Cómo un MBA con visión internacional condujo a una decisión audaz
La siguiente contribución corresponde al portal del Financial Times y su autora es Patricia Nilsson, que es corresponsal en Frankfurt y escribe sobre la industria alemana para el FT. Anteriormente fue reportera de industrias de consumo y cubría una amplia gama de negocios, incluidos el comercio minorista, los medios de comunicación, el tabaco y el cannabis. Su podcast Hot Money se adentra en el turbio negocio de la pornografía en línea y es la primera serie de audio de investigación del FT.
Historia de un estudiante: un título con enfoque global le abrió oportunidades en el extranjero a Julie Kurtian
Todo empezó en el campo, a las afueras de Burdeos, donde me crié con una madre soltera en un hogar de clase trabajadora. Mi madre solía decirme que, de niño, quería ser el amo del mundo o un inventor.
Siempre estaba cuestionando las cosas, tratando de entender por qué las cosas funcionan de esta manera. Este tipo de pensamiento me acompañó durante toda mi vida.
Después de una licenciatura en emprendimiento en la Universidad de Burdeos y unos años de trabajo en Carrefour, el grupo de supermercados, seguí a mi esposa, que es investigadora del cáncer, a Singapur.
Fue una lucha. En ese entonces, ser queer en Singapur era un desafío porque no siempre era fácil ser completamente aceptado o vivir abiertamente. (Queer es utilizado para designar a aquellas personas que no son heterosexuales. En realidad, son aquellas personas que rechazan ser clasificadas por sus prácticas sexuales o su género, quieren vivir sin que les etiqueten, al no identificarse, no limita su experiencia como persona)
Me mudé al otro lado del mundo con una visa de turista: no solo tenía que encontrar un trabajo, sino que tenía que encontrar un empleador que patrocinara mi visa [de trabajo].
Pero creo en la importancia de los encuentros entre personas, y había mucha gente interesante en Singapur. Finalmente, conocí a un australiano loco que estaba construyendo una cadena de hermosas tiendas de comestibles llamada Little Farms y comencé a ayudarlo.
Se convirtió en mi mentor y fue quien me dijo por primera vez: “Si estás pensando en mudarte a los EE. UU., deberías hacer un MBA; te ayudará mucho”. Como mi esposa es científica, mudarme a los EE. UU. siempre fue parte del plan a largo plazo.
Entonces, cuando mi esposa regresó a Francia para terminar su doctorado, fue la oportunidad perfecta para mí para hacer un MBA. Elegí Kedge Business School, en parte porque tiene un campus en Burdeos, donde vivo cuando estoy en Francia.
También tiene excelentes asignaturas optativas, desde hablar en público hasta negociaciones, y lo mejor es que puedes hacer tantas como quieras. Fue genial para mí: no solo aprendí mucho, sino que también conocí a mucha gente.
El equipo de Kedge fue muy receptivo y me brindó mucho apoyo. Hacer un MBA fue lo más caro que había hecho en mi vida en ese momento (si sumas todo, fueron casi 60.000 €), así que, cuando haces algo así, es importante tener un equipo que te apoye.
Con un MBA, realmente tocas todo. Tenía experiencia operativa, internacional y una mentalidad emprendedora. Pero con el MBA estaba adquiriendo visibilidad de cosas que eran nuevas para mí, como el marketing horizontal.
Mis partes favoritas del curso fueron los seminarios internacionales. Elegí ir a los EE. UU. dos veces, una a Florida y la segunda a Portland, donde estudiamos junto con estudiantes de otras ciudades.
Había unos 60 estudiantes en mi clase y diría que aproximadamente un tercio de ellos eran internacionales. Cuando me mudé a Singapur, aprendí sobre otras mentalidades en la vida, pero también en el trabajo, y realmente quería tener más de esa experiencia.
Tenía 28 años cuando comencé el curso, lo cual era bastante joven. Muchas de las personas con las que estaba aprendiendo tenían más de 40 años y habían tenido experiencias diferentes.
