síntomas y tratamiento – Centac

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Cuidar de nuestros perros no solo implica brindarles amor y atención, sino también estar atentos a si se presenta cualquier signo de enfermedad. En este sentido, condiciones como la piometra, el megaesófago y el síndrome vestibular, pueden afectar gravemente su calidad de vida. Pero, conocer sobre estas enfermedades permite actuar con rapidez y darles el cuidado que necesitan

#1 Piometra

La piometra en perras es una infección grave del útero que afecta principalmente a las que no han sido esterilizadas. Es más común en perras de mediana o avanzada edad, aunque puede presentarse en cualquier momento de su vida reproductiva. 

Los síntomas más evidentes para reconocerla son:

  • Flujo vaginal de aspecto purulento (en la llamada piometra abierta). 
  • Abdomen hinchado. 
  • Fatiga o decaimiento. 
  • Pérdida de apetito. 
  • Beber y orinar con mayor frecuencia. 
  • En casos severos, esta enfermedad puede derivar en una infección generalizada (septicemia) que pone en peligro la vida del animal. 

Las causas de la piometra son un desequilibrio hormonal después de varios ciclos de celo sin gestación, lo que genera cambios en el revestimiento uterino, facilitando la entrada y proliferación de bacterias, principalmente la Escherichia coli, que ascienden desde la vagina al útero

El tratamiento más eficaz para esta enfermedad es la ovariohisterectomía, es decir, retirar el útero y los ovarios. Pero, si el diagnóstico es temprano, se puede intentar con antibióticos y terapia hormonal, aunque hay que tener en cuenta que esto no siempre funciona. 

La piometra se puede prevenir esterilizando a la perra, un procedimiento que a su vez reduce otros riesgos para su salud. 

#2 Megaesófago

El megaesófago en perros es una enfermedad en la que el esófago pierde su capacidad de mover los alimentos hacia el estómago, causando un crecimiento anormal, que puede derivar en complicaciones serias si no se maneja adecuadamente. 

Esta enfermedad suele presentar estos síntomas:

  • Regurgitación frecuente.
  • Pérdida de peso. 
  • Episodios de neumonía por aspiración, que ocurre cuando alimentos o líquidos entran a los pulmones. 
  • Letargo y falta de energía. 

Esta condición puede ser congénita, en otras palabras, estar presente desde el nacimiento, especialmente en perros de raza pastor alemán, fox terrier y labrador.  No obstante, en ocasiones, se desarrolla a lo largo de la vida, en cuyo caso se le asocia a miastenia gravis, hipotiroidismo o infecciones

Aunque no existe una cura definitiva, el tratamiento ayuda a mejorar la calidad de vida del perro. Algunas estrategias son: 

  • Alimentarlo en posición vertical con ayuda de dispositivos como la silla de Bailey. 
  • Sus comidas deben ser pequeñas y blandas. 
  • Prevenir infecciones secundarias mediante la administración de antibióticos, si es necesario. 
  • Si se presentan obstrucciones físicas corregibles, se puede considerar la cirugía. 

#3 Síndrome vestibular

El síndrome vestibular en perros afecta el sistema que controla el equilibrio y la coordinación. Puede aparecer de forma repentina, pero no siempre implica una enfermedad grave. 

Se puede distinguir por síntomas como:

  • Cabeza inclinada hacia un lado. 
  • Dificultad para mantenerse en pie o caídas frecuentes. 
  • Movimientos oculares involuntarios. 
  • Vómitos o náuseas. 
  • Desorientación evidente. 

Existen dos tipos principales de síndrome vestibular: el central, que afecta al sistema nervioso central y se relaciona con tumores, infecciones o lesiones cerebrales; y el periférico, que es el más frecuente y causado por infecciones o inflamaciones en el oído interno o medio. No obstante, en los perros mayores es común que este síndrome se presente de manera idiopática, es decir, sin causa conocida.

En cuanto al tratamiento, dependerá de la causa. En casos idiopáticos, se usan medicamentos para las náuseas y cuidado básico para que el perro recupere el equilibrio y, si hay infecciones en el oído, se recetan antibióticos o antifúngicos. Mientras que, en los casos centrales, se puede requerir un tratamiento más especializado, como el uso de corticosteroides o incluso cirugía. 

Estar atentos a los síntomas de estas enfermedades y acudir al veterinario a tiempo, es clave para la recuperación y bienestar de nuestras mascotas.

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Maria