marzo 2017
CLIENTE Viña Salceda
Despojarnos de lo superfluo. Tal vez esta sea la más alta expresión de la experiencia, saber prescindir de lo anecdótico y centrarnos en lo esencial.
Si el tiempo es capaz de descubrirnos algo, será a buscar la verdad en cada decisión tomada, en cada nuevo aprendizaje; que no es otra cosa que conocernos mejor a nosotros mismos.
Eso es lo que hemos aprendido en Viña Salceda en este casi medio siglo. A hacer vinos donde prevalezca la verdad de la tierra. A dejar aflorar la esencia de un entorno privilegiado para la práctica de la viticultura.
Y en este camino, con reposo, el vino y nosotros vamos aprendiendo y descubriéndonos.
Es cuestión de tiempo aprender a disfrutar de lo que realmente vale la pena.
[Fotografía: Estudio Pujol]