Una vez recuerdo haber trabajado en un proyecto con un bailarín profesional, un capitán de barco y un alto ejecutivo de una empresa de fabricación de automóviles.
La experiencia fue muy enriquecedora; de lo contrario, nunca habría conocido ni trabajado con estas personas
Dos semanas después de entregar mi trabajo final de MBA, aterricé en Nueva York, donde nunca había estado antes y no conocía a nadie. Con la experiencia de Singapur en mi mente, comencé a tratar de conocer gente nueva.
Para que me resultara más fácil, empecé por la comunidad francesa
Al poco tiempo conocí al equipo que estaba intentando montar una empresa de catering para empresas llamada Fraîche. Necesitaban ayuda y yo creía en el proyecto, así que me uní a ellos. Muy pronto, estaba trabajando duro en Nueva York.
Diría que lo principal que me dio el MBA fue la sensación de confianza juvenil, que a menudo se pierde a medida que te haces adulto. En el MBA, estudié y trabajé junto a altos ejecutivos de 50 años y me di cuenta de que, a menudo, no eran necesariamente más inteligentes que yo y, lo que es más importante, me di cuenta de que tenían los mismos miedos que yo.
Realmente me ayudó a poner las cosas en perspectiva. Ese impulso de confianza todavía está en mí
¿Cómo ha cambiado un MBA su forma de pensar?
La siguiente contribución corresponde al portal Quora y la autora es Angela Guido, que es MBA en Economía, de la “The University of Chicago Booth School of Business”.
Entré en la escuela de negocios como filósofa y profesora, así que el MBA me dejó alucinada. Me gusta decirle a la gente que un MBA es una educación en el lenguaje de los negocios.
Se aprenden algunas habilidades concretas excelentes, pero mucho más importante que eso, se gana fluidez en un nuevo idioma.
Ese idioma se habla en literalmente todos los países del mundo
E incluye contabilidad, econometría, finanzas corporativas, estrategia competitiva, marketing y toda una serie de otros subvocabularios del léxico empresarial.
Aunque sigo siendo una filósofa y profesora de corazón, diría que esta educación me dio la capacidad (¡y la confianza!) para pensar y comunicarme en el ámbito empresarial a un nivel mucho más alto.
De repente, el mundo tenía un sentido completamente nuevo
Por ejemplo, cuando vas al supermercado: cómo está organizado, dónde se coloca cada artículo, las cosas específicas que te atraen en la caja: todas son decisiones estratégicas conscientes que toma el supermercado para maximizar la cantidad de dinero que gastas en cada visita.
El pasillo del desayuno llegó a fascinarme más.
¿Has notado alguna vez que la cantidad de marcas de cereales para el desayuno aumenta año tras año?
Fuera de los EE. UU., puedes encontrar 10 tipos de cereales en la parte superior del pasillo del desayuno. En los EE. UU., hay más de 100. ¿Sabías que la gran mayoría de ellos son fabricados por solo dos empresas?
¿Por qué? ¿Realmente necesitamos 7 tipos diferentes de círculos de avena?
Resulta que se trata de una estrategia competitiva: las dos grandes empresas de cereales proliferan sus productos para consumir toda la longitud creciente del pasillo de cereales para expulsar a los competidores.
No les importa si compras Froot Loops o Apple Jacks, de cualquier manera, se quedan con tu negocio. Incluso hubo una demanda al respecto: las marcas más pequeñas los demandaron por esta táctica casi monopolística.
Y luego están WUPU y WOPU. ¿Has notado cómo han cambiado los tamaños de esas cajas a lo largo de los años? A veces las cajas se hacen más grandes, a veces se hacen más pequeñas. El objetivo de la empresa (lamentablemente) es obtener la mayor cantidad posible de tu dinero por el menor costo posible.
WUPU y WOPU es la forma en que juegan con la cantidad sin que te des cuenta. WUPU = aumento de peso, aumento de precio. Te dan más y te cobran más. Pero luego, en algún momento, usan WOPU. Quitan peso y vuelven a aumentar el precio.
