que esos resbaladeros existen en la montaña del valle de Miera, aunque se conservan «a duras penas» ya que sufren un «deterioro galopante». El proyecto busca afianzar los escasos restos que quedan de esos resbaladeros por los que se bajaba la madera para poder transportarla.
Esa madera se llevaba a las Reales Fábricas de Artillería de Liérganes y La Cavada (Riotuerto), que forman parte de la montaña pasiega, para construir artillería, y a los Reales Astilleros de Guarnizo (Astillero) para construir navíos.
«Todo eso generó una deforestación histórica de más de 10 millones de árboles en la montaña que aún sufrimos actualmente con toda su pérdida de biodiversidad y toda su erosión», ha detallado.
Ganado y hongos para la conservación
El presidente de la Fundación Naturaleza y Hombre ha explicado que, aunque ya han conseguido reforestar 300.000 árboles, con este nuevo proyecto se añadirán varias decenas de miles más en un proceso que se debe hacer con «mucho cuidado, reforestando y acompañando con ganado para evitar incendios forestales».
El proyecto contempla, entre sus acciones, la eliminación de zonas de eucalipto para transformarlo en bosques autóctonos y, para ello, la Fundación Naturaleza y Hombre ha adquirido una propiedad en Liérganes de 6,5 hectáreas con árboles de esa especie.
De la mano de la Universidad de Salamanca, la fundación trabaja en la micorrización de castaños, es decir, el injerto de hongos para fomentar el aprovechamiento de frutos o madera al tiempo que se mantienen rebaños de ganado menor para conservar esos hábitats.
El representante de la institución académica Fernando Silla ha explicado que la micorrización favorece el éxito de la reforestación, ya que los hongos facilitan la incorporación de agua y nutrientes y protegen a los árboles de posibles patógenos.
Además, dentro de la acción de educación y comunicación de ‘Bosques Flotantes’, se diseñará una ruta eco-cultural que tiene como objetivo trabajar los bosques, su proceso histórico de deforestación y la explicación de cómo este proyecto busca revertir ese proceso.
«Esa ruta eco-cultural de los bosques flotantes va a actuar tanto en los municipios que perdieron sus bosques como en aquellos en los que se transformaron esos bosques como Camargo, Santander o Astillero», ha explicado Sánchez.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 1,5 millones de euros, financiados por los fondos europeos Next Generation, permitirá generar 23 puestos de trabajo y tiene un plazo de ejecución hasta diciembre de 2025. EFE
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