Alternan estas tácticas a lo largo de los años y sin que te des cuenta, un día estás pagando $5 por caja por la mitad de lo que podrías obtener por $3 hace 10 años.
Nunca tuve la capacidad de siquiera pensar en estas cosas antes de la escuela de negocios, mucho menos entenderlas.
Ahora son la mayor parte de lo que veo cuando miro el mundo del consumo. Y la perspectiva es poder
Vivimos en un mundo dominado por el capitalismo. Para bien o para mal, no es probable que eso cambie radicalmente en un futuro próximo.
Un MBA te da la capacidad de entender cómo funcionan realmente los negocios y las decisiones que se toman detrás de escena y que dan forma a nuestra vida cotidiana.
Lo ideal es que si obtienes un MBA realmente bueno, aprendas a pensar por ti mismo dentro del vasto mundo de los negocios
Y a tomar decisiones sólidas y éticas en nombre de ti, de tus clientes y de tu empresa. El objetivo de la mayoría de los programas de MBA es enseñarte a hablar el lenguaje de los negocios y luego usarlo para marcar una diferencia positiva en el mundo.
Si eres como yo, con hambre de comprender el mundo y tener una influencia positiva en él, entonces te recomiendo ALTAMENTE la escuela de negocios. Si estás pensando en postularte, aquí hay un artículo que escribí al respecto: 45 cosas que debes saber antes de postularte a una escuela de negocios.
¿Cómo cambió tu vida después de hacer un MBA de la Harvard Business School?
Esta otra contribución del portal Quora corresponde a Steve Much, que es un MBA de Harvard ’91, MS de Ciencias de la Computación de Stanford ’87, Ciencias de la Computación/Negocios de Carnegie Mellon ’86
Mi vida cambió de diversas maneras, algunas de las cuales estaban directamente relacionadas con HBS, y muchas de ellas no.
Como con cualquier descanso, sirvió como un gran hito, un momento natural y poco común para cerrar un capítulo y abrir uno nuevo. Pocas veces en nuestras vidas tenemos oportunidades como estas que nos permiten hacer giros de 90 o 180 grados hacia las cosas que queremos y alejarnos de aquellas cosas que no queremos.
La escuela de posgrado (de cualquier tipo, en realidad) es una de esas oportunidades, pero no es necesario asistir a ella para tenerla
Dado que la mayoría de las escuelas de negocios exigen más de dos años de experiencia laboral (y Harvard no es una excepción), es probable que hayas probado el primer trabajo de tu vida y que te haya parecido que le faltaba algo de dimensión, como me pasó a mí.
Ir a la escuela de postgrado significa que debes dejar atrás tu vida anterior a fines de agosto, y la mayoría de las personas lo entienden perfectamente, por lo que no te sientes culpable.
Una “ruptura radical” se da muy pocas veces. Te permite presionar el botón de reinicio y preguntarte nuevamente qué te gustaría hacer realmente, dónde te gustaría hacerlo y, a veces, con quién te gustaría hacerlo.
Mejor aún, interactúas con docenas de personas de todo tipo de industrias, gobiernos, naciones, organizaciones sin fines de lucro y carreras
Puedes probar una profesión completamente nueva durante unos meses si así lo deseas. Durante el verano entre el primer y el segundo año, tuve la oportunidad de probar la consultoría de gestión y descubrí que no ofrecía las cosas que quería en una carrera en ese momento.
Después de la HBS, me mudé a la Costa Oeste y al sector de alta tecnología en el que siempre había querido trabajar.
Seguí el gran consejo del profesor de la HBS Bill Sahlman, quien dijo que el mejor primer paso para iniciar una empresa podría ser unirse a una empresa mediana de rápido crecimiento en el sector de su elección, para aprender a su costa (mientras aporta, por supuesto), antes de emprender su propio camino.
La idea clave aquí es que, si bien «dentro del sector» es obvio, la combinación «mediana/rápido crecimiento» en conjunto no lo era en absoluto para mí
Pero estos ayudan a garantizar una mejor oportunidad de obtener mayor responsabilidad mucho más rápido. Esos eran factores en los que no había pensado lo suficiente y eran críticos.
Así que abandoné la idea de crear una startup que iba a hacer en el segundo año y me incorporé a una pequeña empresa de software de 8.000 personas en Redmond, Washington, que acababa de lanzar un producto llamado Windows 3.0. Rechacé una oferta mucho más lucrativa de la consultora. F
Fue una experiencia fantástica: gente estupenda, tecnologías y plataformas divertidas y mucho aprendizaje en una industria en la que permanecería durante varias décadas.
Trabajé en grandes productos como Microsoft Access (y la adquisición de FoxPro), varios CD-ROM y lideré la primera generación de iniciativas de juegos en Internet.
Ayudé a ser coautor de un par de patentes y conocí a gente increíble, incluido sin duda Bill Gates, aunque no solo. En tan solo cinco años en Microsoft, estaba gestionando un equipo de más de 80 personas y dirigiendo toda nuestra estrategia de juegos en Internet; la mayoría de los conceptos se transformaron más tarde en Xbox Live.
No fue porque yo fuera excepcional en ningún sentido; fue porque Microsoft estaba creciendo rápidamente, en una industria en rápida expansión, y las oportunidades abundaban (y aún abundan).
Finalmente dejé Microsoft y fundé dos empresas (al menos en el momento de escribir esto), la primera de las cuales fue adquirida por 80 millones de dólares por Expedia Inc., la segunda de las cuales fue adquirida hace unos meses.
En HBS aprendí a elaborar argumentos mucho mejores, racionales y estructurados, sobre las cosas en las que creía
Aprendí que no sólo estaba bien, sino que valía la pena arriesgarme si podía respaldar mis opiniones con lógica y hechos, y que, así como yo podía aprender de los demás, también los demás podían aprender de mí de vez en cuando.
Disfruté de formar muchas amistades nuevas, enriquecedoras y para toda la vida con personas de todo el mundo y de diferentes profesiones, organizaciones sin fines de lucro y gobiernos.
A través del método socrático y de pasar todo el primer año con las mismas 80 personas, la experiencia me enseñó que las personas inteligentes y bien intencionadas pueden tener y tienen perspectivas políticas muy variadas, y a pesar del estereotipo que puede tener si no ha estado en HBS, la experiencia me hizo más tolerante con las diferencias, no menos.
Aprendí también que la coherencia importa: no se puede defender un punto de vista sobre el cierre de plantas en una clase de Ética (me llamaron por teléfono el primer día de clase de primer año, en un caso que trataba sobre el cierre de una planta de GM) y luego dar la vuelta y defender el otro punto de vista en la clase de Finanzas: tus compañeros te criticarán con razón por ser incoherente.
Y aprendí que el hecho de que alguien aborde un tema desde un ángulo diferente no lo hace malo
Sino que su perspectiva puede ser diferente, moldeada por diferentes datos y/o actitudes sobre esos datos a lo largo del tiempo.
A menudo, no es tan difícil encontrar puntos en común sobre los que construir. Aprendí que las marcas nobles como Harvard son especiales por una razón, pero que no tienen un monopolio sobre las buenas ideas, y que la curiosidad, la humildad, la visión y la ejecución son mucho más importantes que el visto bueno para determinar el camino de uno en la vida.
10 Notable Benefits of an MBA Degree
La siguiente contribución corresponde al portal de la Universidad de Cincinnati Online, que se dedica a brindar una experiencia educativa de primer nivel que brinde flexibilidad a profesionales ocupados, estudiantes de por vida y estudiantes de todo el mundo.
Todos los programas de UC Online están dirigidos por profesores reconocidos a nivel nacional y combinan innovación con libertad de investigación intelectual para crear un entorno inclusivo adaptado a las necesidades de los estudiantes de UC Online.
Con cada curso, los estudiantes recibirán las herramientas, las habil
